El Rey del Invierno y la Reina del Verano.

Capítulo 9 : Sin ellos estamos perdidos.

Rocadragón 299 AC.

Aemón.

No quería dejarla ir y estaba feliz de que ella sintiera exactamente lo mismo. Todos esos años que había pasado sin familia y pensando que estaba solo ahora estaban completamente olvidados. Que ella también había encontrado a más miembros de su familia era algo sobre lo que sabía que necesitaba aprender más y, sin embargo, Aemon se quedó en la habitación y se aferró a su sobrina como si su vida dependiera de ello. Su sobrino se había hecho a un lado tan pronto como le presentó a Daenerys y Aemon podía sentirlo mirándolos mientras se abrazaban.

"Pensé que todavía estabas en el Muro, habría venido a ti, si todavía hubieras estado allí, habría venido a ti". Dijo Daenerys y Aemon sintió que sus lágrimas caían sobre su hombro.

"Estoy tan feliz de que no tuvieras que hacerlo. Estás bien, ¿feliz?" preguntó y la sintió asentir.

"Este es Shiera, tío, Shiera Seastar mi tía". Daenerys dijo después de unos momentos cuando Aemon sintió que ella se alejaba de él y la perdía al hacerlo.

"Tengo tantas preguntas y, sin embargo, mi mente no me permite pensar en una". dijo riéndose cuando Shiera tomó la mano que le ofrecía.

Tenemos mucho tiempo para preguntas, sobrino. Dijo Shiera y Aemon escuchó a Daenerys reírse a sus espaldas.

"¿Sobrina?" preguntó escuchándola reírse un poco más.

"Rhaegar solo decía que esto es muy extraño". Daenerys dijo y Aemon se rió entre dientes, era una forma de decirlo después de todo.

Estaba de pie en la fortaleza de su familia en la isla que habían llamado propia. Hacía más de sesenta años que había hecho sus juramentos y entregado su vida al reloj y ahora estaba haciendo algo que esos juramentos estrictamente prohibían. La Guardia de la Noche no toma parte en los eventos de los Siete Reinos, ni en sus guerras, ni en su política, ni en sus desacuerdos, y sin embargo aquí estaba haciendo precisamente eso. Que lo hiciera al lado de la familia, una familia de la que se creía el último era una cosa. Dado que dicha familia incluía un rey oculto, una princesa exiliada, una mujer incluso mayor que él que se había creído muerta durante mucho tiempo y dragones, lo resumió muy bien, pensó.

"Escuché tus dragones, sobrina, ¿puedes describírmelos?" preguntó mientras Rhaegar lo ayudaba a sentarse, Aemon escuchó a Shiera sentarse junto a él y Daenerys sentarse junto a su sobrino.

"Drogon es mi montura, tío, es negro teñido de rojo y tiene ojos rojos. Rhaegal es verde con ojos de bronce y Viserion es crema y dorado con ojos de oro". Daenerys dijo con orgullo.

"Viserion y Rhaegal se llaman así por tus hermanos, sin duda, pero Drogon, me temo que el nombre no significa nada para mí, ¿me estoy perdiendo algo, sobrina?" preguntó y escuchó cómo Daenerys se movía nerviosamente en su silla, Aemon no necesitaba ojos para ver cómo miraba a su sobrino antes de responder.

"Le puse el nombre de mi difunto esposo, Drogo". Dany dijo con voz temblorosa y aunque era por la emoción, no era la emoción que él esperaba.

"¿Y ya has subido a los cielos?" preguntó cambiando de tema y notando de inmediato como su sobrina se relajaba repentinamente confirmándole lo que había sentido.

"Tengo muchas veces". dijo su sobrina y pudo sentir que ella estaba sonriendo mientras lo hacía.

Se sentaron y hablaron de casi nada, los cuatro hablaron de todos los temas menos del que era más apremiante, la guerra. Tanto él como Rhaegar escucharon atentamente mientras Daenerys hablaba sobre su vida hasta ese momento y cómo había sido para ella en el exilio. Que hablara principalmente de las partes buenas de su vida no pasó desapercibido y Aemon sabía por su sobrino que su vida había sido mucho más dura que las partes que compartía con ellos. Lo mismo le pasó a su sobrino también cuando empezó a hablar de su propia vida, recuerdos de buenos tiempos y no de malos siendo compartidos con todos ellos.