-Gojo x Utahime- Solo un beso

6.Reconocer ❤️‍🔥

Día 4

Gojo

De alguna forma después de ese beso Utahime se fue rápidamente, no digo nada, ni una palabra, era de tarde Geto bebida sake y yo comía mochis de matcha, no me dejaba de hablar de cómo se le había declarado a Shoko, lo cierto es que para mi era ruido de fondo, estaba molesto...

-¡Gojo!, Tes estoy dando detalles.-

-No quiero detalles de Shoko, ha, perdón lo cierto es que ayer bese a Utahime, pero creo que las cosas quizá no salieron como yo quería...-

-Si de hecho ayer llegó a la habitación y nos interrumpió... nos contó todo, estaba exaltada.-

-¿Todo?.-

-Si todo... y esta algo confundida, creo que la situación con lo de Naoya es delicada pero más que nada el hecho de que piensa que quizá te aprovechaste de la situación.-

-¡Eso no fue...!-

-Tranquilo, lo sabemos pero ella no y quizá deberías ser más claro con ella, regresamos en 2 días... y quizá las cosas se pueden quedar igual o cambiar para siempre, en la mañana hable con Shoko sobre ustedes ella me contó que Utahime....-

-¿Qué?.-

-Qué no le desagrado el beso, así que tienes una oportunidad.- Geto arqueó las cejas y brindó mientras le daba un sorba a su trago.

-Iré con ella.-Me incline rápidamente

-Salió con Shoko así que debes de esperar a las 10 igual que yo, mientras podemos ordenar más mochis.-

Utahime

-Shoko, no quiero ver a Gojo.-

Estábamos caminando en el pueblo, habíamos ido a ver un espectáculo de flores después de eso recorrimos ciertas tiendas, ahora nos encontrábamos disfrutando de unos postres típicos de la región.

-Utahime, no se que pensar con respecto a lo de Gojo, pero mira se por Geto que le agradas desde hace tiempo...-

-¡Imposible!,Siempre me está molestando.. llevándome al límite, el....-

-Él te gusta.-

-Si... digo no.-

-Debes de fluir, quizá sea bueno que le digas antes de regresar a la normalidad, piensa que de igual forma el podría ayudarte con lo de Naoya...-

-Quizá.-

-Iré a pagar los postres.-

En ese momento Shoko se levanto y asentí, mire la galería de mi celular y note que tenía unas fotos de Gojo con su camisa negra, recordé lo guapo que se veía, el cómo me cuido ese día y de su forma de abrazarme.

No pude evitar sonreír al ver una de las fotos, me pareció fácil poner una de fondo de pantalla, nadie la vería hasta que se desbloqueara el celular.

Caminamos de regreso a la posada, Shoko iba irradiando felicidad, después de todo iría a una pequeña feria con Geto, yo no estaba de humor y prefería descansar.

Al fin la cama estaba frente a mi y opté por recostarme en lo que decidía con Shoko que yukata debía de usar para salir.

-Muchas gracias por ayudarme Utahime, me iré, espero no regresar muy noche.- Decía con una hermosa yukata azul puesta, mientras se despedía de mí poniéndose sus sandalias.

-Tu diviértete, cuídense mucho, estas en buenas manos, pero que no se exceda.- Arqueé las cejas y la miré divertida.

-¡Utahime! Jajaj no pasa nada.-

Salió del cuarto, yo seguía perdida en la foto de Gojo, en ese momento sonó la puerta de la recamara, seguramente Shoko había olvidado la llave.

-¡Voy Shoko!.-

Al abrir la puerta en el marco con una sudadera celeste, unos shorts negros, el cabello alborotado y la cara ruborizada estaba Gojo, tuve que aclarar mi garganta.

-¿Qué pasó?-

-Utahime, esto es rápido...-

-Dime...-

-Estoy muy molesto por no haberte defendido de ese tipo Naoya, mira Utahime... me gustas, de verdad me gustas, se que quizá tu me ves como el tipo que siempre te molesta, pero lo del beso del otro día no fue por impulso o por que me quisiera aprovechar... bueno, espero que descanses.

Seguía en shock, en ese momento se giró y lo tome por la manga, no quería que se fuera.

-Gojo, espera, ¿Quieres pasar?.-

Me miró apenado y mencionó con suavidad.

-Si, de hecho me encantaría...-

Dentro de la habitación nos sentamos en silencio sobre la cama, el silencio se rompió con una fuerte carcajada.

-¡SI QUE TE GUSTO! .- Gojo tomó mi celular y me enseñó mi fondo, mientras me abalance sobre él para recuperarlo.

-Dame eso, ¡No es como piensas! .- Entonces entre el jaloneo y las risas quede sobre medianamente arriba sobre él.

-¿Ni un poco?.- Nuestros rostros quedaron de frente, su nariz casi tocaba la mía, sentí su grande mano recargarse sobre mi espalda, me miraba con mucha intensidad.-Entonces, ¿ni un poco?.- Continuó con su palabra, su cara era perfecta, sus largas pestañas enmarcando esos ojos y su boca rosa, todo su cuerpo en expectativa, no lo pude contener más tiempo y dejé que lentamente nuestras bocas se rozaran.