𝗣𝗢𝗥Ň𝗛𝗨𝗕 | Luzubowl

✦ ⟿ 𝗗𝗔𝗥𝗞 𝗥𝗢𝗢𝗠

Sería un mala broma la forma en que terminaron atrapados en aquella habitación. Y la poca luz no ayudaba, la cantidad de monstruos que había afuera tampoco y mucho menos que no podían salir hasta que alguien los encontrará. Vaya suerte. Sus ojos rubí miraron de reojo a su compañero, por otro lado Mangel se mantenía inquieto de estar así, Luzu lo miraba a él y con cada mínimo movimiento que hacía, lo ponía tenso. Suspiro y deseo en el interior que su para nada oculto nerviosismo desapareciera, sin embargo aquellos rezos no sirvieron de nada cuando por error Luzu se acercó con la intención de formar un ambiente más relajado, aunque dicho acto le hizo a Mangel querer huir.

— ¿Mangel? — llamo el ojos rubí preocupado al no encontrar al contrario.

El castaño alzó sus manos para ubicarlo pues la poca luz que tenía no servia, Mangel solto un gemido ahogado por el repentino tacto, Luzu inmediatamente se sonrojó al darse cuenta que había tocado un lugar que no debía.

— Perdón... — se disculpo apenado pero luego se percato de que el contrario había metido sus manos bajo su ropa.

El jadeo de sorpresa de Luzu por el tacto frío al igual que las repentinas caricias y los de Mangel se combinaron llevando el ambiente de incomodidad a una donde lo único que importaba era terminar. No se miraron, ya que no podían por la vergüenza, pero estaban seguros de que ambos querían lo mismo. Así que de la forma más rápida que pudieron, Mangel trato de bajar sus pantalones al igual que los de Luzu con ayuda de este. El de banda azul humedecio lo más que pudo su dedo para luego con ayuda del castaño, introducirlo en el interior del ojos rubí que chilló ante ello, Mangel trataba de hacerlo lo más cómodo posible para ambos, hasta que en algún punto, la desesperación por embestir al ojos rubí lo lleno.

Tenía a Luzu en ese estado y no hacerlo sería... Pecado.

— Mangel — gimió el castaño, el contrario chasqueo la lengua, ni siquiera podría saber si la metió bien por la tenue luz que había en el espacio.

Sin embargo, de alguna forma u otra, iba a realizar su cometido. De forma rápida, Mangel recordó que tenía antorchas, rápidamente coloco uno para con sus ojos abiertos, admirar lo que estaba por devorarse. Bendito sea el momento en que quedó atrapado con el orbes rojos. Alineó su miembro para de forma lenta entrar en el contrario que jadeaba constantemente ante ello, los ojos rubí se abrieron al sentir algo como atrapaba sus muñecas, Mangel lo había amarrado, eso de verdad lo tomo por sorpresa pero ya no pudo pensar en eso cuando Mangel entró de una sola estocada en él, sus ojos se abrieron al igual que sus labios, pero cuando trato de cubrir su boca, recordó que sus manos estaban amarradas y para rematar, Mangel agarraba el objeto que las tenía aprisionadas.

Luzu gimió una vez más al comenzar a ser embestido de forma salvaje. La necesidad de mastubarse creció en el castaño pero el simple hecho de que Mangel no le diera la oportunidad al tenerlo atado, lo torturaba. El castaño seguía gimiendo mientras se removia mientras la desesperación del contrario se veía reflejado en sus rápidos y salvajes movimientos.

Cambiaron de posición. Haciendo que Luzu soltara un jadeo al sentir como Mangel salía de él, fue puesto de lado, en cucharita, para alzar su pierna derecha y nuevamente, Mangel se hizo paso en la entrada del contrario que trato de moverse pero sus manos amarradas no le permitió ello. Las embestidas dieron inicio otra vez, al mismo tiempo, Luzu dejó salir repetidas gemidos en cuanto el contrario aumento la velocidad una vez más, la piernas alzada del castaño se movió de un lado a otro, los labios del ojos rubí no paraban de soltar sonidos húmedos.

Por otro lado, Mangel solo sentía la necesidad de llenar al castaño con su propio gameto, aunque de cierta forma era extraño para el ojos chocolate, hacia tiempo que no sentía un fuerte deseo sexual de este modo. Volviendo a la realidad, Luzu trataba de regularizar su respiración ante las profundas estocadas que el castaño oscuro le daba. Instintivamente trató de cerrar las piernas pero Mangel no se lo permitió, haciendo que los ojos de Luzu dejarán salir pequeñas lágrimas y fuera el primero en venirse.

Aquello avergonzó al castaño al instante que tenía los ojos abiertos y no dejaba de jadear. ¿De verdad se había venido? ¿Acaso había tenido un orgasmo? El contrario sonrió levemente después de unos segundos, Luzu aún estando procesando lo que minutos atrás ocurrió, fue cambiado de posición dejando en primer plano las posaderas del ojos rubi, las piernas del castaño estaban débiles y sus muñecas seguían amarradas, y por parte de Mangel no pensaba desatarlo.

Luzu volvió a gemir, esta vez de forma más intensa y sonora, se sentía sensible tras su repentina eyaculación. Con desesperación trataba de romper la banda azul que tenía acorraladas a sus manos, que de pura suerte, logró hacer pero aunque ya estaba libre, no era capaz de moverlas por lo débiles que estaba sus muñecas después de un tiempo amarradas.

La postura cambió de nuevo, esta vez, los orbes rubí y chocolate se conectaron. Mangel sonrió para ver como la expresión de Luzu cambiaba al percibir como volvía a entrar. Las mejillas sonrojadas, el rastro de lágrimas y los sonidos obscenos que salian de los labios ajenos, era increíble.

Jamás pasó por su mente que vería a Luzu así, pero ahora que lo hacía, no se arrepentía así que solo se dejó llevar. Dejó que sus más carnales deseo lo consumieran, que aquel misterio cuarto en la que habían caído en la noche fuera el único testigo de sus cuerpos uniéndose.

Otro gran gemido salió de Luzu al ser repentinamente mordido.

— Prepárate Luzu — dijo con orgullo lamiendo la marca anterior hecha —. Porque ese no será el único orgasmo que tendrás

Después de mucho tiempo, aquí esta, disculpen la demora.

Byeee.