Flechazo | KookTae

Flechazo #4

¡Un regalo!

JungKook despertó el sábado por la mañana sintiéndose ansioso, algo en su interior se revolvía desde que había abierto los ojos y leyó en su reloj de mesa que eran las 09:00, eso significaba que en menos de cinco horas estaría en la casa de la familia Kim. Salió de su habitación con rumbo al baño que se encontraba en el pasillo y entró dispuesto a salir con la versión más limpia y presentable de él mismo.

Una vez duchado y acicalado, se enfrentó al primer problema del día. Las camisa y playeras se enfilaban una detrás de otra y JungKook las observaba con atención pensando cuál quedaría mejor para la ocasión. Camisa a cuadros, muy informal; la playera gris con "Fuck the system" en el estampado podría hacer creer a la señora Kim que él era un delincuente; tal vez una camisa blanca, aunque sería evidente que se había esforzado demasiado. Tras pasar diez minutos sin avance alguno, decidió que utilizaría una playera sencilla sin estampado y color gris junto a unos jeans no tan desgastados.

Salió de su habitación perfumado, acomodando su cabello con los dedos y decidiendo en el camino si debía llevar la playera a medio fajar o suelta por completo. Una vez que llegó a la cocina pensó que a lo mejor le estaba dando demasiadas vueltas al asunto, era muy posible que TaeHyung no se encontrara en casa y no era como si la señora Kim fuera su suegra en realidad, muy a pesar suyo. Suspiró alborotando su cabello con frustración y saludó a su mamá quien servía el desayuno.

—Buenos días, JungKookie—lo saludó de regreso con una sonrisa—. No podré llevarte a casa de tu amigo porque tengo que ir a comprar unas cosas, pero puedo recogerte en la tarde; parece que lloverá.

—Claro, no está muy lejos de aquí—ambos se sentaron en su lugar y comenzaron a desayunar. JungKook comenzó a darle vueltas al asunto una y otra vez, de nuevo—. Mamá... ¿crees que debería llevar algo... como un regalo?

—Me alegra que preguntes, lo había olvidado—su mamá se levantó de la mesa y sacó un frasco de un anaquel—. Justo el otro día pensé en ello y compré un pequeño detalle para la mamá de tu amigo, espero que sea de su agrado.

JungKook miró el frasco en la mesa y notó que estaba lleno de hierbas para preparar tisanas.

—¿Estará bien con esto? —preguntó olfateando el frasco con la esperanza de percibir algún aroma—. Había pensado en llevar papel higiénico, el otro día vi uno de color naranja en la tienda.

La mamá de JungKook comenzó a reír al escuchar el comentario de su hijo, haciendo que el adolescente en la mesa frunciera el ceño sin entender qué había sido tan gracioso.

—Oh, Kookie, eso sólo se regala en las fiestas de inauguración de una casa o departamento—habló su mamá segundos después entre pequeñas risas disimuladas—. Este frasco será un lindo detalle, no es necesario el papel de baño naranja.

JungKook asintió y se mantuvo callado mientras seguía comiendo.

—¿Por qué tanta insistencia con los regalos? —preguntó su mamá un par de minutos después. JungKook lo pensó un poco antes de contestar.

—Quiero dar una buena primera impresión...

—¿Hay alguna razón en particular? —JungKook negó un poco avergonzado. La señora Jeon lo miró con curiosidad—. ¿Cómo se llama tu amigo?... ¿NamSeok?

—NamJoon, mamá, se llama NamJoon—la señora Jeon asintió.

—¿Y es un buen niño? —JungKook la miró sin entender la razón del interrogatorio. Se rascó el cuello algo nervioso antes de contestar.