ᴇʟ ᴠᴇʀᴅᴀᴅᴇʀᴏ ᴀᴍᴏʀ

parte 8

Luego de comer en aquel restaurante, el alfa me guió hacia la playa que estaba en la parte de atrás del local, el sostenía mi mano con delicadeza sin decir nada sobre los guantes, algo que me dejo bastante tranquilo ya que no era un tema del que quisiese hablar.

- Llegamos, bonito. - anuncio mingi mientras detenía su andar y se giraba para verme con una pequeña sonrisa.

Parpadeo un poco saliendo de mis pensamientos para ver a mis alrededores, sonriendo con emoción al ver el hermoso rió mas de cerca, baje mi vista viendo la arena, luego subí mi vista hacia el alfa con una sonrisa burlona. Este pareció entenderme, así que ambos liberamos un par de carcajadas antes de comenzar a quitar nuestros zapatos y chaquetas, dejando estas de lado, sonreí al sentir mis pies desnudos tocar por primera vez la arena, estaba fría y era tan suave.

- Se siente tan bien... - con cuidado me senté sobre la arena, liberando un suspiro suave, pase de ver el río a ver el hermoso cielo bajo de nosotros.

Mingi me miro y no dudo en acercarse para sentarse a mi lado, dejando sus manos a los lados de su cadera y sus piernas extendidas, también extendí mis piernas lentamente bajando ahora mi vista hacia el alfa, que por sorpresa este ya me estaba viendo. No pude evitar liberar una risita baja cuando este apenado por haberlo descubierto bajo su cabeza y rasco su nuca.

- El cielo esta muy hermoso... - susurre.

- Demasiado hermoso en verdad...-

Ambos quedamos en un largo silencio, uno muy cómodo, ambos disfrutando de la compañía del otro junto con el viento fresco, el ruido de las olas y una baja música que provenía del restaurante del que habíamos salido hace un rato. Luego de unos pocos minutos mire una vez mas al mayor llamando su atención.

- Tengo una duda... sobre su poder...- respire hondo tratando de calmar mis nervios.

Mingi solo sonrió y se acomodo de mejor forma en su lugar para verme.

- Dime lindo, ¿que quieres saber?-

Abulte mis labios un poco mientras veía los ojos contrarios, sonreí acomodándome también en mi lugar para verlo de mejor forma.

- Cuando fue la primera vez que obtuvo su poder y... como es que aprendió a controlarlo?-

- Bueno... no recuerdo mucho, pero creo que obtuve mi poder a los 5 años, de la nada empece a quemar mis juguetes y mis padres en vez de asustarse o castigarme se emocionaron mucho. - el alfa rió y jugo con un pequeño anillo en su dedo, sonreí también al mismo tiempo que apoyaba mi mentón en una de mis manos.

- Y sobre controlarlos, uhm... fue algo difícil en realidad, mis padres tuvieron que contratar a un experto para que me ayude ya que era algo muy difícil de controlarlo debido que era un niño, pero a los 13 años pude controlarlo mejor, solo es practica, paciencia y te debe de gustar mucho tu poder. Hay gente en la tribu que no les gusto nacer con este poder entonces se les hizo mucho mas difícil. - 

Trague saliva con fuerza al mismo tiempo que bajaba mi vista lentamente a mis manos, acariciando mis dedos sobre los guantes y llevando luego mi vista hacia el rió.

joder... con mas razón es difícil manejarlo... nunca tuve ayuda de nadie y menos me gusta mi poder...

Respire hondo y luego libere el aire con un poco de fuerza, logrando llamar la atención del alfa quien me miro confundido debido a mi reacción.

- Estas bien?, pareces decaído... - este se acerco y rodeo mis hombros con sus brazo para apegarme a el suavemente.

No pude evitar liberar una carcajada tímido debido a esa acción ya que el mayor había aprovechado esa situación para abrazarme, pero tampoco me negué a alejarme y me acomode abrazando suavemente al mayor, apoyando mi cabeza en su fuerte pecho y cerrando un momento mis ojos debido al delicioso aroma del mayor, me atraía tanto que de manera inconsciente gire mi cabeza para acercar mi nariz a su cuello, olfateando un poco mas fuerte.

- Estoy bien... me gusta mucho tu aroma. - susurre de manera inconsciente.

