Frustración

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Estar entre los reconfortantes brazos cálidos de el era la sensación más agradable que había sentido en esos últimos días.

Ningúno hablaba pero se transmitían todo atravez de ese cálido abrazo y se perdían entre esas sensaciones sin darse cuenta el largo lapso de tiempo que habían estado así y también olvidando la puerta entre abierta del domicilio del pequeño.

Pero al percatarse el mayor de esto cerró la puerta con su pie para no perder el lindo momento que tenían los dos.

El más bajo no había pronunciado ni media palabra después de esos largos segundos que parecieron años.
el más pequeño sentía mareo y sus temblorosas piernas habían parecído recobrar el sentido y volvía a sentir el profundo dolor que había estado sintiendo.

Sus piernas en algún momento dejaron de funcionar por el dolor provocado en ellas y en demás sonase de su cuerpo, al sentir eso el más alto sujeto con sumo cuidado su cuerpo intentando no provocarle más dolor, acción que exaltando al más bajo

— Tranquilo nagi, nunca te dejaré caer

Aquellas palabras hicieron latir de una manera especial el corazón de el provocandole un pequeño calor a sus mejillas y orejas.

Los pensamientos y el dolor de su cuerpo ya no eran importantes ahora todo estaba enfocado en este momento.

Sus caras en una leve cercanía y la calidez que sus cuerpos se transmitían al otro era mágico sumamente mágico. Sus narices rozaban y sus ojos se cerraban hasta que el mismo alejo a karma y karma solo se levanto algo atontado y fue al baño.

Era un idiota, realmente un idiota.

...

Examinaba el pálido cuerpo lleno de magulladuras de nagisa con cuidado y preocupación, en su cabeza no le cabia la idea de dañar a alguien con aspecto de angel como el la tenia en especial de su madre, cada día el creia que la progenitora de nagisa estaba loca, A este punto creía que sería mejor contarle a cualquiera de sus profesores para que intentaran ayudar al joven pero sabía que este apenas se dejaba por el mismo.

Era difícil intentar ayudar a nagisa, su madre era un verdadero problema y sabía que si no hacía algo ahora posiblemente su madre se volvería peor. Nagisa no era culpable de los delirios de su madre pero el pagaba los platos rotos. Sabía que toda la familia que tenía no vivía muy cerca de allí además de su padre persona que no era más interesada en nagisa ya que este era totalmente ausente en su vida.

Me sentia frustrado, realmente lo hacía. El no merecía esto la verdad es que no lo hacia.

Mirar el cuerpo lleno de cicatrices de nagisa le hervía la sangre a la vez que le dolía como si el mismo viviera esas heridas.

—¿Karma?

—¿ah? Lo siento nagi me distraje ahora sigo.

—Tengo hambre

—Voy a preparar algo.

Fui a la cocina aun algo pensativo y frustrado, no podía actuar sin ponerme a pensar que será de nagisa ¿que puedo hacer yo?

Si pudiera le quitaría ese dolor y lo haría mio pero no puedo.

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⏰ Última actualización: Sep 23 ⏰

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