Prisionero

Dolor

Pov Nagisa.

Tomar su mano quizás fue un error pero al sentír el aura de seguridad que siempre siento de el supe que si fuera un error no sentiría eso.

Quizás por los sentimientos de por medio que tengo hacia el me haga sentir tan seguro pero aún así.

Yo confío en el, apesar de todo.

...

Me encontraba en mi habitación acostado mirando el techo de mi habitación.

Me sentía realmente raro.

"Apreciar"

¿Apreciar como amigos? ¿Solo eso? Realmente esperaba más de karma, quizás solo era una fantasiosa idea que tenía pero quería más que solo apreció.

El era realmente tonto al pensar que quizás karma sintiera lo mismo que el. Era un idiota, hace años habia confirmado eso, karma y el nunca serían y aunque karma quizás le gustaran los hombres ¿Que le hacía pensar a él que a karma le gustaría el? Nada verdad porque ellos eran amigos y nada más.

— ¡Nagisa!, E vuelto mi niña!

Era mamá.

Suspire me solté el cabello y puse mi mejor sonrisa.

Era mejor no hacerla enojar.

...

Mi mejilla ardía y mis piernas temblaban y sentí un fuerte dolor en mis costillas.

Había vuelto a suceder.

Mi mamá estába mirándome con asco como siempre lo hacía después de perder la cabeza.

— Eres un asco.

Soltó y se fue a encerrar a su habitación dejándome tirado en el suelo.

Seria muy difícil pararme así que me arrastre hacia el baño lo mejor que pude apesar de las punzadas que venían de todo mi cuerpo y el sabor a sangre en mi boca.

Al llegar intente alcanzar la perilla pero me di cuenta de que estaba abierta así que entré con facilidad.

Me intente parar sosteniendone del WC y lo logré apenas.

Busque el botiquín y lo saque con un poco de dificultad gracias a mi deplorable estado.
Al mirar al espejo empezando a curarme vi unas marcas en mi cuello de las manos de mi progenitora,
La verdad no sentía nada pero el dolor incesante de mi pecho era lo que me recordaba que era el dolor.

Odiaba esto.

Realmente me odiaba esto pero aún asi ya no es como antes almenos ahora se que hay alguien en este basto planeta que estaba dispuesto a escucharme y cuidarme.

Suspire alejando todo pensamiento de mi cabeza y volviendo a curar mis heridas aunque mañana no sabría como explicarlas.