Mingi abrió sus ojos con sorpresa por aquella sorpresa, pero a los pocos segundos sonrió abrazando un poco mas fuerte al menor, dejándolo contra su pecho, respirando mas de su aroma.

- También me gusta mucho tu aroma pequeño... realmente me encantas en tan poco tiempo, ¿que has hecho conmigo?- hablo el alfa en un susurro, causando que su voz suene mas grave de lo que ya era, haciendo que mi piel se erice lentamente.

Me atreví a levantar mi cabeza para verlo, sin darme cuenta de la poca distancia que había quedado entre nuestros rostros, los ojos de mingi se conectaron con los míos y los míos no cortaron en ningún momento el contacto visual, trague despacio un poco de saliva cuando note su vista bajar a mis labios, por impulso también lleve mi vista hacia los labios ajenos, sintiendo mis labios cosquillear ante las ganas de probarlos.

Mingi estaba de igual forma, el alfa tenia unas intensas ganas de besar aquellos labios tan apetitosos que parecían llamarlo, Mingi hasta llego a moverse para acercarse al omega, logrando quedar a pocos centímetros de lo que ya estaban, pero algo hizo que ambos se alejaran debido a un par de voces que provenían del restaurante. Quede mirando al alfa un largo momento de forma apenada al tener en cuenta de lo que íbamos a hacer.

realmente... íbamos a besarnos...

Ambos quedamos de esa forma un largo momento hasta que se puso mucho mas fresco de lo que ya estaba, así que sin quererlo tuvimos que separarnos para poder irnos ya que se acercaba la hora que mi madre dijo que este en casa, ambos nos pusimos los zapatos y caminamos tomados de la mano hacia su auto, donde abrió la puerta para mi, le regale una de mis sonrisas apenadas, recibiendo luego un guiño de su parte.

Ya dentro del auto me acomode sintiendo el calor en mis mejillas debido a la timidez, me puse el cinturón de seguridad apenas este subió al auto y prendió el motor, respire hondo abriendo la ventana un poco para que entre un poco mas de aire y poder ver mejor hacia afuera, cerrando mis ojos ante el viento que chocaba contra mi rostro. Pero los abrí luego al sentir una pequeña y tímida caricia en una de mis rodillas, mire rápidamente a Mingi con una pequeña sonrisa.

- Lo siento, no quise incomodarte. - hablo sacando su mano de mi rodilla.

- No lo hiciste, tranquilo... en realidad me gustan las caricias. - hable viéndolo, tome su mano y la deje una vez mas sobre mi rodilla, el sonrió y volvió a ver hacia adelante.

Los siguientes minutos el camino a mi casa fue muy tranquilo, pero de mi mente no podía sacar aquel momento, en donde casi estuvimos apunto de besarnos. Relamí mis labios lentamente, llevando mi mano libre a mi rostro, acariciando con mi dedo anular mis labios, dejando suaves caricias en este sin siquiera prestar atención si el alfa estaba viéndome o no.

Luego de llegar a mi casa sonreí viendo esta por la ventana, luego mire hacia el alfa quien par el auto y me miro con una sonrisa.

- La pasaste bien?- pregunto tomando una vez mas una de mis manos entre las de el, acariciando la tela de los guantes.

- Realmente la pase muy bien, gracias por invitarme, el lugar también me gusto mucho y mas la playa... es la primera vez que voy, agradezco mucho que me hayas llevado, de verdad. - me acerque y bese lentamente su mejilla como saludo, luego agarre mi mochila y abrí la puerta para bajar lentamente.

- Te mandare mensaje... - 

Asentí y sonreí acercándome a la puerta de mi casa, el alfa se quedo allí hasta que entre a mi casa, luego de cerrar la puerta este se fue despacio. Quería chillar en ese momento pero no quería despertar a mi madre, así que simplemente mordí mi labio y subí a mi habitación. Me saque aquella ropa apretada para ponerme uno de mis short y remeron para poder dormir.

Me acomode en mi cama lentamente, cubriéndome con mis sabanas, sin poder evitarlo en mi cabeza volvía a aparecer aquella imagen, de nosotros a punto de besarnos... era algo que ahora quería, deseaba de verdad que Mingi en algún momento me bese... quería probar aquellos gruesos labios. Y con aquella imagen en mi cabeza me quede completamente dormido.