Glimpse of us | Yeonbin

009; Lectura compartida

Yeonjun's pov

Desde hace ya unos días los doctores habían comenzado a permitirme ciertas cosas nuevamente gracias a que estaba mejorando de a poco. Costaba trabajo y era bastante angustiante, pero me hacía muy feliz saber que lo estaba logrando a pesar de lo difícil que me resultaba. Además, gracias a eso ahora tenía permitido salir al parque de nuevo, cosa que amaba, y cosa la cual ahora compartiría junto a Soobin.

Nos encontrábamos dirigiéndonos hacia el parque con fines de, no lo sé, conversar un rato mientras respirabamos algo de aire fresco quizás...no teníamos muy en claro qué íbamos a hacer, simplemente queríamos pasar algo de tiempo juntos.

–Esto me hace realmente feliz...-dijo Soobin en un tono algo tímido y tan bajo que apenas era perceptible.

–¿Qué cosa, Soobin?-pregunté nervioso.

–Esto...que estés mejor, y poder salir al parque contigo-respondió, sin quitar la mirada del suelo. De por sí le costaba decir las cosas, y más si se trataban de ese tipo de comentarios. Se veía tan tierno.

La sonrisa que se había dibujado repentinamente en mi rostro, los ojos achinados y las mejillas rosadas dejaban ver mi clara emoción por lo que acababa de salir de su boca.–¿En serio?-dije risueño.–A mi también Soo, en serio me alegra estar aquí contigo...es decir, haberme ganado esto ya que los doctores notaron mis mejorías. Estoy feliz.

Soobin sonrió y respondió, ahora sí viéndome a los ojos–Yo igual-.

Terminamos de cruzar el largo pasillo para llegar hasta la puerta que daba hacia el patio, pero entonces recordé que me faltaba algo cuando vi el cuaderno de Soobin en sus manos.

–Espera, quiero buscar mi libro antes, olvidé traerlo.

–Oh...está bien, te espero.

–¿Esperarme?, ¿aquí sólo?. Ven conmigo...si quieres.

–Oh.-lo pensó un momento.–claro, vamos.

Empecé a caminar y escuchaba sus pasos detrás mío, por alguna extraña razón me emocionaba que viniera y conociera mi habitación.

–Aquí es.- me detuve frente la habitación número 209.–no tardaré mucho, pero puedes pasar.

–Gracias...-vi como asomaba su cabeza por el marco de la puerta lentamente, como si intentara no ser notado.

Reí.–Pasa.

Al entrar noté que observó con atención absolutamente todo, cada detalle, aunque no tenía mucho, solo lo justo y necesario, ya que no te permitían tener demasiado. Estaba mi cama, la cual tenía tendida perfectamente, luego tenía un ropero no muy grande donde guardaba mi ropa bien acomodada, y finalmente un escritorio donde habían un par de hojas y libros ordenados. En cuanto a la decoración, sólo tenía un par de fotografías que había tomado en algún momento. Y si, me gustaba el orden, no puedo ver el desorden, me hace sentir que pierdo el control. Me encargaba de que todo estuviera bien acomodado y se viera agradable a la vista.

–Es bonito.

–Gracias, aunque no creo que sea muy diferente a tu habitación.

–No realmente, lo único diferente es que yo tengo unos dibujos míos pegados en la pared...y bueno, tu habitación está mucho más ordenada que la mía.

–Si quieres algún día podemos ir a ordenarla, no me molestaría.

–¡No, no!, no es necesario, no te preocupes.-rió nervioso.–¿Y tu libro?

–¡Si!, mi libro.- me acerqué a mi escritorio y tomé uno, era un clásico que aún no había leído, no es mi estilo de lectura usual, pero era lo que había.–Vámonos.