Cap. 11 La voluntad de la Corona.

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Beteado por Hikari Takaishi Yagami :3 Mil gracias :3

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Beteado por Hikari Takaishi Yagami :3 Mil gracias :3

El sol despuntaba en el horizonte y los primeros rayos pasaban por la delgada y blanca cortina, mientras Kenny terminaba de abotonar su camisa.

El aroma de té caliente llegó a su nariz así como el aroma del desayuno listo. Salió de su habitación encontrando a su hermana colocando dos platos en la mesa.

El mayor miró hacia la puerta de la habitación de Levi que ya estaba abierta pero no lo percibía en el lugar.

—¿Dónde está el enano?— Preguntó cuando una sombra grande y momentánea pasó cubriendo la luz por un segundo acompañada del ruido de un motor que se alejaba.

Kenny rodó los ojos con un gesto de fastidio al tener ya su respuesta aún así Kuchel le dijo mientras servía el té.

—Levi salió antes, dijo que estaría con Hanji, que verían el amanecer.— Explicó con tranquilidad bastante feliz de que su hijo estuviera disfrutando su tiempo con Hanji.

Kenny tomó asiento ahora se le notaba malhumorado.

—Esos dos terminaran causando algún problema, Zoe está en la mira de otros omegas, probablemente creen que por ser mujer será más fácil de seducir, y Levi no debería estarse paseando así.

—Ellos estarán bien, son destinados y ya escuché que Hanji es bastante firme. Defendió a Levi en la Universidad.

Kenny tomó de su té, también ya sabía lo del incidente.

—Creo que ambos se complementan pero también sé que pueden ser problemáticos, Levi es pólvora en reposo, Hanji un fiesta de fuegos artificiales. Habrá que vigilarlos o pronto tendremos una jodida explosión.— Se quejó.

Pero Kuchel seguía con la sonrisa en los labios.

—Si tienen bebés serán muy bonitos, Hanji es una Alfa muy bella.— Afirmó haciendo que su hermano levantara una ceja.

Avión.

El aeroplano surcaba el cielo rápido y grácil mientras los rayos del sol lo coloreaban de tonos dorados contra el azul profundo manchado de blancas nubes.

El amanecer en todo su esplendor se reflejaba en los ojos de Levi, maravillado por el espectáculo de luz cruzando las nubes.

Hanji sonreía feliz de aquello, sus manos sostenían el timón llevando su vuelo por entre las nubes más bajas para descender conforme avanzaban y remontar nuevamente en una amplia vuelta. Era un momento perfecto.

Repentinamente el sonido de otra máquina se escuchó, la pareja se miró por unos segundos antes de que Hanji comenzara a bajar, el ruido de aquel motor le parecía conocido.

Sin duda lo había escuchado antes, lo tenía claro, era el motor de un aeroplano más pesado. El sonido llegó tan repentino, por lo que la castaña trazó mentalmente la ruta, debió de acercarse contra viento para que el sonido no fuera percibido antes. Pero no le gustó nada aquello, Levi percibió la repentina tensión en su Alfa.

Memorias de un Pecador.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora