Reencarnación sombría en: Merlina

021 - Puliendo el piso

La historia original así como sus personajes no me pertenecen. El crédito es para sus respectivos creadores. Esta historia está escrita por diversión y deseo de entretener sin ánimos de lucro.

...

Las consecuencias sobre lo ocurrido en el día del contacto fueron graves, no para mí o algún excluido.

El alcalde se puso furioso pero con las críticas en los noticieros y el internet, además de varios habitantes del pueblo que no les importo lo que le pasó, su popularidad cayó en picada y su reelección es casi imposible.

Larissa, por otro lado, se enfadó ya que hay mucha inconformidad, por parte de los más viejos. Pero debido a que Gwen nos apoyaba terminó peleando con ella.

- ¡Nunca espere esto de ti querida! -dice con una mueca para evitar gritar.

- Pues que poco me conoces madre-dice Gwen cruzando los brazps-, no es igual pero como si a los judíos les pidieran que fueran a un museo de ..

- Entiendo a dónde quieres llegar… pero no es lo mismo -interviene Larissa.

- Es peor -dice Gwen- ya que tú, una excluida hace que sus estudiantes, con tal de mantener buenas relaciones, se humillen ante los peregrinos.

- Trato de que avancemos…

- Pues hay más caminos madre…

Al final, la directora Weems, terminó por rendirse y prometió analizar sus principios.

El sheriff fue el peor ya que me quería arrestar, solo por qué si, pobre infeliz.

Por otro lado, por incentivo de sus visiones y con su curiosidad y deseo de resolver el caso, Merlina entra a la morgue, claro me pidió que quemará las cámaras además de que la acompañará a revisar, todo por mi chica gótica.

Al entrar nos repartimos las tareas, dedos saca la información de los asesinatos y Merlina y yo nos quedamos con la parte divertida, revisa los cuerpos. Se podría decir que es nuestra primera cita en mucho tiempo.

Al ver qué el Sheriff y el forense se acercan, Dedos se sube a la mesa en dónde está Merlina.

- Debes ocultarte Merlina -digo cubriendo el cuerpo del vagabundo y regresándolo al compartimento-, alguien viene.

Merlina rápidamente entra a uno de los compartimentos refrigerados, mientras yo me oculto en otro cuarto.

La plática de ambos es igual a lo que recuerdo, al ver a Merlina no puedo evitar reírme, aunque no fue tan fuerte para que me escuche, me cubro la boca.

Cuando veo a Dedos salir del cráneo me dirijo hacia donde está Merlina.

- ¿Debería dejarte aquí un rato? -pregunto sonriendo.

- Dame cinco minutos -me pide anhelante -, esto es confortable.

- No tengo muchas ganas de esperar… -digo fingiendo seriedad y luego sonriendo maniaticamente- nos veremos mañana…

Antes de cerrar le doy a Merlina un frasco con mi sangre, por si acaso se está muriendo.

Su mirada pasa de una sorprendida a una agradecida.

Quería aprovechar para invitarla al Raven, sin embargo Rose me lo pidió, así convencerá a su madre de que está haciendo un buen trabajo. Ha tratado de que Merlina tenga una visión al tocarla pero no ha pasado.

El día siguiente en la mañana, durante mi hora de café al despertar, las chicas, están constantemente pidiéndome que las lleve de compras, incluso las que no deberían estar en el Raven ya que Gwen les consiguió un permiso. Yo, dado el tema del baile, soy un invitado especial.