El Maestro Zorro |𝐀𝐔 𝐁𝐈𝐍𝐐𝐈𝐔|

9

Había sido un desliz de lengua.

Si bien los cinco años que pasó en esa propiedad con Luo Binghe habían sido una gota en el océano a comparación con el tiempo que había estado vivo, había sido su hogar de la misma forma en la que fue su cabaña de bambú.

Después de todo, ¡casi lo había construido con todo el trabajo que había puesto para arreglarla! ¡Y tenía muchos recuerdos felices allí! ¡Era natural pensar que un lugar como ese le pertenecía al menos un poco!

Pero aunque Luo Binghe estaba perfectamente bien (las lágrimas no lucían ser de frustración o ira, ¿verdad) con compartir su hogar con su maestro, ¡probablemente no se podría decir lo mismo del hombre con el que estaba casado!

¡Hablar con Luo Binghe había sido tan fácil que se olvidó de su situación! Si aparece en la casa de alguien y comienza a llamarla suya y de Binghe, ¿qué diferencia habría entre él y un demonio zorro que viene a robarle el marido a alguien?

¡Ese era un malentendido que no quería!

Así que liberó su mano del agarre de Luo Binghe y lo golpeó en la cabeza con su abanico, sus colas temblando de irritación.

—Binghe debería consultarlo primero con su esposo antes de ofrecer tal cosa.

Su discípulo parecía confundido más que disgustado.

—... ¿Quién?

"¿QUÉ QUIERES DECIR?

¿Quizá... aún no estaban casados? Después de todo, solo han pasado dos años."

—¿Tu prometido, entonces? —Lo intentó una y otra vez, la única expresión de Luo Binghe fue de confusión.

—Este discípulo no tiene a nadie así.

... Había sido su intención cambiar el estado de su matrimonio que Shang Qinghua había escrito para ellos, pero... ¿Quizá cambió demasiado?

Se miraron uno al otro, Shen Qingqiu pensativo (y cada vez más preocupado de haberse convertido en un rompehogares después de todo, aunque no en el sentido habitual de la palabra) mientras que Luo Binghe parecía cada vez más confundido.

—¿Binghe... No está cortejando a nadie?

Eso consiguió una reacción diferente, al menos. Los ojos de Luo Binghe se abrieron y se sonrojó, teniendo que mirar hacia otro lado aunque seguía lanzando miradas hacia su dirección.

—... hay alguien, Pero este discípulo aún no se ha atrevido a decir nada.

"Ah, así que se lo está tomando con calma."

Shen Qingqiu lo consideró y pensó... Eso fue bueno, ¿no? ¡Ambos eran bastante jóvenes, por ello no era mejor apresurarse en estas cosas! (Se tragó el nudo que tenía en la garganta y decidió ignorarlo de ahora en adelante). ¡Aún así! ¡Binghe! ¡Si arrastras demasiado los pies, las cosas nunca llegarán a ninguna parte!

—Binghe debería decirle a esta persona sus sentimientos. —Luego se iluminó. —Binghe debería decirle a este maestro quién es esta persona (aunque él ya lo sabía ¡pero no podía simplemente salir y decir eso!). Me aseguraré de hablar bien de ti.

En ausencia de cualquier otra figura paterna, Shen Qingqiu era quien debería actuar en ese papel, ¿verdad? Si es así, entonces... ¡Podría visitarlos sin preocupaciones!

La expresión de Luo Binghe era complicada, como si no estuviera seguro de querar llorar o reír.

—Perdone a este discípulo, pero no puedo decirle a Shizun quién es esta persona.