Estaba nerviosa por lo que estaba por hacer porque jamás lo había hecho sin permiso de su abuelo. Buscó con el dedo el libro con el nombre de "Inquilinos". Cuando lo encontró lo sacó de ahí en medio de otros con mucho cuidado. Era mediano, pero aún así parecía ser muchas hojas para el corto tiempo que tenía Bae en buscar su nombre.
Estaba en un pequeño rincón en la habitación de recepción de su abuelo. De rodillas en el piso con el libro abierto en sus manos, había muchos nombres pero sabía que tenía que buscar por el número de habitación.— Trece.. trece.. trece.—dijo buscando con su índice el número que estaba tan pequeño que costaba ver. Había muchos nombres de gente que había ocupado esa habitación desde el día que ese lugar se inauguró. Buscó la fecha reciente en donde él se había anotado.— Park.. Jimin.—lo encontró y dijo su nombre en susurro.
Sintió como si alguien estuviera cerca y se apresuró en guardar de nuevo aquel libro. Ya sabía su nombre, resonaba en su cabeza, y aunque haya estado ocupada, su nombre seguía ahí y ni siquiera lo había visto al chico. Como normalmente.
—¿No irás a visitar a tu amiga, hija?—preguntó su abuelo a su lado mientras ella batía café para los que quisieran acercarse a pedir en esta noche fría.
—Ah..—ella calló por unos segundos donde recordó lo que le había pasado al volver. Había pasado dos semanas desde aquel suceso y aún sentía mucho miedo salir en la noche.— No, no puedo por ahora. Tengo que seguir estudiando.
—Cierto, cierto. ¿Está listo el café hecho?
—Lo están.
—De seguro alguien vendrá a pedirlo luego.—dijo. Era tarde y su abuelo iba a dormir como habitualmente para no perder su noción del sueño dejándola a Bae a cargo hasta las doce de la noche. Inquilinos pasaron por la barra por unas tazas de café hasta la hora.
Siendo las 00:01 decidió terminar el día de trabajo. Puso las tazas sucias en el lavabo de la cocina con agua para que el personal, cuando se levantaran temprano lo laven tranquilamente. Salió de ahí para ver de golpe al chico misterioso, Jimin, sentado en la barra mirando sus manos apoyados en la madera. Levantó la vista cuando la sintió y pensó que moriría, aquellos ojos oscuros siempre parecían hechizar para actuar de la forma en la que él quisiera, pero se contuvo y fue fuerte a sus nervios.
Caminó los pocos pasos que tenía hacia él quedando del lado interior de la barra.— ¿Puedo ayudarte en algo?—habló en voz baja para su gusto. La miró unos segundos y quitó su mirada rápidamente de ella volviendo a sus manos.
—Un café.
Bae casi se paniqueo, no sabía si había quedado en la gran tetera donde se conservaba caliente.— Un segundo.—volvió hacia la cocina apresurada con los nervios a flor de piel.— Cómo es posible que esté aquí, son las doce y cuatro minutos. Está fuera en horario de la atención del hotel.—habló para ella misma con una voz demasiado baja. Sirvió el café sintiendo el delicioso y característico aroma de este. Antes de salir respiró profundo y soltó todo el aire. Él seguía ahí en el silencio, levantó la mirada cuando la sintió.— Aquí tienes.—disimuló su temblor de manos.
El pelinegro se adueñó de la taza entonces, no necesito mucho, llevó a su boca tomando un sorbo. Bae se sorprendió de no ver ninguna mueca en él por lo caliente del café, ella casi se quemó.— ¿Cuántos años tienes?—dijo de repente, asustandola. Aún más cuando la volvió a mirar fijo.
—Eh.. tengo.. tengo diecinueve, en cinco meses cumpliré los veinte.—habló con nerviosismo, se enfadaba tanto al verse tan indefensa ante alguien.
—Bastante joven. No lo aparentas, siendo sincero contigo.—siguió tomando.
Bae sin poder callar su curiosidad le preguntó lo mismo. Su edad. Jimin demoró en contestar teniendo la taza aún en sus labios, no la miraba pero escuchaba cada sonido de la sala donde estaban, ella comenzaba a arrepentirse de haber preguntado, pensó que mejor idea era quedarse callada y dejarlo solo. Se estaba torturando sola.—Veinticinco.—contestó, finalmente.
—Tú sí pareces.
—¿Crees que sí?—dejó la taza en su plato a conjunto. Bae asintió ante su mirada, aquellos ojos que no decían nada.— Eres demasiado tímida. Estás demasiado tensa conmigo desde el primer día, ¿Por qué?—el corazón de Bae comenzaba a acelerarse, posiblemente él también lo sentía.— ¿Te hice algo que no debía?— levantó una ceja. Luego la miró, sus ojos se desplazaron desde su cintura a los ojos de la fémina.— Yo que sepa, no.
—Es que..—quiso defenderse rápidamente.—Me cuesta un poco dejarme ver ante la gente como soy, por favor no quiero incomodarte y que te lleves una mala impresión de nuestro hotel, no hay otro mejor. Aquí eres bienvenido..
![](https://img.wattpad.com/cover/332129747-288-k730451.jpg)
ESTÁS LEYENDO
HOTEL ✓ park.jm
FanfictionEl hotel era sencillo y muy bonito, siempre se llevaba el elogio de la gente que se hospedaba por unos días. El lugar totalmente cálido para todos como si estuvieran en su propia casa con familia y eso era excelente para los dueños. Hasta que la ll...