-Prologo-

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LA LUNA
¨Y se llamaban mares, porque el agua absorbe la luz y la refleja menos que la tierra firme. La luna de sí misma¨
HIGO. 68. El beso en la Luna.

¨I can dim the lights and sing you songs full of sad things
We can do the tango just for two

Era una gélida mañana de 1999, donde el alba se vislumbra entre el horizonte, tiñendo el cielo de rojo dejando ver ya los primeros rayos de luz a través de la liviana neblina que empañan la ciudad de Barcelona.
No había mucho que hacer así que fomentados por el aburrimiento y el cansancio por haber tenido que madrugar, decidieron sentarse en las desgastadas butacas, a ver entrenar al infantil, cuando codearon a Xavi un jugador del juvenil.
Un joven desaliñado de 19 años con un trigueño y alborotado pelo que le caia a mechones por la cara y unas prominentes ojeras que le robaban protagonismo a sus ojos negros como la pez.
Era uno de sus compañeros el que había llamado su atención y trataba de decirle algo:

-Xavi, abajo hay un chico que va a ser la hostia. ¡Dicen que es buenísimo!- Le dijo uno de sus compañeros completamente anonadado por sus pases.

El mencionado lo miró con aura de extrañeza y escepticismo, decio fijarse más a ver si podía descifrar el motivo de tanta expectación sobre el joven jugador:

-¡Es super parecido a ti!-Dijo otro, se giró sorprendido ahora si que no lograba comprender a qué se referían con eso.

-¿Qué? Claro que no, él no se parece a mí, él es distinto quizás solo te refieres a la técnica- Xavi estába delirando, nunca vio un jugador con esa técnica, era una exhibición bellísima era digna de compararse, con una noche estrellada de verano de esas que te hacen sentir algo especial en el pecho, algo que no se puede explicar con simples palabras.

Unos minutos después, cuando el entrenamiento finalizó , Xavi estaba decidido a acercarse a hablar con ese joven chico que había robado su atencion queria preguntar sobre su majestuosa técnica:

-Hola, soy Xavier Hernandez, pero la gente por aquí me llama Xavi es un placer poder hablar contigo- Qué extraño momento las palabras se le habían aturullado en la boca, empujando por salir sin éxito era un sentimiento certeramente extraño de repente una voz le sacó de su mente.

-Oh.. un placer Xavi, yo soy Iniesta, Andres Iniesta-Dijo el menor, algo extrañado no se hubiera esperado que alguien que no conocía de algo que no fuera algún ocasional encuentro por los pasillos.

-Bueno... Me gustaría decirte que juegas muy bien, y que me ha sorprendido que hagas esos trucos- Dijo con cierta vergüenza era extraño en él ya que no debería de avergonzarse pero sin embargo lo hacía y le robaba el sueño no saber por qué.

-Oh muchas gracias-Dijo de nuevo y le mostró una cálida sonrisa sin enseñar los dientes.

Tras eso se eso, un espeso silencio que envolvió el lugar, aunque tan solo fueran unos segundos los mismos se hicieron pasar como horas, hasta que después de unos largos segundos llamaron a Xavi, ya que ya era su turno de entrenar, se despidieron con una sonrisa y un movimiento de cabeza y el mayor se alejó con el resto perdiéndose por la línea del horizonte.

Y así el celeste tomó posesión del cielo imponiéndose, la luz lo cubrió todo y la neblina se disipó. Algo, algo había tenido de especial esa mañana de invierno de 1999 porque quedaría grabada a fuego en la memoria de nuestros dos añorados protagonistas. Esa mañana, el tenue recuerdo de una blanquecina luna divisando en el cielo todo lo ocurrido silenciosa, testigo de todo lo que había sucedido esa mañana silenciosa e impasible como siempre.

"Good old fashioned lover boy"- xaviniesta (Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora