Capítulo 11: Una mirada dice más que mil palabras.

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¿Puede mi estupido corazón dejar de sentir esto? Solo espero que sí o deberé llamar a un doctor, porque lo que siento no está para nada bien. Hay demasiados chicos y chicas presentes en esta fiesta, pero el idiota que tengo en el pecho solo puede latir por alguien en especial ¿Ironico, no?

—Hey ¿Quieren algo para tomar o comer?—pregunta Collette.

Niego y Jess suelta una risa a mi lado mientras baila y señala un lugar en espacial en toda la casa.

—No, pero conozco a alguien que seguro quiere comerte.

Collette se sonroja y voltea a ver a un tal pelirrojo que no para de observar completamente embobado. Se quien esta a su lado, además de Kenan, lo se muy bien porque puedo sentir su penetrante mirada, pero de todas formas la ignoró, con todo el dolor del mundo.

A veces si que eres tonta ¿No, Holly?

—Vengan—nos señala la rubia antes de emprender camino hacia ellos.

Tomo una profunda respiración, mientras colocó un mechón de mi cabello detrás de mi oreja y trato de ir hacia donde ellas se dirigen , evitando la muchedumbre de gente presente. Apenas estamos a unos pasos de distancia, pero mi mejor amiga no duda ni un segundo al tirarse encima de su novio, quien cabe recordar tiene una lata de cerveza en su mano lamentablemente abierta y que lamentablemente termina encima de la camisa blanca de Evan.

—Mierda, lo siento, lo siento, Evan—gritó mi amiga por el volumen de la música.

Maldita seas Collette.

Al instante en que la bebida cae encima de su blanca y pulcra camisa, la misma se transparenta, lo que provoca que su gran pecho y sus muy duros, abultados y  perfectos abdominales se marquen en todo su esplendor. Él siseó ante el líquido frío y al instante trata de sacudir su camisa, pero es imposible, la bebida ya penetró la tela y posiblemente ya esté arruinada.

—Eso no tiene mucha pinta de que vaya a salir—comentó Kenan, ganándose una mala mirada de Evan.

—Holly sabe sacar muy bien las manchas de la ropa—habló Jess.

Al instante la fulmine con la mirada, mientras que ella se encogió de hombros y finga darle un trago a su bebida.

—Oh sí—exclamó Collette siguiéndole el juego—Recuerdo cuando manche  suéter favorito con helado de frambuesa, Holly lo tomó y al minuto ya no quedaban manchas.

Evan me observó un momento, mientras seguía pasando una toalla de papel encima de la tela húmeda, para luego bajar la cabeza y aclarar su garganta.

—No quiero molestar a nadie.

Bufe y me limite a decir.

—No me molesta, anda dame la camisa, vere que hacer.

—Holly, enserio—me miró nuevamente—Ya se secará.

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⏰ Última actualización: Jan 21, 2023 ⏰

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