Mientras te escribía escuchaba como chicas idolatraban el cuerpo de un hombre, no era el mío. Lo buscaban por apariencia, pero nunca por corazón, lo buscaban porque se vería genial en sus historias, porque embobaría a cualquiera en una foto, porque jamás la juzgarían por estar con él, el guapo del salón ¿Te acuerdas? Tú eras como él, la más deseada, la más anhelada, te frustraba que te vieran como objeto y por eso los tratabas mal, menos a mí, porque sabía que detrás de una portada hay todo un libro y no, cariño, no soy de los que quedan en la sinopsis. ¿Te imaginas estar bueno y ser poeta? Sería catastrófico, no pararía de escribir de las mujeres que llegaron a mi cama y se fueron sin cerrar bien la puerta, no sabría cuantas plumas comprar ni cuantos contactos tuviera que agregar, no sentiría jamás igual un beso y creo que me olvidaría de lo que es un abrazo, escucharía todo el tiempo "te deseo" pero jamás un "¿te consuelo?", bebería mucho alcohol y tal vez lloraría en las piernas de mamá porque no hay mejor lugar para descansar el alma que el lugar donde empezaste. Creo que no me gustaría estar bueno y ser poeta, porque ya estoy cansado... y eso que solo escribo para ti.
Foto de Adrian Swancar
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Pensamientos muertos y poemas que jamás escuchó
PoetryToda esta introducción tiene el mismo sentido que tus ojos, ninguno. Todos estos poemas son tan variados como los colores que te pintabas en el cabello, todo este libro tiene el mismo sentimiento como el día que me declaré y todos esos pensamientos...