Lo Que Oculta La Máscara 2: Save My Life - Juliantina G!p (Terminada)

Capitulo 41

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Valentina paró en la entrada del pequeño hostal y antes de que pudiera bajar del todo ya tenía a un gorila encima, disimuladamente le mostró como la estaba apuntando con un arma pequeño. Valentina sintió como el corazón se le subía a la garganta, nunca había estado en una situación como aquella, con algo tan peligroso apuntándola. La rubia cargó con la maleta llena de dinero y fue guiada hasta la habitación de Sebastián. Se quedó sin aire cuando entró en la habitación y se encontró con la hija de Lauren tumbada en la cama y sin moverse, las sábanas estaban manchadas de lo que parecía sangre, quizás explicarían también que el hombre tuviera una enorme tirita en su tabique nasal y el rostro inflamado, con marcas, como si alguien le hubiera mordido. Dudaba que la guarra de Becka, que se hallaba detrás de Sebastián como si fuera su lacaya lo hubiera hecho. La rubia tiró la maleta con el dinero encima de la mesa:

— Así me gusta— dijo Sebastián mientras habría la maleta riendo entre dientes— que obedezcas como una buena perra.

La pequeña Diana comenzó a llorar, había llegado la hora del desayuno y como que esa niña no perdonaba ni una de las comidas. Valentina miró con rabia a Sebastián, una parte de su ser interno ardía por la furia, quería saltar por encima de la mesa y ahorcarlo, por otra parte su cerebro ganaba que corriera a cunar a su niña que no paraba de llorar, miró a la cama, donde estaba el cuerpo de Edith con el conocimiento perdido o eso parecía. Sebastián la estaba ignorando pues estaba fascinado por la cantidad de dinero que estaba encima de la mesa:

— ¿Edith está bien?

No regresó a mirar nuevamente a Sebastián cuando se encogió de hombros por el fuerte disparo. Valentina se giró con las manos tapándose la boca y los ojos como platos. Pues Becka tenía el arma levantada y el cuerpo de Sebastián caía desplomado al suelo con una herida mortal en la cabeza. La rubia intentó contener las ganas de vomitar, pues juraría ver trozos de sesos esparcidos encima de la mesa, parte del dinero se vio salpicado de sangre. Acto seguido la morena curvó la comisura de los labios y ladeó la cabeza, mientras apuntaba a Valentina:

— Oye, ahí está el dinero— dijo levantando las manos— llévatelo y déjanos en paz

Becka comenzó a reír como si le hubiera contado un buen chiste:

— Lo cierto, es que el dinero— lo miró de reojo— me vendría bien para unos zapatos de Prada, guárdalo en el maletín— hizo una seña con el arma antes de volver apuntar a Valentina— vamos, vamos— apuró a la rubia que comenzó a guardar el dinero con cara de asco, estaba manchado de sangre, se escuchó un sonido quejumbroso, Edith comenzaba a despertar y la cabeza le dolía a horrores— en realidad solo te quería a ti y no soy tan estúpida como ese gilipollas— se refirió al cadáver que estaba tirado en el suelo— posiblemente haya un equipo ahí fuera esperando a que asome mi preciosa cabecita— Dio unos pasos hacia Valentina, torciendo el gesto cuando observó cómo su zapato de color turquesa se ensució con la sangre de Sebastián, levantó un poco el pie y lo sacudió rápidamente— incluso muerto es un guarro, quería perder más tiempo y esperar a que le pagaras, sus métodos no eran los más efectivos— se encogió de hombros— tuve que cabrearlo y hacer como que le mandasteis un sicario— Valentina la miró fulminante, le había culpado a Juliana por aquello aun después de que le dijera que no había hecho tal cosa— solo así se atrevió secuestrar a la mocosa

— Deja que vaya a atender a mi hija por favor

Dijo ya a la desesperada, pues la niña lloraba a cada vez más alto:

— Suelta a la adolescente y que se la lleve— apretó más fuerte el arma— como intentes huir te mataré.

Valentina no tardó en ir a la cama y le quitó el saco a la chica que estaba volviendo en sí, la rubia acarició con cuidado a la castaña, realmente le impactó encontrarla tan golpeada, tenía un ojo morado e hinchado, ni siquiera tenía la capacidad de poder abrirlo: