HOTEL ✓ park.jm

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Como era de esperar, el abuelo de Bae de dió cuenta que su nieta no pisaba del todo bien y a ella no le quedó otra que contarle lo que pasó, obviamente quitando toda la parte donde Jimin intervino. El abuelo le dijo que tenga más cuidado la próxima y si quería podía no hacer nada en el día, él iba a encargarse. Cosa que no hizo caso, ayudó sí, pero no hizo nada que ejerciera fuerza.

En un momento de la mañana Bae se sentó soltando un quejido de descanso y miró su pie, se podía ver un poco del color violenta a causa del tobillo malo, dejó de mirar y observó al frente encontrándose de sorpresa absoluta y asustandola notoriamente al ver al pelinegro sentado en la misma.— Lo siento no te oí sentarte.— dijo nerviosa, miró alrededor viendo que no había nadie. Miró a Jimin de nuevo, sus ojos negros siempre la hacían sentirse pequeña.

—¿Cómo está tu pie? 

—Oh eso.. no fue nada, solo un tobillo doblado.—dijo riendo en nerviosismo pero sin importancia, o eso quiso creer. 

—Pero te duele, te escuché quejarte. Puedo ayudarte a caminar a tu habitación. —ofreció.

—No, no hace falta yo puedo sola.. gracias.— Bae pensaba que tenía que dejar de sentirse de esa manera cuando él estaba cerca, no quería que se sintiera mal por ella y su pequeña desconfianza en él.

—Me permitirías invitarte a salir.— Bae sintió como algo cayó a su estómago de golpe, sus ojos bien abiertos sin pestañar seguido. Era la primera vez que alguien la invitaba a salir, y aún más, que un apuesto caballero lo haga.— Quiero hacerme más cercano, veo que aún no estás segura de mí hablandote. Pero eso puede cambiar.— Jimin mostró una pequeña y muy suave sonrisa con los labios sellados. Para Bae eso fue demasiado, había mostrado una pequeña mueca en ese rostro siempre serio, lucía tan angelical y ella quiso saber más. 

¿Cómo es ese rostro tallado a mano con una sonrisa grande? 

Aún no había contestado, no sabía, no sabía que hacer realmente. Nunca había llegado tan lejos además de que, tenía diecinueve años y siempre fue reservada y cuidadosa con los muchachos, Bae tenía una forma totalmente diferente de crianza y valores a las que tenía él. 

Completamente diferente.