¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Chapter 05: "Minka pt. 04"
Narrador omnisciente:
Había silencio, lo único que se podía escuchar eran las cigarras cantando una melodiosa canción, la chica se encontraba en un debate mental.
—Por favor, déjanos ir—Rogó Ryoko mientras hacía una reverencia dejando sus manos en la fría madera y de paso dejando su frente encima de sus manos.—te lo ruego, necesito llevar a mi hijo a ese circo que tanto deseo ir.
Algo que no se esperó la madre fue ver la reacción de la chica.
—El circo "¿Magic moment?"—hablo por fin la mujer, Ryoko levantó su mirada encontrándose con la chica—s-si ese mismo.
—Piensa bien en tus acciones mujer, puede que te arrepientas después—no entendía las palabras de aquella chica, se colocó a la defensiva al ver como la mujer se levantaba tambaleante.
—Corre, se libre, no puedo matar a una buena madre ni mucho menos a un niño tan inocente—terminó su oración mientras sus lágrimas caían, Ryoko por fin pudo levantarse para cargar a su pequeño el cual temblaba.—Corre antes de que ella llegue, ella es capaz de matarnos a todos solo con su "kanabo"—
Eso alertó a la mayor, sin darse opción corrió hacia la salida, pero algo le decía que no podía dejar a aquella chica la cual sufría de una manera tan cruel.
—por que mi te vas, ¡Corre que ahí viene!—grito la chica desesperada odiaría si le pasa algo a la mujer y a su hijo.—Ven conmigo, sale de este infierno.
Le sorprendió las palabras, su corazón se sintió cálido por primera vez en décadas, sus ojos dieron un cálido brillo ¿por fin podría ser libre? La verdad ni ella recordó como fue que llegó a este lugar y de cómo fue que se sintió feliz por primera vez en su vida.
Ryoko le estiraba su mano con una sonrisa, Daishi por fin podría ser libre, rápidamente fue donde la madre para entrelazar sus manos pero ahogó un grito al sentir un gran dolor en su pecho.
La madre se sorprendió al ver a aquella geisha, cubrió los ojos de Keisuke mientras sus ojos se llenaban de miedo al ver a la mujer la cual sonreía, sus ganas de vomitar volvieron al ver la gran sonrisa de la mujer literalmente le llegaba casi a sus orejas.
—Te di una última oportunidad y la desperdiciaste—se escuchó una profunda voz, la mujer no modulaba solo se le veía su gran sonrisa—Ah! No puedo dejarlos así! Agh!—la chica empezó a retorcerse del dolor al sentir aquella arma rasgar toda su capa de piel.
—Corre!, no mires hacia atrás y sálvate, ve a casa no vayas a...—un gran golpe en seco se escuchó, Ryoko lo vio pasar tan rápido, solo vio la cabeza de la mujer volar por los cielos.
Chorros de sangre empezó a esparcirse por todo el lugar, la geisha abrió su gran boca dejando ver su larga lengua la cual se encargaba de limpiar su arma.
—Ahora es tu turno~—hablo de manera excitada al oler el terror que desprendía la mujer y el niño—primero matate a la madre, luego si el niño es de buena sangre lo quedaré para criarlo.
La verdad Ryoko estaba un poco confundida, pero sus lágrimas no paraban al ver el cuerpo sin vida de aquella joven, trató de calmarse, aquella geisha estaba ocupada ideando un plan así que podría tener más tiempo pero necesitaba hacer algo por aquella chica que sacrificó su vida por ella y su hijo.
La mujer estaba en un debate, ¿como mataría a ese monstruo? Debe de haber un punto débil; Ryoko empezó a imaginar varios escenarios.
Logró recordar algo, un mito del cual su abuelo le relató en su niñez.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Flashback
Año 1980, Shibuya Japón.
Narrador omnisciente:
—abuelito, cuéntame de nuevo la historia—Hablo la pequeña Ryoko de tan solo 10 años de edad.
—hija, deja que tu abuelo descansar llego desde Yokohama hasta acá, padre ¿quiere que le sirva té?—Hablo la madre de la niña mientras se recogía su cabello y lo amarraba con una coleta para ir a la cocina—por favor hija aun tengo tiempo para mi nieta favorita además también quiero un té.
La pequeña se sintió feliz al escuchar las palabras de su abuelo, rápidamente fue a buscar un cojín para colocarlo en el suelo y así sentarse mirando a su abuelo sonriendo de oreja a oreja; el mayor sonrío y miro a su nieta.
—esta historia... ¿Te gusta no es así Ryoko?—la niña asintió, el mayor asintió igual mente y se acomodó mejor en el sillón mientras apoyaba su mano en su mandíbula.
—aver, en la Antigua Japón nuestro antepasado siempre relataba una historia la cual el vivió en carne propia—habló el abuelo mientras recibía el té de su hija, madre de la pequeña Ryoko.—muchas gracias hija, bueno, en lo que andábamos.
—hubo una Hera en que los demonios asechaban al pueblo en el cual vivimos hoy en día, la gran ciudad de Tokio, y en una de esas estaba un demonio cuyo poder era atraer a los pequeños con su canto—el abuelo tomó una pausa para seguir hablando.
—el cuerpo del demonio se mezclaba muy bien, pero su mayor fuerte era disfrazarse de una hermosa Geisha la cual cantaba una melodiosa canción—.
—en la noche de Luna nueva la Geisha aparecía por las calles del pueblo, nuestro antepasado estaba alerta de eso y siempre se mantenía a la guardia para proteger a su hija—siguió relatando el abuelo mientras tomaba su té.
