Deliciosas fantasías-Louis Partridge y tu.

Miradas entre clases.

Números.

Eso es a lo que quiero dedicar mi vida, algo tan simple y a la vez... no tanto.

Siempre fui buena con ellos, luego, me enteré que se gana buen dinero en trabajos que los requieren, por lo que, al entrar a la Universidad, no dude en optar por eso, específicamente contadora, muchos pensaran que es aburrido, pero no pienso así.

Una carrera que me gustaba, apasionaba, ¡y me daba dinero!

Tenía un solo trabajo... pero me quise complicar todo.

¿Saben lo más complicado de mi carrera?

Ajá.

El profesor.

El. Fuckin. Profesor.

Yo soy solo una humana mortal, que ha caído ante la belleza de un ser que parece de otro universo.

Mi materia favorita debería ser Finanzas.

Pero en realidad es en la que estoy ahora; Estadísticas y probabilidades.

Meso las plantas de mis pies de arriba abajo, tratando de enfocar mi mirada en lo que hay en el pizarrón y no en esa espalda que se contrae cada vez que el profesor Louis escribe algo en él.

Joder, parezco una colegiala crusheada de su profesor.

Mi mente dice que sea profesional, que no me deje llevar por mis pensamientos lujuriosos hacia mi profesor, no es correcto.

Carraspeo, tratando de enfocarme en la clase. Estoy logrando entender la materia, pero, sus ojos dieron con los míos.

El contacto visual más intenso que he tenido en mi puta vida.

Puede que parezca, pero no soy una chica ingenua que se deja llevar solo por la belleza que se cruza ante sus ojos, no, esto no es una fantasía ingenua de la cual podría escapar fácilmente.

Sus ojos viajan rápidamente analizandome de pies a cabeza, acto seguido muerde su labio volviendo su mirada a pizarrón, quiere ser discreto, pero, no lo consigue, la tensión sexual ya está cruzando la línea prohibida.

Mi mente viaja a esos vagos recuerdos de cuando empezó el semestre.

"—Buenos días. — quién sería mi profesor en esta materia llegó a toda priza — Soy el Profesor Louis.

Se presentó como comúnmente lo hacen todos, era muy guapo y joven, a de ser muy popular entre los maestros. Nos miró a todos en un vistazo rápido, y como si nada empezó su clase.

Explicaba muy bien el contenido, no tuve problemas con eso.

Poco antes de terminar la clase, nos reto a resolver un ejercicio bastante dificil de descifrar. Todos estábanas concentrados, con la mirada en la hoja que nos habían pasado.

¡Ya está! Por fin di con el bendito resultado.

Levante la cabeza decidida a ser la primera en decirlo.

—Pro-

Las palabras se me atacaron en la garganta, el profesor me estaba mirando muy fijamente, nuestras miradas conectaron por unos minutos, la sonrisa ladeada que me dio, me hizo suspirar, no me importó el riesgo en ese momento, se la devolví sabiendo que iba a estar en serios problemas."

Desde ese momento, no pudimos evitar rozar nuestras manos más de lo necesario cuando me entregaba un examen o pasar por nuestro lado demasiado cerca.

No hemos hecho nada más allá que desearnos con la mirada.