Jinyoung se encontraba ultimando los detalles de su plan maestro. El plan de los planes. El mejor plan malévolo del mundialístico mundo mundial. Era un plan tan maravilloso, tan magnífico y tan bien elaborado, que no pudo evitar enorgullecerse ante los resultados que podría obtener de éste. Todo esto hasta que Bambam entró en la habitación de sopetón, haciendo trizas el prototipo de su máquina Goldberg maestra capaz de aplastar la ciudad y a JayB junto con ella. En especial a JayB.
—Oh —susurró Bambam admirando el desastre que había dejado en el laboratorio secreto del mayor que funcionaba como su cuartel general del mal súper malo, maquiavélico y malvado—, cuanto lo siento.
—¡Cállate maldita tabla parlante de cabello blanco! —exclamó Jinyoung enojado con los ojos desorbitados ante el desastre era su lugar favorito en el mundo—. Más te vale mover tu plano e inexistente trasero de aquí o te rajo a patadas y chanclazos con la chancla de mamá Park.
Algo asustado, Bambam avanzó por la sala de juegos de la mansión Park con cuidado de no pisar ni tirar ninguna otra construcción de cubos Rasti o los prototipos de planes maestros para no tener a Jinyoung encima gritándole ni golpeándolo con nada. La última vez había terminado un poco demasiado herido y por poco sus padres hacían algo contra Jinyoung y sus arrebatos de ira repentinos.
—Bueno, hyung —se quejó Bambam mirando con atención como el piso de la sala de juegos era ahora una réplica a escala de la ciudad de Wangbyeohgan así como los alrededores del lugar eran una gigantesca máquina de reacción en cadena. Vaya suerte tenía Jinyoung por ser tan malditamente rico—, tú nunca me advertiste que debía tener cuidado cuando entré.
—¿Y por qué debería de advertirte cuando ni siquiera deberías estar pisando mi laboratorio? —inquirió Jinyoung simulando estar ofendido.
—Sucede que Yugyeom quiere saber qué hizo esta vez para que no le hables desde hace más de dos meses.
Jinyoung refunfuñó mientras recordaba lo que había visto y oído de su estúpido hermano menor en el apestoso baño del instituto, y se estremeció bajo la atenta mirada de Bambam, quién no entendía porqué el mayor actuaba más extraño y extravagante de lo usual. Y es que Bambam tal vez no lo sabía, ¡pero Yugyeom era el que recibía en la relación —o lo que sea que fuera— que tenía con otro chico! Y a Jinyoung todavía le costaba creerlo. No que haya sido el que recibe, claro, porque si hay algo que conoce casi tan bien como el corte feo de hongo que Yugyeom lleva desde que tiene la capacidad de recordar, es que su hermano es el pasivo más pasivo que ha conocido en toda su vida. Lo que a Jinyoung le costaba entender en realidad, era el hecho de que haya sido tan descarado como para saltarse las clases para tener relaciones con ese otro chico ¡y sin condón!
Pero antes de continuar martillándose la cabeza con aquellos pensamientos, decidió responderle a Bambam, quién aunque no lo pareciera, guardaba secretos mucho mejor que su hermano.
—Bueno, resulta que ví a Yugyeom en... —comenzó a hablar Jinyoung cuando de pronto se le ocurrió una idea increíble bajo la mirada atenta y algo ofendida de Bambam—. ¿Sabés qué, Pantera Rosa con complejo de hilo de coser? ¡He tenido una idea mejor que la anterior! Y eso que mi idea anterior era muy buen- ¡Ya sé! ¡Haré las dos cosas!
—Hyun- ¿Sabes qué? Mejor olvídalo —suspiró Bambam hastiado de la locura de Jinyoung, alguien debería llevarlo pronto a un psicólogo o de otro modo terminaría igual de loco y estúpido que el mejor amigo nerd de Mark, el muy atractivo hyung que lo ayudaba a estudiar historia.
Bambam se encogió de hombros mientras abandonaba la sala de juegos de la mansión Park dejando atrás a un inquieto Jinyoung que no dejaba de moverse de un lado a otro como si estuviera en una caricatura, ideando y construyendo decenas de máquinas y cosas de escenografía así como hacía llamadas con sus más confiables contactos, aquellos que le facilitarían las cosas que usaría en la máquina Goldberg de tamaño colosal que formaba parte de su más grandioso plan malévolo, malvado y maquiavélico.
Cuando estuvo seguro de que todas las cosas ya estaban más o menos listas y encaminadas a lo que tenía en mente, Jinyoung corrió a la habitación de Yugyeom dónde muy seguramente también se encontraba Bambam —porque parecía que el chico vivía en la mansión Park más que en su propia casita— y los arrastró a ambos por las orejas hasta su laboratorio super secreto de villano para explicarles su nuevo plan y en lo que debían ayudarlo.
—¿Me hablas luego de dos meses sólo para que te ayude con tu maldito plan? No, no, ¡NO WAY! —se quejó Yugyeom con esa voz tan espantosamente chillona de la que Jinyoung siempre se quejaba. Y es que entiendan al pobre ¡cómo aguantarse a ese ruidoso, berrinchudo y escandaloso hermano menor! Si Bambam no lo hubiese detenido hace dos años, incluso ya lo hubiera vendido por la deep web.
—No entiendo por qué te quejas si luego andas entregando el culo en el baño de chicos a un adolescente rubio y SIN CONDÓN —le recriminó Jinyoung—. ¿Es que eres más tonto de lo que creí o no conoces las enfermedades de transmisión sexual? Suerte que no eres mujer o seguramente hubieras traído un mini tú como castigo.
Para cuando el mayor terminó de gritarle a Yugyeom, éste se quedó patidifuso en su lugar, y es que ¡fue el bastardo de su hermano el que lo oyó follar con Youngjae! Aquello no hubiera pasado si el muy hijo de puta no hubiera comido porquerías que le causaran diarrea. El muy maldito Dumbo gruñón. Mientras tanto, Bambam se encontraba colorado debido a que se estaba aguantando la risa y uno que otro gas para que los dos hermanos no lo molieran a golpes... Otra vez.
Una vez que Jinyoung puso en su lugar a su hermano menor, comenzó el plan “Ésta vez finalmente me haré dueño de la ciudad”.
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Super Ridículo [JJP]
FanfictionJaebeom es un superhéroe torpe. Jinyoung es un villano con salud. ¿Les gustaría conocer la historia de esta extraña y dispareja dupla de enemigos? →jaebeom+jinyoung →shortfic →au; superhéroes; humor; romance.