LA OTRA VERSIÓN DE TI

"Señales"

Zhan atacaba los labios del castaño, eran tan adictivos que soltó un gemido de disgusto cuando este se separó para quitar sus camisas; una vez logrado, Yibo, con su brazo izquierdo tomó y rodeo la cintura del contrario, mientras que el derecho se posó en la espalda como soporte por el leve arqueo del cuerpo, permitiéndole así repartir besos húmedos por su rostro, cuello y clavículas.

La respiración agitada y los suspiros de satisfacción en Zhan solo incitaba al castaño a seguir manoseando lo a su antojo, al igual que la hábil mano de este bombeando su miembro amenazaba con hacerlo llegar rápidamente al clímax, tomó la mano y la entrelazó con la suya, haciéndole saber que no quería ser sobre estimulado, sería suficiente con sentir su intimidad dentro, presionando su punto dulce.

El sonido de los chapoteos y ambas pieles chocando inundaban la habitación. - "¿Cómo llegamos a ésto?" - Se decía a si mismo con la poca cordura que conservaba, no lo sabía y mucho menos hacía el esfuerzo de analizar mejor su situación, ya que los espasmos producidos por el choque del miembro del castaño, moviéndose entre sus paredes lo dejaban en blanco. Era su primera vez, su primera experiencia, esperaba que fuera gentil y amable, si de por sí el hombre está bien dotado y con buen tamaño mínimo debía concederle eso. Para su fortuna así fué.

Dando sus últimas estocadas terminó por vaciarse dentro del pelinegro; su retirada fue algo realmente satisfactorio para ambos, el beso en la frente y el abrazo para dormir un dulce detalle recibido de parte del castaño. El ser acogido de tal forma le generaba una cálida opresión en el pecho, una seguridad y protección que la sentía especial. "¿Eso es amor?" Pues se sentía bien.

Por la mañana, sin abrir los ojos por la luz que reflejaba la ventana, Zhan extendió el brazo para buscar a Yibo, sin embargo estaba sólo. En una rápida reacción se sentó preocupado, fue ahí cuando cayó en cuenta que estaba bien vestido, no sentía dolor, todo había sido un sueño, el mismo chico se encontraba durmiendo al otro lado en su propia cama tranquilamente. Al instante empezó a hacer calor para el pelinegro, su rostro se pintó de mil colores y ni hablar de su amiguito, definitivamente necesitaba una ducha fría, relajarse y salir de la habitación, quizá a Cheng no le importe una visita inesperada. Considerando que es sábado mejor le llevaba un café de paso.

_________________En el cuarto de Cheng_______________

- Todavía te quedaba una pregunta por responder.

- ¿A qué te refieres?

- ¿Te gusta Yibo? Y se sincero.

- La verdad que a estas alturas no lo definiría como gustar... Puede ser atracción.

- Pero, ¿De cuándo aquí tú tienes deseos carnales?

- No lo digas así, por favor.

- Bien pues ¿De cuándo aquí te gustaría que Yibo te coja?

- Cheng! Dije, por favor. - *Se sonroja*

- Ok, pasar tiempo con Lu definitivamente afecta. Aquí vamos de nuevo, ¿De cuándo aquí te atrae Yibo?

- Creo que...desde el incidente de la ducha.

- ¿Incidente de la ducha? Eso no nos lo contaste.

- Claro que no, es demasiado vergonzoso para mí, la verdad.

- Ajá, continúa.

- Pues...ví a Yibo desnudo mientras se duchaba.

- ¡¿Cómo?! Pero-

- Fuí a comprar una cortina para ponerlo en el baño y que justamente no sucedan este tipo de cosas. Resulta que pasó antes de lo esperado, coincidentemente Yibo tomó una ducha ese día, ese mismo rato y pues...entré y ya sabrás que ví.