Aziraphale miraba la iluminada noche por la ventana del auto, a su lado Crowley conducía con tranquilidad. A diferencia del tenso silencio que los rodeo durante esos días, esta vez era un silencio agradable, el viejo Bentley se estaciono frente al enorme edificio.
- ¿Vives aquí ahora? - pregunto el pelirrojo con un poco de sorpresa.
- Sí, fue lo más barato que encontré - el albino descanso su mano en la pierna del menor - Quiero hacer esto bien.
- ¿De qué hablas? - el pelirrojo parecía confundido.
- Me equivoque y te lastime, así que quiero cortejarte de la manera correcta. - Aziraphale tomo su mano entrelazando los dedos de ambos. - Quiero darte flores, invitarte a citas, escribirte poemas y cartas. Seré un-
- ¿Un buen y viejo amante a la antigua? - interrumpió Crowley sonriendo. - Entonces también te voy a cortejar, es lo justo ¿no crees?
- Como quieras querido - dejo un corto beso en los labios del pelirrojo y bajo del auto - Nos vemos el lunes.
El pelirrojo no dijo nada, se quedo atónito con los dedos sobre sus labios sintiendo aún el tacto fantasmal de aquel dulce beso. Miró hacia la entrada del edificio y solo alcanzo a distinguir los rizos de Aziraphale desaparecer por la puerta. Sonrío como el idiota enamorado que era y arrancó el auto, definitivamente ese había sido un muy buen día. Al llegar a casa envío rápidamente un mensaje de texto.
¿Tienes algo que hacer mañana, ángel?
No tuvo que esperar mucho para recibir una respuesta.
Ire a comprar algunos muebles para mi departamento. ¿Quieres acompañarme?
Claro que sí. ¿Paso por ti a las 9?
Me parece perfecto :)
『 °*• ❀ •*°』『 °*• ♫ •*°』
La mañana era resplandeciente, el sol entraba por las cortinas entreabiertas, dándole justamente en la cara. Abrió los ojos con somnolencia, estirándose cual gato sobre las mantas del piso, esperaba poder encontrar una buena cama ese día para ya no tener que dormir en el suelo. Miro la hora en su teléfono, eran las 8:32 A.M, Crowley pasaría por el a las 9, se levanto con un salto y empezó a arreglarse con prisa. Mientras se cambiaba se maldecía internamente por no haber puesto una alarma, eso le hubiera evitado las prisas. A diferencia de otras ocasiones decidió no ir con tantas capas de tela, pues no le alcanzaba el tiempo para hacerlo y se veía que por la tarde haría calor. Miro su reloj por una última vez, faltaban cinco minutos para las 9. Salió de su casa a gran velocidad y corrió hasta el elevador, estaba por cerrar.
- ¡No cierre, no cierre! - grito y el hombre que estaba adentro detuvo las puertas dejando a Aziraphale pasar - Muchas gracias.
- No hay problema - el hombre a su lado lo observó por unos momentos - Disculpe pero, ¿nos conocemos?
- Soy nuevo en el edificio - Aziraphale también analizo un poco a su acompañante, era un hombre calvo, complexión robusta y ojos marrones - Usted también se me hace conocido, mi nombre es Aziraphale.
- ¿¡Aziraphale!? - el hombre parecía sorprendido.
- Sí, ese es mi nombre - el hombre estaba por decir algo más pero el ascensor se detuvo - Lo siento mucho pero debo irme, voy tarde. ¡Espero conocerlo mejor pronto!
Y sin más el chico salió corriendo del elevador dejando a Sandalphon con las palabras en la boca. Lo vio saludar a un chico pelirrojo para después entrar a un Bentley que salió a gran velocidad por la calle principal, al menos tenía la certeza de que el muchacho estaba en buenas manos ahora.
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єηѕєñαηzα ιηєƒαвℓє
Fanfiction𝘈𝘥á𝘯 𝘴𝘦 𝘥𝘢 𝘤𝘶𝘦𝘯𝘵𝘢 𝘥𝘦 𝘭𝘢 𝘳𝘢𝘳𝘢 𝘵𝘦𝘯𝘤𝘪ó𝘯 𝘦𝘯𝘵𝘳𝘦 𝘴𝘶 𝘮𝘢𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘣𝘪𝘰𝘭𝘰𝘨í𝘢 𝘺 𝘴𝘶 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘮𝘢𝘦𝘴𝘵𝘳𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘪𝘵𝘦𝘳𝘢𝘵𝘶𝘳𝘢 𝘢𝘴í 𝘲𝘶𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘭𝘰𝘤𝘢 𝘪𝘥𝘦𝘢 𝘤𝘳𝘶𝘻𝘢 𝘱𝘰𝘳 𝘴𝘶 𝘮𝘦𝘯𝘵𝘦. ...