Neurodivergente

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Hay un bicho dentro de mi cabeza, no deja de hablar, abre los cajones de mis pensamientos y los tira todos al suelo, mira todo al mismo tiempo mientras canta o habla en otro idioma o solo conversa conmigo.

Es un poco molesto aveces, no me deja concentrarme en mis actividades diarias, siempre esta corriendo en su patio mental dentro de mi cabeza.

Es obsesivo, puede escuchar la misma canción una y otra vez sin parar, le obsesionan las situaciones que le llegan, olvida que existe un mundo entero cuando está concentrado en algo.

No es bueno con el cambio de rutina, se enoja cuando algo está fuera del plan, su memoria es de mantequilla, puede cambiar algo de lugar y olvidar donde lo dejó, puede recordar hechos inútiles de hace demasiado tiempo, pero no puede recordar que comí en la mañana.

Aveces me estresa oírlo murmurar, me da tanta ansiedad el no poder centrarme en algo solo porque no puede cerrar el pico, es un dolor en el culo ese maldito bicho.

Hace listas de proyectos, ya ni sabe en qué enfocarse, pero es bueno aprendiendo cuando algo le interesa realmente, queda hipnotizado ante un nuevo interés.

Beber café le provoca pereza, la cafeína le hace el efecto opuesto a estar ansioso.

Ayer nos quedamos viendo una mosca, y estuvimos debatiendo el tiempo que viven, el cómo sería ser tan pequeño, el porqué le gusta la basura, las moscas son molestas, ese zumbido que hacen cuando vuelan cerca, es molesto que...

Lo siento me distraje, ¿De qué estabamos hablando?

Oh sí, ese bicho.

Ese bicho me trae problemas aveces, no me deja pensar, me llena la cabeza de cualquier cosa que ve, piensa en voz alta, no lo logro callar.

Suelo tener los audífonos para no oírlo, la música, lo calla un poco, pero hay ocasiones en las que empieza a gritar ahí adentro y es imposible ignorarlo.

Cuando se enamora no puede parar de ver fotos de su amada, o pronunciar su nombre a cada minuto del día, y cuando le rompen el corazón hace lo mismo, pero lo hace en busca de respuestas, aveces no encuentra lo que quiere saber en el desastre que tiene ahí adentro.

Me ha acompañado por mucho tiempo a lo largo de mi vida, pero nunca supe de su existencia hasta hace no mucho rato, talvez sea hereditario.

Me han dicho que lo duerma con algún somnifero especial, pero para ser sincero, este bicho desastroso, olvidadizo y obsesivo, es parte de mí.

Yo no sería yo sin el...

...es mi neurodivergencia después de todo.

Ideas De Una Mente Desordenada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora