-Gojo x Utahime- Solo un beso

1.Condenado⛓

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"Amor es fuego aventado por el aura de un suspiro, fuego que arde y centellea en los ojos del amante, o más bien es torrente desbordado que las lágrimas acrecen."-Romeo y Julieta

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UTAHIME

-Yo no voy a besar a esta anciana fea, buaaaaaj.- Sacaba su lengua el chico de cabellos blancos para finalizar su oración.

-Nadie quiere besarte Gojo, solo estaba jugando con ustedes porque Shoko me lo pidió.- Me levante para así irme de la mesa donde estábamos, este tipo si que era un cretino.

-Todas quieren besarme U-T-A-H-I-M-E, pero yo no quiero besar a todas y tu eres una de esas.-

-Al menos tenemos eso en común,¡YO NO TE BESARÍA JAMÁS! .- En ese momento salí del salón de clases, me ardía la cara del coraje.

Era de tarde en el instituto, quedábamos varios estudiantes y Shoko me había pedido unirme al juego con todos, pero no sabía que el juego era girar la botella mientras alguien le ponía un castigo a los seleccionados.

Geto nos había sentenciado a besarnos, no lo niego, el corazón me saltó un poco de los nervios, pero luego el cabeza hueca abrió la boca.

Conocí a Gojo una mañana que yo leía un libro en las escaleras de entrada, generalmente nadie llega tan temprano pero ese día vi aparecer su silueta larga con lentes de sol cerca de mí sentándose unos escalones más arriba, recuerdo nuestra conversación.

-¿Eres la amiga de Shoko,verdad?-

-Si...

-¿Cómo te llamas?.-

-Utahime Iori.-

-¿No vas a preguntar por mi nombre?, para ser mayor eres muy mal educada.-

-No.-

Si, esa fue nuestra primera conversación, lo curioso fue que se quedó sentado aun a pesar de mi respuesta, ya sabia su nombre, todas las chicas de mi salón solo hablaba de él, todo el maldito mundo hablaba de él, ¿Qué tiene de increíble?, lo cierto es que después de eso coincidimos muchas veces más, pero siempre me molestaba, me seguía por los pasillos sacándome la lengua, me decía débil y a pesar de ser mayor jamás me ha dicho por el honorífico. Era un dolor de cabeza.

Solo esperaba por las vacaciones de verano para alejarme de la sombra de Satoru Gojo.

GOJO.

-Gojo la hiciste enojar mucho, ve y discúlpate con ella.- Shoko siempre me reclamaba que Utahime se enojara, pero sin duda era su culpa por ser tan rígida.

-Tsk!, jamás.-

-Gojo deja de ser tan inmaduro y ve.- Geto siempre con sus comentarios tan puntuales.

-Esta bien, esta bien, iré a ver si no anda llorando por los pasillos, pero disculparme lo veremos.-

Me levante dejándolos a todos en el salón con las manos en los bolsillos, comencé a caminar en dirección a los dormitorios de las chicas, seguro está en su cuarto diciendo pestes sobre mi, lo cierto es que... en lo muy profundo de mi ser Utahime me agrada más de lo que quería reconocer.

Sin duda alguna recuerdo cuando comencé a sentir eso.

-Ya, Geto dame de la paleta, que no ves que hace mucho calor.- Shoko y Geto siempre andaban bobeando y molestándose entre ellos, se terminaran besando algún día de eso estoy seguro.

-Shoko dijiste que invitarías a tu amiga, la anciana, al cine y no ha llegado.-Ella me había prometido invitar a la chica que conocí un día en las escaleras del instituto, siempre las veía juntas pero cada que me acercaba a saludarla solo me daba un frío hola y seguía su camino. ¿Quien se creía? ...

-Gojo, solo no vayas a molestarla, queremos una tarde tranquila.- Ambos me vieron con cara amenazadora levantando sus cejas.

-Si, si lo que digan.- sacudía mi mano, mientras abría mi paleta helada y antes de llevarla a mi boca...

-¿Qué esa no es Utahime con Nanami?- Geto nos la señalaba.

Volteamos a la entrada del instituto donde esperábamos a que ella saliera, pero estaba con ese baboso platicando mientras remolineaba su cabello entre sus dedos, sentí como la paleta se derretía y comenzaba a gotear el piso, ¿Por qué ella jamás me miraba así? Se estaba sonrojando, ¿Qué le estará diciendo ese tipo? Yo sin duda soy más guapo que él...pero ella se ve tan ...linda, ....¿Qué rayos estoy pensando?.

-Ah si, Nanami la está pretendiendo, es algo complicado, no le mencionen nada a Senpai, está definiendo qué hacer con el tema, pero eso es un secreto.-

-Por dios quien quisiera salir con una niña tan aburrida como Utahime.- Sin embargo y a pesar de mis frías palabras no podía dejar de verla.

-Gojo, ¿seguro que no te gusta?- Geto sonreía con una malicia en su rostro, quizá se dio cuenta de que no le quito la mirada de encima.

Utahime terminó su acaramelada escena y corrió hacia nosotros, su vestido se movía y el cabello le volaba levemente, sacudía su mano en dirección a nosotros en un gesto de saludo, en ese instante lo sentí, el corazón me punzó un poco solo de verla de esa manera con él rubio aquel.

Mi paleta se había derretido por completo de todo el tiempo que perdí contemplándola.

Continuaba mi recorrido y por fin llegué a su cuarto.

-Utahime, abre la puerta.-

-Lárgate.-

-Ya sal, te puedo besar si quieres.- Seguro yo quería eso mucho más que ella.

En ese momento escuche su fuerte caminar, abrió la puerta y me miro en la furia total, creo que jamás la había visto así de enojada, tenía los ojos enrojecidos, eran hermosos, no me equivocaba sin duda lloro, no decía nada, solo me miraba.

¿Qué te pasa enana? – Me acerque a su cara quitándome los lentes de sol, generalmente cuando yo hacía este movimiento ella se movía o se sonrojaba un poco.

Pero nada, no decía nada, no pasaba nada.

-Bueno, pues si no dirás nada me voy.- Justo antes soltó...

-Gojo.- Su tono era muy seco- No quiero que me vuelvas a hablar, en los momentos que quieras estar con Shoko y Geto estando yo presente no dudes en que me iré para hacerte la tarea fácil.-

-Espera Iori, no seas tan radical.-Mi corazón se aceleraba y eso no era algo bueno.

-No, es solo que no quiero tener de nuevo una conversación de ningún tipo contigo.-

-Espera si es por lo del be...-

-No Gojo, no es por el beso, de eso no te preocupes tengo quien me bese, adiós.-

Azoto la puerta en mi cara, ¿Qué quería decir con eso? ¿Nanami? Jamás había sentido ese frío de su parte, comencé a caminar alejándome de su cuarto, se veía muy decidida y si lo que quiere es que le dejé de hablar así será, total una chica más, una chica menos.

Eso último lo dije para sedar un poco el latir de mi corazón que me estaba llevando a la desesperación.