Una corona sin heredero... El poder absoluto... Una corte... una traición que se cuece a fuego lento... La víctima del deseo más bajo y los pecadores que danzan al ritmo de su propia historia.
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Beteado por Hikari Takaishi Yagami :3 Mil gracias :3
El sol ya iluminaba las torres más altas del Palacio aunque bajo su hermosa fachada la parte de la construcción bajo tierra era una continua oscuridad, sólo dispersa por las pequeñas lámparas unidas a la pared del pasillo central de las celdas.
Y ahí era donde los actuales detenidos habían pasado la noche.
Hanji se estiró y desperezó en su camastro, tal vez el lugar era oscuro y la baja luz de las lámparas monótona pero su reloj biológico le decía que era momento de despertar.
Y, gracias a lo traído para ellos, no había sido una noche tan dura con respecto al frío o la incomodidad. La castaña se levantó y el sonido del agua llegó a sus oídos haciéndola mirar a la celda del frente.
Kenny ya estaba levantado y lavaba su rostro en el pequeño servicio que tenían las celdas, un detalle bastante humanitario de aquel encierro para que los prisioneros pudieran mantener la higiene.
Hanji observó curiosa mientras Kenny se secaba el rostro, su dorso se mostraba al descubierto. Su mirada no era de interés ni morbo, más bien era analítica y curiosa.
El cuerpo del maduro alfa era bastante musculado, de complexión atlética pero definido bajo la blanca piel. Además por cómo se movía el tejido muscular por debajo de esta era claro que el tejido fibroso que los formaba era bastante fuerte.
—Deja de verme mocosa ya tendrás tiempo de estudiar al enano, su cuerpo también está musculado, además de joven, fuerte y sin un mar de cicatrices.— Le dijo Kenny girándose para verla.
—Lo siento, no era mi intención incomodar, es solo que me pareció curioso su fuerte tono muscular, creo que su línea de sangre tiene una propensión a desarrollar un cuerpo fuerte. — Afirmó ella como disculpa ahora notando que era cierto lo dicho por Kenny antes. Había varias cicatrices tanto en su espalda como pecho, incluso en los brazos. —¿Por qué tiene tantas marcas? — Preguntó ella curiosa.
—Me han intentado apuñalar más de una vez. Nada extraño en realidad. Las más largas fueron con cuchillos, tengo algunas de navaja incluso una de bala, todas tienen su historia, unas interesantes, otras no.— Explicó mientras se colocaba la camisa.
Hanji ladeó un poco la cabeza como mirando a detalle un área.
—Las que están bajo su clavícula izquierda no parecen de arma blanca, más bien parece la cicatriz de quemaduras.— Señaló ella notando como Kenny pareció quedarse serio y rígido por un par de segundos.
—No creí que una niña de alta sociedad supiera como se ven algunas cicatrices.
—¿Cómo se hizo esas marcas? No parecen de agua hirviendo — Preguntó ella por los segundos de abstracción que tuvo Kenny.
Él continuó abotonando su camisa dejando el gesto anterior para hablar como siempre.
—No es una historia agradable, además fue hace muchos años cuando yo era solo un mocoso, en torno a ello no hay nada digno de ser escuchado, solo digamos que los adultos, en una zona de mierda, son unos hijos de puta con todo lo que se mueve.
