Flechazo #19

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¡Te amo!

Aunque toda la escuela sabía sobre la relación de JungKook y TaeHyung, las cartas no dejaron de llegar. El menor aún encontraba pequeñas notas en sus asientos habituales o en los pasillos lo detenían para obsequiarle algunos dulces; sin embargo, las confesiones de amor pararon por completo. Era como si tuviera un club de admiradores.

TaeHyung tuvo que viajar un fin de semana a Seúl para presentar su examen de admisión y entregar todos los papeles necesarios para comenzar con su trámite de la beca. Los padres del mayor también decidieron ir con él para comenzar a buscar un lugar en el que se pudiera quedar su hijo cuando se mudara. NamJoon, por su parte, no quiso viajar hasta la capital por lo que decidieron hacer una pijamada junto a SeokJin en la casa de JungKook.

Al regresar de su viaje, TaeHyung le contó de un pequeño departamento de dos habitaciones que habían encontrado cerca del campus, y al parecer sus padres estaban muy decididos a hacer de ese el nuevo hogar del mayor. Tras un par de semanas, TaeHyung recibió un correo informándole que había aprobado su examen con resultados por arriba del promedio, por lo que ya había sido admitido en la universidad de Seúl con un beca bastante alta.

No perdieron el tiempo en celebrar el logro de TaeHyung junto a su familia, el chico parecía muy contento y emocionado por los resultados que estaba obtenido. El corazón de JungKook se agitaba cada vez que lo notaba sonreír con alegría pura mientras releer el correo que había recibido.

Poco antes de los exámenes finales, el partido final de basquetbol se llevó a cabo. Todos sus amigos y familia fueron a apoyarlos de nuevo, causando que los nervios del menor aumentaran casi al doble. Sentía la presión de que en esa ocasión no había vuelta atrás, no había segundas oportunidades y cualquiera que fuera el resultado, definiría la actitud del equipo en las siguientes semanas. JungKook mentiría si dijera que no quería ganar; veía a todos sus compañeros esforzarse tanto en las tardes y él mismo pensaba por lo que habían pasado durante toda la temporada; sentía que merecían el triunfo.

Algunos minutos antes de entrar a la cancha, YoonGi se acercó a él y fue entonces que logró notar que su amigo estaba mucho más nervioso que los demás. Lo observó intentando averiguar qué pasaba por su cabeza, pero el pálido sólo negó.

—JungKook... necesitamos ganar—sentenció de manera seria, el menor asintió.

—Claro, daremos todo en la cancha para ganar—respondió intentando aliviar su nerviosismo un poco.

—No, no entiendes—lo cortó—. En serio necesito que ganemos.

El menor estuvo a punto de preguntar qué sucedía, sin embargo el entrenador entró a los vestidores para repasar una última vez lo que habían planeado en las últimas semanas. Después de ello salieron con rumbo a la duela en donde los estaba esperando el otro equipo.

El partido fue difícil y el tablero con los puntos casi similares durante todo el encuentro lo demostraban. Todos dieron de sí para no dejar que el rival les llevara demasiada ventaja, dando con el resultado que al final del partido parecía ser que perderían por una diferencia mínima de dos puntos. El tiempo estaba acabándose e incluso JungKook pensaba que sería imposible anotar bajo esas circunstancias, aún con ello su equipo continuó intentando para evitar que la brecha creciera aún más.

De manera inesperada el balón llegó a manos de JungKook, quien lo mantuvo durante unos segundos; al buscar a quien enviárselo notó la desesperación en el rostro de YoonGi, quien le pedía que le lanzara el balón en ese momento. Tras pensarlo unos segundos, así lo hizo. Su amigo atrapó el pase con facilidad, observando durante un instante el tiempo restante y al notar que eran menos de diez segundos, hizo un tiro de suerte.

Flechazo | KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora