—Yo sabía que venía, perdón —admitió. Rodé los ojos, era clavado.
—Ya sé, Juli. No importa, ya la vi yo total —contesté con obviedad.
Suspiró dejando caer los hombros, como si no estuviera entendiendo.
Y la verdad no, no entendía una mierda lo que pasaba con él, y conmigo.
—No, o sea... —arrancó, trabandose—. Perdón por... Pido perdón porque yo quiero... O sea...
—¿Arranca o no arranca? —lo jodí, soltando una risa. Se mordió el labio inferior, ocultando su sonrisa—. Con bujías...
—'Cuchame, culiada —interrumpió, y su acento cordobés se marcó increíblemente. La puta madre.
—Te estoy escuchando —dije, ocultando mi nerviosismo por esa simple oración con una sonrisa divertida—. Vos sos el que no arranca.
—'Cuchá —volvió a decir, esta vez con más firmeza. Solté una risita—. Yo... Directamente te digo, te quiero. Muchísimo. Y te aprecio de todas las maneras posibles, habidas y por haber. Sé que me la mandé, horrible la cagué, con todo, y en este momento sé que la acabo de cagar peor todavía.
—¿Hablás por ella? No me molesta verla, ni con vos ni acá, Juli —lo interrumpí, ni supe cómo me dio la cara para mentirle. Pareció decepcionarlo algo, y me sentí mal sin saber qué fue. Sin embargo, siguió hablando.
—Pero está acá y sé que no te la bancas, tendría que haberla parado y dejarla allá. Es una pelotudez que no sepa decir que no, cuando yo no la quería acá. No la quiero más —dijo. Intenté interrumpirlo otra vez, pero siguió—. Quiero... quiero volver a intentar algo con vos, Alma. Soy un reverendo pelotudo por no haberte pedido perdón antes, por haber tardado tanto, por alejarme sin darte explicaciones, sabiendo lo tanto que te extrañé siempre, y no entendés lo tanto que siento todo. Me carcome la cabeza todas las putas noches haber cortado con vos, es el peor error que pude cometer, y más que haya sido por una boludez mía. Y lo único que me calma es pensar en vos, pero la vos de estos días, las risas tuyas que yo provoco, las jodas, los golpes, los desayunos, las meriendas, las veces que les ganamos en el UNO a los otros mancos... Sos lo único que me calma de todo, me aleja del mundo real y me relaja los nervios, y es estúpido porque no podría pensar que quieras volver a estar conmigo sabiendo la tremenda cagada que me mandé, pero...
—Juli... —lo interrumpí, intuyendo que iba a soltar más boludeces como "no querés volver conmigo"—. Sos un pelotudo.
—Ya sé —dijo, mordiéndose el labio inferior con nerviosismo—. Ya sé, Dios.
—Pero te quiero tanto así —seguí, sin saber muy bien qué decir—. Jamás dejé de hacerlo. Y me odio tanto por eso, porque me hiciste mucho daño. Pero me encantas, hijo de puta. Me encanta tu sonrisa, tus ojos, tu estúpido acento, me gusta todo de vos. Y no te puedo negar que no quiero volver con vos, porque te mentiría, a mí y a todos.
Sus hombros se relajaron y me miró a los ojos con ternura, me levanté de la cama y me acerqué a él, hasta que él tuvo que agacharse para mirarme. No dijimos nada con palabras, pero nos entendimos mirándonos con sonrisas boludas en la cara. Ambos queríamos esto.
—Va a costar un toque volver a agarrarte toda la confianza que en un momento te tuve —dije, buscando sus manos. Él encontró las mías y las entrelazó, asintiendo con suavidad—. Les dije a todos que no creía en las segundas oportunidades, vos también sabés porqué. No me defraudés, por favor.
—No pienso hacerlo —dijo, abrazándome por los hombros con fuerza. Suspiré contra su pecho, relajada—. ¿Te puedo dar un beso?
—Pasen a cuartos y te permito de todo —dije. Lo miré y estaba con las cejas alzadas—. Ya sabés lo que quise decir, virgo.
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Yet nothing new [ Julián Álvarez ]
Fanfiction✧ · Sí, quiero, pero... todavía no hay nada nuevo. » I'd say you broke my heart but you broke much more than that «