LA BÚSQUEDA DEL AMOR.

♤CAPITULO 14♤

La cacería transcurría normal, la joven Jiang, era en verdad digna de título, cada tiro que tenía no fallaba, además de tener esa presión única, su hermano no era la excepción, también era digno de título, todo apuntaba que eran hijos de la auténtica araña violeta, y atrás no se quedaba su discípulo, todos se quedaban admirados, era claro quien los entreno; pero en esa cacería unos ojos color azulados se toparon con unos ojos color aceituna, y rápido sintieron una conexión, era claro que eran destinados, después de esa cacería pasaban más tiempo juntos, incluso el omega reía, el amor iba naciendo, los líderes no tardaron en darse cuenta, y aceptar que se casaran, todos hablaban de esa unión, era mágica, era un amor único, pero claro no todos corrieron con la misma suerte, cuando la hija del líder Wen, Wen Zi, interfiriera en el corazón de un omega...

Wei Wuxian, hijo adoptivo de los líderes de la Secta Yunmeng Jiang, un omega de gran talento, logró capturar el corazón de tres jóvenes alfas, pero su corazón ya pertenecía al joven de túnicas blancas, al segundo jade, de la Secta Gusu Lan, ni uno de los dos se daba cuenta ta de sus sentimientos y Madam Yu se reprendió por ello, tal vez sus pequeños eran inexpresivo  por la crianza que les dio, pero no contaban que la hija del líder Wen, Wen Zi, interfiriera en su corazón, la joven alfa confesara sus sentimientos al omega, pero este rechazo rotundamente, su corazón ya le pertenecía a alguien  más. La joven alfa se fue derrotada, el líder Wen se entero y entonces todo colisionó, ese omega tenía la capacidad de dar a luz a un alfa de sangre pura, y entonces empezó la codicia, en la Secta Wen, no había un alfa dominante como heredero, entonces alguien que podía dar un decendiente Alfa con capacidades únicas de líder era bueno, para el cultivo que practicaban; solo se detendría si ya estaba marcado por su alfa.

La Secta Yunmeng Jiang no tardo en enterarse y entonces empezaron a proteger más al omega, en un momento quisieron comprometerlo con su heredera, pero no funcionaria, y entonces empezó la guerra, los Wen, empezaron a querer con ansias a ese omega, pero que pasado tenía para que este fuera algo especial, para una Secta proveniente, nadie lo sabe, solamente el líder Jiang, y no iba hablar tan fácil, así que como buenos padres decidieron que el decidiera su camino, el joven omega sabía que tenía que tomar una decisión para salvar a las sectas, pero sobre todo, quería salvar a las personas que quería, y así lo hizo, asiendo el sacrificio, de su persona, y del amor que tenía al segundo jade, se entregó al valle fantasma y comenzó con el camino ortodoxo.

En el suelo se encontraban charcos de sangre, las espadas se auxidaban con el calor de la sangre, los quejidos y lamentos se escuchaban, por todo el inmenso campo, las cuchillas afiladas se chocaban entre sí, habían un montón de cadáveres bajos los pies de aquellos que aún seguían en pie, las armas espirituales daban lo máximo de ellas, el olor metálico de la sangre estaba existente, sus manos estaban manchadas, sus túnicas se encontraban sucias, su cara aún mantenía las gotas de sangre secas y frescas de los que fueron sus víctimas y de los que perdieron la vidas en sus manos, el olor a hastio se allaba presente, la muerte hacia su presencia cada minuto, era un valle de muertos, y sangre de aquellos enemigos y de los que fueron amigos, las enemistades crecieron entre sectas, las alianzas decían ser lo que los salvaron, pero no fue así, hicieron empeorar las cosas, la Secta Yunmeng Jiang estaba en una guerra sin fin con la Secta Qishan Wen.

El joven omega, amaba al segundo jade, Lan WangJi, pero lo que es su líder, no aceptaban el camino ortodoxo, así que lo mejor para esta guerra era entregarme a un alfa; en mi camino encontré a muchos parecidos que yo, pero no eran aceptados por la sociedad, desaparecí dos meses, cuando los Wen por fin me capturaron o eso creían, ignore el dolor que sentía, pero debo admitir que me dolió más, cuando me enteré que Lan WangJi, se había casado con una joven discípula de LanLing, senti mi corazón partirse en miles de pedacitos, dolía, mierda como dolía, no dolió tanto las golpizas y la tortura que me hicieron sufrir, como ver que la persona que amas se case con alguien más, así partí a mi Secta, le conté a mi familia mi decisión y estuvieron de acuerdo, mi hermano no se había podido casar con su destinado, aunque se vieran un poco, entonces me dirigí a la Secta de Qingue Nie, le pediría ayuda al líder Nie, pero no esperaba semejante propuesta, quería que me convirtiera en Madam Nie, al parecer el camino de cultivo que tomé le ayudaba para evitar más desviaciones de Qi, así que decidí pensarlo, ya nadie me aceptaría con ese camino, la persona que amaba ya se había casado, el golpe que me devastó es que después de un mes el ya esperaba un hijo, así que mejor; que aceptar esa propuesta, decidi decirle mis sentimientos, y el acepto, era lógico a nadie le importaría los sentimientos en medio de un guerra, decidimos informar a las sectas sobre esto, y aceptaron, tiempo después la guerra empezó de nuevo, la Secta Qingue Nie tuvo que ir a la Secta Gusu Lan, para hablar sobre los nuevos temas de alianza, y entonces lo vi, venía con su esposa y su hijo en sus brazos se veían felices, me dolió verlos, me limite a sonreír, saludar con una reverencia y tomar la mano de mi esposo y continuar en una mini charla con el Líder Lan, el ya no tenía espacio para mí en su vida y aunque duela debo admitir la realidad.

Todo cambio de esa mañana, la guerra se intensificó, y mis inventos ya no daban para más, así que cree una arma capas, de levantar a los muertos y tener más provabilidades de ganar, pero el sello de tigre estegio, causo muchas controversias, y demasiados deseos de poseer lo y entonces se revelaron contra mí, un ser que sacrifico todo por ellos, esa noche todo cambio, en las tiendas de guerra, escondí el tesoro más preciado que tenía y me dirigí a aquel campo de guerra, me pare arriba de aquel tejado, reí como antes, todos me miraban como si estuviera loco, tome toda la energía resentida, destruí el sello, y deje que los cadáveres, me corcomieran hasta las entrañas, sus uñas me desgarraban la piel y sus dientes arrancaban mi carne, mis lágrimas corrieron, sabía lo que había dejado atrás, pero si quería protegerlo era la mejor forma, así que revise por última vez el talismán, recordé las cartas que dejé; cerré mis ojos y di mi último aliento, enterrando me con todas mis creaciones, y dejando atrás mi más grande tesoro.