Yet nothing new [ Julián Álvarez ]

11 - hate what you do to me

—¡Ay, al fin! ¡Hola, Almita! —gritó Evelyn apenas entré a la sala con Benja, levantándose para darme un apretado abrazo. Le sonreí y lo acepté, para después fruncir los labios con incomodidad.

Le di una mirada a todos en el lugar, como preguntándoles "¿ustedes sabían y no me dijeron una mierda?". Vi a Tagliafico encogerse de hombros, Lean negó con la cabeza con los labios apretados. Julián se hacía el re pelotudo mirándose las manos.

—Hola, Evelyn —respondí, separándome de ella y sonriéndole falsamente. "No sabés cuánto me alegra que estés acá" quise decir con sarcasmo, pero me quedé callada. La próxima no me controlo.

—Eh, ¿qué es esa carita? —preguntó divertida, dándome cachetadas suaves en el cachete—. ¿No estás contenta de que esté acá?

—Re —le respondí con sarcasmo, abriendo un poco más los ojos para exagerar. No me contuve—. No sabés cuánto.

Ella formó otra sonrisa, fue la más falsa y forzada que vi en mi vida, y se acercó a mí, agachándose ya que era notablemente más alta que yo, poniendo su boca directamente en mi oreja.

—Juli está mirando, Almita, comportate —dijo, con una voz que disimulaba la "amenaza". Apreté la mandíbula con fuerza, conteniendo las ganas de meterle un empujón—. No creo que quiera que seas mala conmigo, se va a enojar.

Di una mirada rápida a Julián, que miraba la escena con incomodidad notoria. Evelyn se separó de mí mirándome con una sonrisa.

Uno, dos, tres... Uno, dos tres... Todo está bien.

—Bueno, ¿qué hacemos? —saltó de un sillón Licha, notando la tensión en el ambiente.

—Ay, yo vi un restaurante acá cerca cuando Juli me trajo —Ah, encima la fue a buscar.

A mí también me fue a buscar. Jesús.

—Pero son las tres de la tarde —contestó el Cuti, con fastidio en sus expresiones—. Ya almorzamos todos.

Evelyn caminó hasta caer a un lado de Julián, dándole una mirada fulminante al Cuti en el camino, y obligando al chico a su lado a pasar el brazo por sus hombros. Corrí la vista, que cayó en Lea, y vi cómo giró los ojos viendo la escena, igual que todos. Apreté los labios. Si ya no eran nada, ¿qué hace ella acá? Y, ¿por qué la abraza y están tan... cerca?

—Pero yo no —contestó ella—. El viaje estuvo re pesado y no comí casi nada.

—Buscá algo en el comedor entonces, no sé —le buscó la vuelta Ota, con cansancio. A Benja parado a mi lado se le escapó una risa, lo miré con una sonrisa divertida.

—¿Me acompañás, Juli? —le preguntó a él, mirándolo con ojos de... no sé, me dio vergüenza ajena. Resoplé cuando Julián se levantó sin decir nada y caminó hasta salir de la sala sin mirar a nadie, con ella siguiéndolo de atrás, no sin antes darme una mirada victoriosa.

Es re infantil la mina esta, ¿qué se cree?

—¿Estás celosa o dolida? —preguntó Licha, mirándome divertido. Yo tenía la vista fija en donde habían desaparecido los dos, con la mandíbula aún apretada.

—Las dos me parece —contestó Benja, caminando hasta un sillón vacío y dejándose caer ahí. Solté aire por la nariz sin contestar.

—Lo que yo no entiendo es porqué está tan despegado Julián de nosotros —dijo Taglia. Me encogí de hombros sin moverme—. Si estábamos todos bien con él con nosotros.

—Seguro le dijo que no esté acá porque vivimos con Alma y se pone tóxica —dijo Cuti. Caminé hasta él y me senté a su lado, apoyando la cabeza en su hombro.