𝑵𝑨𝑻𝑨𝑳𝑰𝑬|ʙᴇʟʟᴀᴍʏ ʙʟᴀᴋᴇ

⁰⁵⁸

ME desperté algo desorientada mientras me sentaba entre los escombros y escuchaba algunas voces lejanas.
Bajé la cabeza para ver a Cardan despertándose y soltando un quejido
Tranquilo, despacio -le pedí ayudándolo a sentarlo viendo un pequeño río de sangre caer por un lateral de su cara- vamos con Jackson, ¿vale? Él te ayudará
¿Dónde están los demás? -preguntó él mientras lo tomaba entre mis brazos y comenzaba a buscarlos. Raven y yo soltamos un pequeño grito al unísono tras asustarnos tras chocarme con la camilla que llevaba-
¿Es muy grave? -me pregunté viendo a Cardan apoyado en mi hombro manchando mi camisa-
Tranquila, ¿dónde están los demás? -le pregunté pero ambas nos miramos de nuevo tras escuchar gritos. Emori-

HEMOS oído gritos -dijo Raven tras llegar donde estaban los demás-
¿Estáis bien? -Emori nos miró a ambos aún acostada en el suelo- ¿has encontrado a Echo? ¿Algún rastro de los demás?
No. Fuese lo que fuese esa explosión, ha derrumbado el pasillo -explicó Raven- vamos a suponer que están bien. He conseguido llegar a la enfermería. Esto es lo que he encontrado. Puede que sea útil
No puedo operarla sin más -negó Jackson mientras yo envolvía parte de la cabeza de Cardan con una venda- necesitamos un quirófano, equipo esterilizado, fármacos. Tenemos que ir a Sanctum
La Piedra está en la sala de juegos -le dijo Raven- la buscamos, abrimos el Puente y cruzamos
¿Y qué pasa con los demás? -le pregunté-
Ya nos preocuparemos de eso después. Ahora, lo de tu hijo y Emori es más urgente -me respondió Raven-
Eso mismo -afirmó John- solo hay un problema: no encontramos la Piedra
Que no veas algo no significa que no esté ahí -replicó ella-

HABÍAMOS ido a la sala para tratar de buscar una puerta secreta o algún lugar en el que pudieron meter la Piedra mientras que Emori estaba acostada en la camilla y Cardan estaba en el borde sentado más pálido de lo normal
Ayudadme a mover el piano -pidió Raven a lo que John, Jackson y yo lo movimos y quitamos la alfombra del suelo. Había una mano con un símbolo pintado-
¿Por qué hay un símbolo de Azgeda? -preguntó John colocando su mano encima de la forma-
Ni lo sé ni importa. Solo sé que marca el lugar -le respondió Raven-
Mamá, mamá, ¿qué le pasa a Emori? -me llamó asustado Cardan mientras la sangre de la nombrada comenzaba a gotear hasta hacer un charco en el suelo-
Cariño, va a estar bien, tranquilo -asentí con la cabeza mientras veía su vendaje teñirse de rojo- no te muevas de aquí, ¿vale?
Thor, a darle caña -nos pidió Raven- dándonos unos martillos-
Siento decirlo, pero si no la llevamos a Sanctum pronto, no saldrá de esta -nos dijo Jackson con una mueca- Cardan, si, pero es demasiado pequeño para toda la sangre que está perdiendo. Tendrás que trasplantarle sangre al llegar
Una mierda que no lo logrará -murmuré para luego comenzar a golpear el suelo con fuerza junto a Raven y John-

TRAS un más tarde conseguimos llegar a Sanctum.
Llevamos con prisa a Emori al despacho mientras Jackson y Raven trataban de reanimarla.
Cardan estaba sentado en una de las mesas mirándonos preocupados mientras yo trataba de tranquilizar a John.
Todos soltamos un suspiro aliviado cuando Emori volvió a respirar
Casi no tiene pulso. Ha perdido mucha sangre -le dijo Jackson-
Ponle la mía -contestó John-
Y la mía -contestamos al unísono Raven y yo-
Murphy es un sangre nocturna. Vosotras no. Y, Nat, tienes que prepararte para donarle a Cardan. Comienza a tener los labios violetas -me explicó Jackson- Raven, ve con los demás
No puedo dejarla así -señaló Raven-
A menos que seas cirujana, no hay nada que puedas hacer -replicó Jackson- la estabilizaré y sacaré la barra
Podrían estar atrapados. Debes liberarlos -añadió John-
¿Yo sola? ¿Cómo? -preguntó Raven-
Tú puedes. Siempre te las arreglas para ayudarnos -le respondí a lo que ella asintió tras mirarme y comenzó a irse-
Eh -la paró Murphy- en cuando estén a salvo, ve a por Madi, ¿vale? Debéis detener a Cadogan

