Harry Potter Yaoi

Tren Del Amor

Mi estancia con los Malfoy no fue para nada aburrida. Si bien es cierto ambos rubios tenían un carácter horrible lo compensaban con su forma de amar y su gran atractivo. Lo mejor de todo es que dentro de la mansión Malfoy yo soy el rey, es más tengo tanto poder sobre Draco y Luciua que me los he cogido en cada rincón de la mansión.

Pero había ocasiones en las que me quedaba solo en casa ya que como mis parejas son miembros de la alta sociedad tienen eventos a los que asistir. Es en estas ocasiones en las que me encuentro solo cuando en mi habitación que me realizo unas buenas pajas al lado de mi lechuza regalo de Hagrid el cual me la mando por encomienda, he de admitir que no lo odio.
Estaba pensando en llamarla Hedwig pero me pareció que sería muy poco original por lo que terminé llamándola Dick, nombre que encontré en un libro de magia sexual que me regalo Lucius para que haga que el y Draco se sientan en el cielo cada vez que me los cojo.

Ese libro es genial, tiene de todo desde hechizos lubricante y anticonceptivos, hasta hechizos de agrandamiento del miembro viril, aunque este último solo es posible para magos con tendencia a la promiscuidad como yo. Lo he usado tantas veces que mi miembro es más que enorme.

El último día de agosto pensé que era adecuado poner en práctica todo lo del libro lo antes posible, sin embargo ya no podía cogerme a Lucius por que ya tenía pancita y bueno a Draco le gusta que lo traten como bebe por lo que probar hechizos como las cadenas de la lujuria me harían sentir culpable. Sin duda he decidido buscar otra nueva pareja en el tren, no quisiera conformarme solo con los Malfoy.

“Bueno querido ya te compre el boleto del tren, anden 9 y 3/4, lamento no poder llevarte pero como sabrás Draco quiere que sea un momento de padre hijo. No te molesta verdad” Dijo mientras abría sus piernas dejando ver su bellísima entrada la cual es solo mía.

“Por supuesto que no, pero sabes muy bien que no puedo cogerte mi rey. Es malo para el bebe sin embargo eso no me impide satisfacerte de otros modos” Dije justo antes de empezar a comerme su trasero.

En eso entra Draco con el seño fruncido, aparentemente algo salió mal con su escoba mágica, ya pues la tiene entre sus manos y parece estar rota.

“Papi puedes comprarme otra escoba prometo trabajar muy duro para merecérmela” Dijo el rubio menor refiriéndose a mi. 

“Claro, pero tendrás que esforzarte el doble ya que esa escoba te la compre hace muy poco” Dije mientras me bajaba el pantalón, sin duda esta sería una noche increíble.

Después de una larga e intensa ronda de sexo con Draco y de atender los deseos canales de Lucius sin llegar a la penetración, finalmente caí en los brazos de Morfeo al lado de mis dos rubios favoritos.

A la mañana siguiente me desperté muy temprano para prepararles el desayuno a mis lindas parejas, se las deje en la habitación junto con una notita romántica y salí rumbo a la estación 9 y 3/4.

Dos horas más tarde ya me encontraba en la estación de King’s Cross entre los andenes 9 y 10, aun me daba algo de miedo que este sea el lugar equivocado pero no le tome mayor relevancia, así que entre sin problemas.