Los Vengadores están cansados de la tensión sexual no resuelta entre Peter y Tony, así que Wanda por fin hace algo al respecto: decide lanzarles un pequeño hechizo de intercambio de cuerpos para que ambos se aprecien y les ayude a sincerarse sobre s...
*Sinopsis del capítulo:Quinta parte del lunes infernal de Tony.
Tony pide ayuda a la última persona que no quería.
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A Stephen Strange le costaba respirar de tanto que se reía. Cada vez que intentaba detenerse, volvía a echar un vistazo a Tony Stark, atrapado en el cuerpo de Peter Parker, y se carcajeaba de nuevo.
Por supuesto, a Tony no le hizo nadita de gracia y se le quedaba mirándolo con los brazos cruzados. —¿Ya has terminado? —Estaba más que molesto. Strange era su mejor apuesta para averiguar qué era lo que estaba pasando, pero también era la última persona a la que quería contárselo. Nueva York no es lo suficientemente grande para contener los egos de ambos.
Sí, Tony involucró a Strange mucho antes de lo que había previsto. Pensó que podría aguantar como Peter mucho más tiempo, pero aparte de la vida infernal de un estudiante de instituto, el principal propósito de presionar e insistir para que volvieran a la normalidad lo antes posible, era que Tony pudiera proteger a Peter de la larga lista de enemigos que tanto Tony Stark como Iron Man, se habían hecho a lo largo de los años.
Y si alguna vez Peter le preguntaba por qué había cambiado de parecer, solo mencionaría esto último. En lo que respecta a Peter, a Tony le encantaba ser Peter. Era tan testarudo que no admitiría la derrota.
—En realidad no es tan gracioso. —Tony continuó mirando a Strange.
—Vale, vale, ya he terminado, —dijo Strange, respirando hondo. —¿Estás intentando parecer intimidante ahora? Porque la verdadno me doy cuenta —Se rió.
—Sí, ríete, Dumbledore. ¿Vas a ayudar o no? —Tony respondió con las cejas entrecerradas.
Lo de parecer intimidante no le estaba funcionando. Eran los ojos saltones y la cara de niño de Peter los que arruinaban la ilusión de poder. Sí, aunque con la edad actual de Peter había perdido gran parte de su cara de niño, igual seguía siendo francamente adorable.
'¡Puedo ser malo! Puedo ser intimidante', había dicho Peter una vez, mientras los demás Vengadores se reían histéricamente y les costaba respirar.
—Tendré que hacer unas pruebas, —dijo Strange, llevándole a una sala del Santuario donde había instalado un equipo médico, e indicó a Tony que se sentara en una de las sillas. Comenzó a conectar varios nodos al hombre, centrándose específicamente en el cerebro.
Después de 15 minutos, Tony se impacientó. —Es una pérdida de tiempo que estés comprobando si se ha hecho con ciencia o con magia. Tiene que ser magia; es imposible que sea ciencia.
Strange le miró con expresión aburrida. —¿Por qué? ¿Porque si tú no puedes descubrir cómo hacerlo entonces nadie puede? ¿Es eso lo que estás insinuando?
