Los Vengadores están cansados de la tensión sexual no resuelta entre Peter y Tony, así que Wanda por fin hace algo al respecto: decide lanzarles un pequeño hechizo de intercambio de cuerpos para que ambos se aprecien y les ayude a sincerarse sobre s...
*Notas de Autora: "Bueno, ¡ya está! Este es el final del camino. Me entristece que haya terminado porque me divertí mucho escribiéndolo. Pero estoy contentísima de que hayan llegado hasta el final.
Espero de verdad que no les decepcione este final y que les guste.Una vez más, me disculpo de antemano por mis habilidades de escritura con el smut.
Este capítulo es más cursi y alegre que de comedia. Están advertidos."
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Después de un viaje incómodamente tranquilo mientras el grupo regresaba al Compendio, Peter y Tony se sentaron uno frente al otro, en un conjunto de sofás en la sala de estar (privada) de Tony.
—Así que... —Tony comenzó. Posiblemente por segunda vez en su vida, a Tony le costaba encontrar algo que decir.
—Entonces... —Peter se hizo eco, también devanándose los sesos en busca de palabras.
Tony sabía que probablemente tendría que ser él quien rompiera el silencio. En lugar de entrar inmediatamente en el tema, pensó en romper el hielo. —Veo que te has ido de compras, —dijo, señalando la pila de juegos de Lego que había acumulado, así como otros artículos caros.
A lo largo de la semana, Peter había ido añadiendo cosas a la pila a medida que se le iban ocurriendo, incluyendo, entre otras, ropa de diseño que sabía que a May le encantaría (le encargó a Nat que averiguara qué podría gustarle). —No me van a embargar el edificio ni nada de eso, ¿verdad?
Peter sonrió, sabiendo que el hombre bromeaba. —Tu fortuna está a salvo. Aunque creo que accidentalmente vendí Industrias Stark a unos taiwaneses. El idioma era bastante confuso y yo estaba muy cansado. No sé.
Tony se rió ante la obvia burla. —Ni siquiera estoy seguro de tener el poder para hacer eso.
Volvieron al silencio. Se miraron de manera fija, esperando a que el otro sacara a relucir el elefante obvio en la habitación.
Después de respirar hondo, Peter se lanzó al agua. —¿Cuánto tiempo?
—¿Cuánto tiempo para...? —Repitió Tony, a pesar de saber con exactitud lo que Peter le estaba preguntando.
—¿Cuánto tiempo llevas enamorado de mí? —Inquirió Peter, con una sonrisa increíblemente brillante que hizo que a Tony se le derritiera el corazón.
El mayor se rascó nerviosamente una ceja. —Creo que amor podría ser un poco fuerte de-
—¿Cuánto tiempo, Tony? —Peter le cortó, asombrado con su repentino nivel de confianza.
—¿Por fin hemos superado lo del "Señor Stark"?
—¡Tony! —Exclamó Peter con frustración.
Suspiró derrotado. —¿Recuerdas cuando corregiste mi fórmula para el proyecto K693?
