Memorias de un Pecador.

Cap. 25 Un charco de amoniaco.

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Uri regresó a su habitación seguido por Kenny, mientras Traute  fue a movilizar a su grupo de guardias bajo su dirección directa.

—Kenny ve por Kuchel, Levi estará con Hanji así que estará seguro.

—¿Estarás seguro?— Preguntó Kenny aún que su preocupación cubría el hecho de que su hermana estaría ya en su habitación y era claro que había más traidores de los que pensaban lo que la ponía en riesgo ahora que todos sabían que era la madre del heredero real.

—Lo estaré no es que vayas a demorar tanto.— Afirmó Uri.

Kenny salió con paso rápido y apenas llegó al pasillo cuando un fuerte olor llegó a su nariz, era una combinación amoniaco y otro aroma que no identificó.

La saturación era inmensa para cuando llegó al pasillo de abajo hallando grandes charcos en el suelo.

Su cabeza comenzó a punzar de inmediato ante el penetrante olor afectando su sensible olfato. Apresuró sus pasos hacia las habitaciones pero al entrar no encontró a Kuchel.

Un gruñido nació en su garganta, era claro que algo estaba ocurriendo en aquel instante.

Salió nuevamente y se topó con Isabel que llevaba una cubeta y varios paños.

—¿Tienes idea de por qué esto está aquí?— Le cuestionó.

Isabel se detuvo mostrando una expresión de consternación.

—Hace poco también percibimos el olor y algunos vimos a guardias con la cara cubierta derramando esto por varios pasillos.  Farlan quiso saber igual pero apenas lo vieron se alejaron. Si busca a Lady Kuchel está en la cocina con Lady y Zoe, Zacharius y Smith.

Kenny sintió como la tensión comenzó a subir por su espalda, todo estaba mal y estaba sucediendo bajo su nariz y no podía verlo.

¿Bajar a la cocina o regresar con Uri? Se cuestionó. Se preguntó, miró nuevamente a Isabel y dio órdenes.

—Deja esa cubeta ve donde mi hermana y dile que suba a la habitación del Rey, si Farlan está ahí dile que la escolte.

Una vez dicho eso se movió de regreso cuando repentinamente varios guardias pasaron con rapidez por el otro pasillo.

Punto exterior de las habitaciones con balcón.

Eren lanzó una pequeña piedra a la ventana y esperó, las cosas en el Palacio se habían puesto incómodas entre el anuncio del Rey y el intento de asesinato del mismo.

Pero aquello poco le importaba al castaño ya que tenía su propia situación de interés y ese era ver nuevamente a la hermosa Princesa de negros cabellos, en especial porque después de todo lo ocurrido ella ya no había podido salir libre por el Palacio.

La ventana se abrió lentamente mostrando a la joven que salió casi a hurtadillas y tras ella Sasha.

La castaña amarró una cuerda al decorado del balcón y Eren vio como ambas bajaban, era claro que sus padres no deseaban dar importancia a que ambos demostraron aquella atracción inevitable.

Mikasa llegó donde Eren con rapidez y se abrazó a su cuello olfateando el suave aroma a chocolate amargo del joven castaño.

—Sé que mañana se van del Palacio.— Afirmó Eren mirándola a los ojos.