𝐋𝐈𝐊𝐄 𝐀 𝐖𝐈𝐋𝐃𝐅𝐋𝐎𝐖𝐄𝐑 | 𝐆𝐖𝐄𝐍 𝐗 𝐌𝐈𝐋𝐄𝐒

[🌻] 𝐀𝐩𝐨𝐥𝐨𝐠𝐢𝐳𝐞

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Dio un par de pasos al frente mientras pensaba en que, probablemente, lo mejor sería desistir. Era obvio que después de armar semejante escándalo y de haberle hecho perder más de la mitad de su precioso cabello rubio, ella no lo iba a perdonar así de fácil. 

"Pero al menos debo intentarlo" pensó e ignorando sus nervios procedió a tocar la puerta de la habitación que se suponía era de la chica. Se escucharon ruidos y unas pisadas del otro lado, seguidas de una voz femenina que recordaba muy bien.

— ¿Quién es? — Preguntó ella, en voz alta. 

— Ehh, soy yo. Miles.

— Vete — Le respondió de manera cortante, justo como era de esperarse. Miles se rascó la nuca y pensó en sus siguientes palabras. 

— Escucha. Quería... disculparme por lo que pasó. 

— Bueno, no te interrumpo — Replicó con sarcasmo.

— Lo siento Wanda, de verdad lo siento — Pronunció, con calma y claro arrepentimiento marcado en su voz. Escuchó a la rubia bufar desde detrás de la puerta. 

— Bueno, ya te disculpaste. Adiós — Recalcó esto último con tono molesto. 

— De-déjame explicarte. No tengo idea de qué fue lo que pasó allí, en serio, pero te juro que no era mi intención que esto pasara. Lamento mucho lo de tu cabello y si puedo hacer algo para compensarlo, entonces... — Miles dejó de hablar una vez que vio cómo la puerta se abría con lentitud. El rostro de la chica no parecía tan molesto.  

El moreno dirigió la mirada a su cabello. Tenía un nuevo corte y se le veía bastante bien. No pudo evitar clavar sus ojos en ella como un tonto por un par de largos segundos. 

— Sé que no fue tu culpa — Su voz sonaba más suave. Luego, suspiró —. Pero, ey, ¿no es así de loca la pubertad? — Bromeó y le dio una leve sonrisa. 

— Sí  — Pronunció nervioso y rio un poco —. Por cierto, me gusta tu corte. 

— Tú no puedes opinar sobre mi cabello — Lo amenazó, a la vez que le apuntaba con el dedo.

— Está bien, está bien. Lo lamento. — Gwen se cruzó de brazos y arqueó una ceja en cuanto vio que el chico tenía oculta una de sus manos tras la espalda. 

— ¿Qué tienes ahí? 

— ¿Ahí, dónde? — Se hizo el tonto. La ojiazul negó con la cabeza y en un movimiento rápido lo tomó del brazo para ver de qué se trataba: un simple girasol. 

— ¿Esta es tu manera de pedir disculpas o es un intento tuyo para ligar? — Inquirió y una sonrisa burlona se formó en sus labios. 

— ¡No, no, no! Yo solo quería... ahg — Refunfuñó por lo bajo al fallar en tratar de explicarlo. Su rostro estaba tornándose cada vez más rojo y su dignidad iba quedando por los suelos. Lejos del interés que sentía por aquella chica, realmente había traído esa flor como una forma de compensación. 

— Pero la aceptaré. — Gwen tomó el girasol de las manos de Miles —. Porque supongo que es para mí, ¿o es que le arrancaste el cabello a alguien más?

— Oye, no es gracioso — Murmuró Miles, se cruzó de brazos e hizo una especie de puchero.

"Debo admitirlo, se ve adorable" pensó ella mientras lo miraba. Miles prosiguió.

— Aun así, gracias por perdonarme. 

— Un momento, yo no he dicho que te perdonaba.

— Pero acabas de decir que aceptabas mis disculpas — Miles arrugó el entrecejo. 

— Piénsalo, me hiciste quedar en ridículo frente a toda la escuela y acabo de perder más de la mitad de mi cabello. Esto te va a salir muy caro, Morales. 

— Es cierto... ¿Me dejas compensártelo con un helado? — Propuso, contagiándole su amplia sonrisa a la joven de tez clara. 

— En ese caso, disculpa aceptada.