Capítulo 7

14 1 0
                                    

2010

Cuando le preguntaron qué pasó. Erika estaba asustada.

—Discutimos... Luego no sé. Los tres caímos al agua. El tiburón venía hacia mí, pero me apartó a un lado y lo atacó a él. Todavía me duele. — Ella hizo una pausa y tomó aire.

—¡Vi sus ojos, eran cristales desalmados!.— La joven mujer temblaba de miedo.

Los demás apoyaron su versión.

Dos horas antes:

— Ah, esta en verdad es una espectacular vista.

— Pienso lo mismo. Erika, ven a tomar unas cervezas con nosotros.

— No, no tengo ganas.

— Pero que mujer tan aburrida.

Después de haber viajado por Colombia; al concluir la exhibición de las piezas arqueológicas en la capital. Se interesó en visitar otros países sudamericanos, pero sus vacaciones en Río no terminaron como quería.

Por suerte no hubo nada más que lamentar. Ahora tenía que ir a las últimas exhibiciones y entonces ir a ver a Caryn Jönsson.

Erika había sido apoyada desde que Caryn Jönsson asumió el mando de la compañía; debido a la muerte de su esposo y estaba coordinando las excursiones y las exhibiciones, hasta que no pudo frenar la inminente bancarrota. La expedición más reciente se tuvo que cancelar.

Caryn y Erika se reunieron. Ante ellas se encontraba Særzelhelm. El imponente esqueleto de plesiosaurio.

Erika quería renunciar y Caryn ya no podía seguir evitando el fin de la compañía.

— Lo siento. — Le dijo

— Tranquila, Erika. Todo esto es culpa de Richard Arwings. Es algo que su padre, Luc Arwings Leroy y David Palacios también comprendieron. Creo que mi esposo ocultaba algo.

Un fragmento del fósil se desprendió y cayó cerca de ellas.
Caryn se movió a un lado asustada.

— Ves. ¡Ni siquiera puedo seguir pagando el mantenimiento de esa cosa!

¡Debo salvar el museo, pero no podré seguir pagando los gastos. Porque tuve que pagarle a los abogados para que te salvarán el cu** !
— Lo sé. —Le dijo Erika mientras le salían lágrimas de sus ojos y sentía ganas de gritar.

Se fue a la oficina y se sentó a llorar. Erika se despidió de ella y se marchó. Observó al Plesiosaurio, este seguía perdiendo partes. 

MLP Korp. Era una compañía Sueca que se dedicaba a financiar excursiones arqueológicas, tenía dos sucursales; una de ellas en el museo Louvre; en Francia, administradas por Luc A. Leroy y una en Colombia, perteneciente a David Palacios, uno de los fundadores; que más bien era una sede de logística en el Museo Nacional de Bogotá. Su sede principal se encontraba en Suecia, que además era un museo perteneciente a Caryn Jönsson. La esposa del fundador. Arburz Coldden. En este lugar había un gran esqueleto de plesiosaurio, que era el motivo del nombre de la corporación.

Erika había empezado trabajando en otro museo, se interesó en los convenios y las investigaciones de este otro y luego decidió unirse al equipo de excavación.

— Ah, mon chéri. Erika. Ça va bien ? — Le preguntó Leroy como si dudara.

— Oui monsieur. — Le dijo Erika, algo incómoda.

—Parfait. — Respondió rápidamente para salir del asunto.

— Je suis ici parce que... — Le dijo Erika, pero se le enredaba la lengua.

Codex MortisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora