El Rey del Invierno y la Reina del Verano.

Capítulo 8 : Nacimos para estar juntos.

(No en orden cronológico).

Skagos 299 AC.

Arturo Dayne.

Ver un dragón en carne y hueso había sido para lo que había venido aquí y, sin embargo, nunca había estado realmente preparado para ello. Él, como todos los que habían servido a los Targaryen, había oído hablar de los dragones, había visto las calaveras y Rhaegar estaba obsesionado con ellas. Su amigo estaba convencido de que su Canción de Hielo y Fuego haría nacer dragones de piedra y, aunque su hijo no había hecho exactamente eso, había hecho lo siguiente mejor. Skagos era una lengua antigua para piedra y casi se rió cuando su rey se lo dijo. Aunque al ver al dragón mismo hizo cualquier cosa menos reírse. El Caníbal lo habían llamado una vez, Ōñosmaghare, Lightbringer sería conocido como ahora.

Dudaba que incluso Balerion fuera tan grande y se preguntó si sería igual de mortal. Pasaron un tiempo con el rey acostumbrándose a montar en su espalda, su hermana pequeña ansiosa por que la llevara con él y Rhaegar se negaba por ahora. Dado lo que había sucedido hace unos días, estaba seguro de que tenía razón al hacerlo.

Cuando vio la caída, lo dejó todo, Arthur corrió tan rápido como pudo y, sin embargo, fue el dragón quien lo alcanzó antes que él. Hizo que se detuviera en seco, aunque no Arya Stark, la niña pasó junto a él, pasando junto a Skagosi y Thoros de Myr, e incluso pasando junto al dragón para asegurarse de que su hermano estaba bien. Estaba a salvo de un corte sobre el ojo, tuvo suerte de no haberlo perdido ni de su vida dada la caída. Una vez que le dijo al dragón que no había mucho de qué preocuparse y lo llevaron de regreso a la aldea y lo trataron, luego escuchó mientras Rhaegar decía que era su culpa y que era un tonto. Algo con lo que Arthur estuvo completamente de acuerdo.

" Traté de ser inteligente, de hacer algo que no debía, es una buena lección y tendré un recordatorio". Rhaegar dijo tocándose la cabeza.

" Eres un maldito idiota, Jon, no puedes hacer cosas así". Dijo Sansa y por una vez su hermana no discutió con ella cuando iba en contra de su hermano.

" Sí, pero apuesto a que nunca pensaste que todos esos días cosiendo te habría llevado a esto". Rhaegar dijo tocando el corte sobre su ojo y, a pesar de las circunstancias, Sansa se rió.

" Un idiota". Sansa dijo sin dejar de reír mientras se levantaba para irse.

" ¿Ves por qué no te he llevado todavía?" Rhaegar dijo volviéndose hacia Arya.

" Tú eres el idiota, no yo, yo no me caería". Dijo Arya antes de seguir a su hermana.

" Hermanas". Rhaegar dijo con una sonrisa cariñosa en su rostro mientras los observaba alejarse.

Eventualmente, los tomó a ambos y luego a él, Arthur no lo disfrutó tanto como cualquiera de las dos chicas. Cuando Rhaegar le dijo que estaba listo para irse, Arthur sintió que su entusiasmo crecía, aunque pronto fue reemplazado por más preocupaciones e inquietudes.

"¿Qué quieres decir con que no vienes con nosotros?" preguntó enojado.

"Tengo un lugar al que debo ir, Arthur, algo que debo hacer. Te juro que no estaré en peligro y que no aterrizaré cerca de nadie que esté en nuestra contra". dijo Rhaegar.

"No puedes ir con tu hermano, Rhaegar, no puedes tanto como quieras". dijo mirando para ver el asentimiento.

"No es él, Arthur, por favor confía en mí en esto, es algo que necesito hacer". dijo Rhaegar.

"Dame tu palabra, Rhaegar, dame tu palabra o llévame contigo".

"Mi palabra, Arthur, la tienes, no estaré en riesgo, ni siquiera un poco". Rhaegar dijo y asintió.