Querido Wile...
Es un fanfic creado por mi persona que se centra en un caso inusual ocurrido en el desierto, ocasionando que el correcaminos sea el único en dicho sitio.
Road se ha preguntado sobre el paradero del coyote, ya que este de forma extrañ...
Daniel Rosty - Aurora ..................................................................................
Desperté, nuevamente con los ánimos por debajo, creo que se volverá un hábito mío esto. Es extraño que me sienta así hoy, es mi cumpleaños después de todo.
Normalmente en esta fecha es cuando me siento entusiasmado, me alegro por saber que cumplía un año más de vida, pero esta vez es diferente.
Quizás no tengo a alguien quien me celebre, me dé un regalo o mínimamente una felicitación, a veces ser el único viviendo aquí tiene sus desventajas, eso fue lo que pensaba hasta que pasó algo interesante y sorprendente, que hasta ahora es un bonito recuerdo que llevo conmigo.
Ocurrió exactamente el año anterior.
Sabía que pese a ser mi cumpleaños, tú nuevamente iniciarías tu día con nuevas trampas, de eso estaba seguro, a decir verdad no me importaba, pero esa ocasión fue distinta, no hubo nada de persecusiones, trampas o algo, me pareció extraño que no hubiera nada de ello en todo el día.
Cerca del atardecer, fue extraño verte acercarte a mí de una manera temerosa y nerviosa, con tus patas detrás de tu espalda, parecía que ocultabas algo, tenía la sensación de que no ibas con una mala intención, tu actitud me decía eso de ti.
Aquella sensación se volvió una revelación, pues al estar cerca mío, solo volteaste tu mirada, extendiste tu pata lentamente y me enseñaste lo que ocultabas detrás tuyo, al verlo, quedé sorprendido de que se trataba.
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Una pequeña roca, en su superficie tallada con la palabra: "Feliz cumpleaños, Road"
No supe como reaccionar, no esperaba ese gesto tuyo, por lo que después de darme aquel pequeño regalo, solo diste una risa leve para retirarte lentamente.
Miraba como te ibas mientras sostenía aquel regalo, lo observaba y me preguntaba ¿por qué aquello?, la respuesta tendría que darla yo mismo, aunque esperaba que tú me la dieras... era la primera vez que hacías algo asi.
Lo miraba una y otra vez, siendo lo más interesante que mis ojos pudieran ver, los detalles que tenía eran notorios, quizás por ello estuviste ausente todo el día.
Quise darte las gracias por eso...
Hasta el día de hoy, aún conservo aquella pequeña piedra, que más que regalo, es un recuerdo tuyo. A veces llegó a pensar si ello es una prueba de que realmente tienes aprecio hacia mí, no lo sé, de todas formas es un bello obsequio.
El día transcurría, sin novedad alguna, no hice mayor cosa, simplemente dar una vuelta por allí antes de regresar a mi hogar.
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Caída la noche, observé el cielo, habían muchas estrellas, era muy bello.
Una estrella fugaz pasó, a lo que cerré mis ojos y pedí un deseo, esperando que este se cumpliera, asi lo pedía, como regalo de cumpleaños.
Me acomodé para dormir, no tarde en hacerlo, después de todo, estaba cansado.
