El Rey del Invierno y la Reina del Verano.

Capítulo 24 : Fuego negro

Desembarco del Rey 299 AC.

Tyrion Lannister.

Los guardias lo seguían dondequiera que fuera. Tyrion no era un prisionero, que era más de lo que se podía decir de la mayoría de su familia. Dividía su tiempo entre sus habitaciones, las habitaciones compartidas por Illyrio y Varys, y simplemente paseaba por Red Keep. Algo que estaba haciendo ahora mientras esperaba el permiso para volver a ver a Jaime, Myrcella y Tommen. Había oído el destino que les había tocado a ellos ya los Señores del Oeste. Aunque aún no era su familia la que permanecía allí.

Descubrir que su padre había muerto no había despertado ninguna emoción en él. Mientras escuchaba que Cersei se había quitado la vida, sorprendentemente lo había hecho. Su hermana siempre lo había odiado. Ella había deseado su muerte durante la mayor parte de su vida, si no toda. Fue Cersei quien fue el principal instigador detrás de su encarcelamiento por un crimen que no cometió. Ella, que puso a Bronn de lado y lo hubiera visto muerto. Aunque su padre tenía el poder de detenerla y no lo hizo. Sin embargo, la lloró un poco. Ni por sí mismo y ni siquiera verdaderamente por los niños tampoco. Tyrion la lamentó por el amor que sabía que su hermano tenía por ella.

Mientras paseaba por la Fortaleza Roja, escuchó un rugido desde afuera en el patio y se acercó a la ventana para ver la fuente de ese rugido, los dragones. No los había visto desde que llegaron. Aunque no fue por falta de intentos de su parte. Trepándose al asiento de la ventana de modo que casi se asomaba por la ventana misma, Tyrion miró al cielo y, por primera vez en su vida, vio dragones reales que vivían y respiraban. Eran tan majestuosos como había soñado que serían y mucho más grandes de lo que Illyrio o Varys habían creído. El más grande era tan negro como el cielo de la noche y había uno de color dorado y crema, junto con uno que era de un tono verde que le recordaba a Tyrion a un día de verano.

Magníficas no son. escuchó una voz detrás de él, Tyrion no pudo volverse para ver de quién era la voz hasta que los dragones desaparecieron de su vista.

"De verdad", dijo asombrado cuando finalmente se volvió para ver a Oberyn Martell de pie allí.

La Víbora Roja era uno de los pocos hombres que era tal vez tan peligroso como los propios dragones. Si lo que había escuchado era correcto, entonces había sido Oberyn quien había sacado a su padre de este mundo. Un regalo del nuevo rey y reina, o eso le habían informado los pajaritos de Varys. Tyrion debería odiar al hombre. Sin embargo, sus propios problemas con su padre lo hicieron casi imposible. Sin embargo, no tenía por qué gustarle el hombre, por lo que se preparó para despedirse de él solo para descubrir que no tenía la opción de hacerlo.

"He venido para llevarte con tu familia", dijo Oberyn y Tyrion lo miró con entusiasmo, aunque algo confundido también.

"¿Tú?" preguntó.

"¿Deseas una compañía diferente?" Oberyn preguntó divertido.

"No, me gustaría más la compañía del hombre que mató a mi padre", respondió Tyrion, medio sarcástico.

"Tu padre vivió demasiado tiempo en este mundo. Lo único que lamento es que está muerto y no puedo matarlo de nuevo".

"Sin embargo, buscarías mi compañía".

"Lo haría. Como lo harías con tu hermano, ¿no es así?"

Tyrion asintió y comenzaron a caminar hacia la puerta que conducía al patio. Lo cruzaron en lugar de pasar por la Fortaleza Roja para llegar a las mazmorras. Cada paso que daba era uno en el que temía encontrar a su hermano, sobrina y sobrino siendo maltratados y retenidos en las celdas negras. Sabía muy bien que si hubiera sido su padre quien hubiera capturado a los Targaryen y los hubiera retenido como prisioneros, ahí es donde estarían retenidos. Aunque pronto se le ocurrió la idea de que si hubiera sido su padre, entonces probablemente ya habrían sido asesinados. Le sorprendió el silencio en el que entraron Oberyn y él. Tyrion esperaba preguntas sobre el joven que decía ser Aegon Targaryen. Sin embargo, el príncipe no pronunció una sola palabra y resultó ser el propio Tyrion quien lo mencionó en primer lugar.