𝑵𝑨𝑻𝑨𝑳𝑰𝑬|ʙᴇʟʟᴀᴍʏ ʙʟᴀᴋᴇ

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UNA mañana tan aburrida como las otras, o eso creía, me colocaron una pulsera metálica en una de mis muñecas y me guiaron a una nave o algo parecido.
Todos viajábamos sin saber a dónde y prácticamente obligados pero al menos me habían dejado entre Monty y Jasper.
Hola, escuadrón -saludé soltando una risa pero siendo interrumpida por las pantallas encendiéndose-
Presos del Arca, escuchad -se escuchó a Jaha- tenéis una segunda oportunidad. Y, como vuestro canciller, espero que consideréis esto no solo como una oportunidad para vosotros, sino para todos. De hecho, también para la humanidad. No sabemos lo que os espera ahí abajo. Si hubiese más probabilidades de sobrevivir, mandaríamos a otros. Os enviamos porque vuestros delitos os han hecho prescindibles. Si sobrevivís...
Tu padre es gilipollas, Wells -se escuchó la voz de alguno de nosotros por la nave-
Vuestros delitos serán perdonados y no tendréis antecedentes -siguió el vídeo de Jaha- aterrizaréis en un lugar escogido. Antes de la guerra, había una base militar en el interior del monte Weather. Almacenaba suficientes provisiones para sustentar a 300 personas durante más de dos os. Nadie llegó a utilizarlas.  No podíamos daros nada, ni comida ni medicinas
Eh, abrochaos los cinturones si queréis sobrevivir -escuché a Clarke viendo algunas personas seguir el ejemplo de Finn Collins y flotar por la nave-
El monte Weather significa vida. Debéis localizar esas provisiones inmediatamente -siguió Jaha- solo tenéis una responsabilidad: manteneros con vida
Vaya consejos de mierda -murmuré colocándome bien el cinturón ante el gran movimiento. Hice una mueca de dolor al ver a los chicos que iban flotando estamparse contra una de las paredes gracias a un movimiento brusco para, segundos después, caer y quedar en silencio- eso ha tenido que doler un poco
Escuchad. Ya no hay zumbido -nos dijo Monty segundos más tarde. Después los cinturones se abrieron y la gente empezó a bajar de los sillones en manada.  Seguí a los demás hacia abajo hasta que me quedé de piedra al reconocer a cierto chico-
¡Quieto! El aire podría ser tóxico -Clarke paró al chico que intentaba abrir la puerta. El que me tenía como una idiota mirándolo-
De ser así, moriremos de todas formas -replicó Bellamy-
¿Bellamy? -una chica lo llamó. Sonreí al ver de quién se trataba-
Dios, qué mayor estás -le dijo Bellamy con una sonrisa para luego abrazarse. Parecía esas amigas de mi madre que no conocía de nada y me decían lo mismo-
¿Qué llevas puesto? ¿Un uniforme de guardia? -le preguntó Octavia-
Lo robé para subirme a la nave -le respondió su hermano- alguien tiene que cuidar de ti
¿Y quién cuidará de ti, Bell? -me burlé haciendo que se giren para verme. Solté una pequeña risa y caminé hacia él haciéndome paso entre la gente-
Natalie... -Bellamy sonrió como si fuera algún tipo de alucinación. Las mismas que yo tenía al tomar esas plantas con Jasper y Monty-
Bellamy... -repliqué en burla haciendo un gesto misterioso con las manos. Sonreí cuando me abrazó con fuerza y mis pies se despegaron del suelo. Correspondí su abrazo soltando un gritito de alegría y luego me separé de él para besarle siendo correspondida- tú también has crecido, Bellamy Blake
¿Y tú pulsera? -Clarke le preguntó a Octavia interrumpiendo el momento-
¿Te importa? Llevo un año sin ver a mi hermano y mejor amiga  -replicó Octavia. Miré con el ceño fruncido a la gente que decía cosa poco bonitas y luego a Bellamy sujetar a Octavia para que no hubiera ninguna pelea-
No les hagas caso, creo que el espacio se llevó sus neuronas -le dije haciendo que me miré. Le sonreí y nos dimos un pequeño abrazo para luego volver a separarnos- deberían de recordarte por otra cosa que esa basura
¿Cómo qué? -preguntó ella a lo que Bellamy y yo nos miramos cómplices. Eso no cambiaría-
Por ser la primera en pisar la Tierra después de cien años -le respondió Bellamy para luego abrir la puerta. Una gran sonrisa salió de mis labios al ver el bosque. Era precioso-
¡Hemos vuelto, cabrones! -gritó Octavia tras salir de la nave. Solté una risa para luego ver a los demás salir y celebrar el regreso a la Tierra. Mordí mi labio, con mi gesto usual de desconfianza, y luego a un Bellamy con una sonrisa divertida extendiendo su mano-
¿Desde cuándo te da miedo descubrir cosas? -me preguntó-
No me da miedo, idiota -rodé los ojos con una sonrisa divertida para luego salir sin tomar su mano. Me quedé hipnotizada por los árboles verdes y el olor a tierra húmeda-
¿Es cómo lo imaginabas? -me preguntó Bellamy detrás mío-
Aún nos queda mucho por descubrir, ¿no? -le respondí. Ambos nos sonreímos y, al fin, sujeté su mano para ir junto a los demás-