NO va a estar más estable -le dijo Jackson- ya es hora...
¡Jackson! -se escuchó una voz conocida. Sonreí mínimamente cuando él y Miller se abrazaron-
¿Te ha sacado Raven? -le preguntó Jackson-
Sí. Ella y Wonkru se han ido a Bardo -respondió Miller-
¿Sin ti? -le preguntó Jackson-
No volveré a dejarte. Pase lo que pase, estaremos juntos -le respondió Nathan a lo que yo sonreí triste tras tener un deja vu con Bellamy-
Me alegro de que estés bien. ¿Qué hay de lo mío? -pidió John-
¿Qué hago? -le preguntó Miller-
Sujétala bien mientras saco la barra -le pidió Jackson- puede haber daños mayores si se mueve. A la de tres. Uno, dos, tres
Oh Dios mío... -murmuré abrazando a un débil Cardan hacia mi pecho tras ver el gran 0 en rojo y a John llorar por su pérdida-
Emori, venga. Te quiero -sollozó Murphy a lo que yo hice una mueca mientras una lágrima caía por mi mejilla-

EXTRÁELE la unidad mental -le pidió John a Jackson cogiendo un bisturí-
¿Para qué? ¿Para insértartela en la cabeza? -cuestionó Jackson- ya sabemos cómo acabó lo de Clarke y Josephine
Muy bien. Lo haré yo mismo -respondió Murphy yendo hacia ella-
John... -negué con la cabeza mientras Cardan estaba sentado con su espalda sobre mi pecho y mi brazo por sus hombros y una vía nos unia mientras pasaba mi sangre a él- es peligroso
Necesito hacerlo, Natalie. No puede terminar así -negó él a lo que Jackson le ayudó a quitarle la unidad mental-

JACKSON y Miller bailaban lentamente en silencio mientras John sujetaba la mano de Emori y ambos estaban en un profundo sueño.
Yo estaba mirando a los cuatro hasta que noté a Cardan removerse entre mis brazos
¿Mamá? -preguntó a lo que yo asentí con una pequeña sonrisa y besé su frente- he tenido el mejor sueño de mi vida
¿Sí? ¿Qué soñaste? -le pregunté apartando un par de mechones de su frente pecosa-
Papá, tú y yo estábamos juntos en una casa. Había un gran jardín lleno de flores -sonrió ampliamente Cardan-
Tu padre me dijo lo mismo en el Arca -sorbí mi nariz con una sonrisa- decía que algún día íbamos a ser felices juntos. Y que podríamos tener un perro
¿Y por qué no se pudo hacer realidad? -hizo una mueca el menor posiblemente recordando lo pasado-
Porque a veces no sale como tú quieres -me encogí de hombros para luego levantarme sin soltarme y apoyar su cabeza en mi hombro- ¿Sabes otra cosa que hacía papá? Cuando estaba triste me solía sacar una risa bailando. Ponía un poco de mi música y bailábamos
Debisteis de ser muy felices, mamá -me respondió Cardan-
Lo éramos. Y ahora te tengo a ti -sonreí-

DE un momento a otro habíamos conseguido trascender. Fue precioso ver cómo todos comenzaban a ser rayos de luz.
Incluso sonreí con tristeza tras comprobar que Bellamy tenía razón y yo solo lo trataba como si estuviera loco.
A pesar de eso, había decidido que no quería subir. No aún.
Tal vez la vida no había sido maravillosa, ni mucho menos.
Habíamos experimentado el miedo, la guerra, el dolor, la traición, la venganza y muchísimas cosas que aún nos seguían marcando.
Pero también la confianza, la honestidad, el amor, la amistad, la familiaridad y el poder de la unión.
Eso fue lo que me hizo querer quedarme.
Incluso estuve ilusionada al ver que en el pequeño terreno de tierra yacían Murphy, Emori, Jackson, Miller, Gaia, Indra, Echo, Octavia, Hope, Raven, Cardan, Jordan y Picasso.
Al fin y al cabo éramos una familia.
Eh. Ya ha llegado -nos llamó Murphy-
Hola -la saludé yendo hacia ella para abrazarla con fuerza. Raven y Murphy siguieron mi acción para luego ir junto a los demás-

¿PUEDO brindar? -pedí levantándome haciendo que todos alrededor de la hoguera paren de hablar y me miren- quiero agradeceros a todos por estar aquí hoy conmigo. Por todos los horrores que hemos pasado juntos pero también por los buenos momentos que hemos vivido. Las sonrisas que nos hemos regalado, los abrazos, los besos, el amor, las risas que hemos tenido. Las despedidas, los encuentros. También quería recordar a todos los que hemos perdido en el camino para llegar a un lugar como este. Estarían orgullosos de que hayamos elegido quedarnos juntos en un lugar como este. Hemos tenido diferentes facetas, cambios, estilos de vida y hemos pasado cualquier cosa inimaginable. No hubiera conseguido estar aquí hoy, ni mi hijo, de no ser por cada uno de ustedes que me ha animado, me ha salvado la vida o ha estado allí cuando lo necesité. O quiero mucho, familia