Tipo rudo

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El día de hoy me enterré a mi mismo de nuevo, el suelo se llena de mis propias lápidas, mis yo anteriores no aguantaron más de lo que yo he hecho.

¿Cuántas veces más he de morir?

Me viene bien, sabes, mis propios huesos me sirven de armadura, una armadura impenetrable.

Aún recuerdo al primero en caer, un niño de 6 años, murió de una herida mortal hecha por sus padres, su único sueño era no ser como los demás, y no lo era, siempre sobresalió de variadas maneras, pero no sobrevivió, desafortunadamente fue aniquilado por los que lo debían proteger.

Ahora veo su pequeña tumba, dejo una flor marchita y le digo que no fue su culpa, yo seguiré por el.

Los siguientes en caer estaban en la adolescencia, una etapa demasiado difícil, no sabes quién eres, no sabes lo que quieres, no sabes que sigue, ellos solo querían ser "normales" querían amigos, querían una vida tranquila, murieron a manos de la gente, es triste que los que no encajan sean torturados de esa manera, no hay necesidad de tanta crueldad.

Ahora veo sus tumbas, dejo una flor marchita y les digo que no fue su culpa, yo seguiré por ellos.

El siguiente en caer murió de la manera más cruel, pero bella después de todo, se enamoró, procuró que ella estuviera bien, le fue leal a morir, siempre la cuidó como sí fuera una rosa, a cambio le arrancaron el corazón del pecho.

Ahora veo su tumba, dejo una flor marchita y le digo que no fue su culpa, yo seguiré por el.

Hace unos años murió este del que les voy a hablar, esta historia es en especial dolorosa pues aún siento que una parte de el está viva, conoció a un muchacho, compartieron un cigarro y una cerveza, desde ese momento se enlazó su cruel destino, era su mejor amigo, un hermano de otra madre, se apoyaron en tiempos difíciles, bebieron de la misma copa, tristemente ese muchacho tomó su propia vida un día, ese día en especial mi ser empezó a marchitar, no podía evitar culparse a si mismo, su corazón se detuvo.

Lo enterré junto a su hermano del alma, tomé su corazón el cual llevo de collar y ahora veo sus tumbas, dejo una flor marchita y les digo que no fue su culpa, yo seguiré por ellos.

Por bastante tiempo he tomado mis propios huesos para hacer mi coraza, aunque es impenetrable tiene un agujero en la pechera.

Creo que es hora de devolver lo que me pertenece, mis huesos volverán a su lugar, pues nunca seré un verdadero tipo rudo si estoy completamente cubierto.

Ahora veo sus tumbas, dejo una flor marchita en cada una y les agradezco por ayudarme todo este tiempo.

Ahora seguiré el camino que me ha tocado por mi cuenta...

...si muero de nuevo ya les contaré.

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