-Be your Valentino-

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VENUS
"Cuando contemplamos a esta Venus radiante, es difícil,
incluso si no podemos formarnos una idea definida en cuanto a
su estado real en cuanto a su habitación, suponer que ella."

"I can serenade and gently play on your heart strings
Be your Valentino just for you"

Las mañanas suelen ser nostálgicas y conmovedoras frías e impasibles te congelan, incitando y obligando, a no levantarse de la cama manteniendo secuestrado en los sueños, sueños esa experiencia sensitiva que te hace escapar de realidad por escasos segundos, una realidad cruda y cruel, una realidad que ni el más desquiciado quiere vivir y que aun así todos vivimos. Las mañanas te hacen revivir momentos pasados enterrados entre recuerdos. Momentos que en algún punto de la historia hicieron feliz a quien los vivió.

Como ese día, 6 de noviembre del año 2004 , una frígida mañana presentó una azulada y tenue luz que entraba por las escarchadas ventanas, unas pérdidas gotas de rocío cubrían todo lo que la vista alcanzaba a vislumbrar. Fue entonces y solo entonces, cuando la alarma sonó por cuarta vez cuando decidió levantarse de la cama se desperezó y ahí justo cuando levantó los brazos para tratar de aliviar el dolor de espalda, que sintió como el frío le apuñalaba todo el cuerpo, se armó de valor y sorteo los cantos de sirena de la cama para que se volviera acostar. Se calzó las zapatillas y se encaminó hacia la cocina, puso a preparar café y tostadas el olor y calor invadió la cocina apagó la cafetera y unto las tostadas y tras comer salió corriendo para vestirse. Se acicalo y partió hacia la calle, el frío inundaba toda la ciudad, la hierba estaba semi congelada y el vaho salía por la boca de las personas que paseaban por las congeladas calles de Barcelona.

Tras unos segundos de haber comenzado a dirigirse a su destino, divisó a un ente corriendo y que chocó repentinamente contra una alta farola todavía encendida, parecía que iba a pasar de largo cuando por el rabillo del ojo logro distinguir a su compañero de equipo, Andrés:

Xavi: -¿estás bien?-Dijo con un denotado tono preocupación, era evidente que un golpe así tenía que doler y peor aun cuando en escasos minutos empezaba el entrenamiento rutinario.

Andres:- Oh, sí,ha sido solo un choque no es nada, tranquilo.-Mencionó el joven tratando de tranquilizar a su amigo el cual estaba notablemente más afligido que él.

Xavi: -¿Seguro? tienes la cara un poco roja.- Apuntó con mucha inquietud pues temía que esa rojez fuera por el golpe antes recibido y no por las bajas temperaturas.

Andrés: -Es normal, no estoy tan acostumbrado al frío aún, pero no te preocupes.- Aseguró el joven para tratar de tranquilizar a su amigo.

El mayor le ofreció una tímida sonrisa al otro joven, aunque internamente seguía bastante alterado.

Xavi- Dejame ayudarte.- Imploro el mayor a su amigo.

El antes mencionado estiró su mano y tiró hacia él para levantar a su amigo del suelo, inmediatamente después su mirada se clavó en la suya, y por unos instantes pudo contemplar la belleza de sus ojos eran verdosos, profundos y serenos cuanto más los miraba más te ahogabas en ellos, si te lo proponías podían parecer galaxias iluminadas por un centenar de estrellas.

El joven sonrió sin enseñar los dientes, tenía los labios quebrados por el frío y ya azulados, eran iguales a unos glaciares árticos, su nariz estaba completamente roja tanto por el frío como por el golpe. Por más años que ya había pasado viviendo en Barcelona aún no se acostumbraba a las bajas temperaturas de la zona, cosa que al mayor le parecía certeramente curiosa.

El pelinegro se deshizo de su bufanda,era una bufanda de poliéster a rayas blancas y negras, se la puso al joven mirando aun sus ojos verdes como unas relucientes esmeraldas:

Andres:- Muchas gracias, pero estoy bien, aun así me mola la bufanda.- Contestó con un notorio tono de alegría en la voz.

Xavi ya acostumbrado al frío y a las bajas temperaturas que caracterizaban a la zona decidió que no le importaba lo suficiente como para reclamar la devuelta por lo cual decidió regalarse la:

Xavi:- ¿Sabes que? quedatela, te sienta mejor que a mí.-Dijo con un tono vergonzoso, y es que hacía ya 5 años desde que habló por primera vez con su ahora amigo, y todavia habia ciertas cosas que le resultaban muy vergonzosas comentar:

Andres:-¿Oh? No es necesario, es tuya, no te la quiero quitar.-Replicó nervioso no quería hacerle el feo a su amigo quedándose su bufanda.

Le miró tiernamente y le dedicó una dulce y cálida sonrisa

Xavi: no importa, de todas formas a ti te queda mucho mejor que a mi, además de que tu la necesitas mas que yo.-La contrarréplica del mayor logró convencer al menor para que dejase de insistirle y aceptase el regalo.

Su sonrisa era igual de acogedora que una noche estrellada de verano, miro fijamente la cara de su compañero era ciertamente peculiar tenia la entrada peculiar en forma de v y unos ojos oscuros parecian agujeros negros pero en vez de atraer materia atraian personas solo por verlas y al igual que los agujeros negros la materia que entra jamas sale. Por otro lado su magia con el balón y la posición en la que jugaba en el campo les hacía pasar mucho tiempo juntos haciendo que sus pases parecieran casi coreografiados.

Andres: -Muchas gracias de nuevo de verdad.- Se notaba que el joven era bastante educado.

Xavi:- De nada, oye ya puesto vamos juntos ¿no?- Preguntó con un punto de escepticismo.

Andres:-Si claro por supuesto.-Contestó.

Así retomaron el camino en un liviano silencio que abrazaba con desdén la situación hasta que en cierto punto del camino el más joven cansado de este comenzó a hablar.

El castaño era muy entusiasta, hablaba mucho sobre su tierra natal, un pueblo perdido en medio de la nada, a su vez era muy centrado en su carrera como futbolista, llevaba siendo su sueño desde pequeño, y cuando entró en La Masía su vida dio un cambió radical, sin embargo el otro joven llevaba viviendo en Barcelona desde pequeño, así que no sabía cómo era la vida en un pueblo, pero se veía bastante interesante y diferente.

Llegaron al lugar después de una agradable caminata de unos 20 minutos aproximadamente, para esos momentos ya eran alrededor de las 9:30 de la mañana cuando entraron por las puertas del Camp Nou. Saludaron a todos sus compañeros y tomaron rumbos distintos ya que tenían distintas actividades que realizar, pero secretamente estaban esperando esos pequeños descansos que los entrenamientos otorgaban para poder hablar nuevamente.

"Good old fashioned lover boy"- xaviniesta (Hiatus) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora