HOTEL ✓ park.jm

14

—Abuelo, buenas noches.—dijo al abrir la puerta y verlo ahí. 

—Bae, pensé que ya dormías, dudaba en venir.—entró a la habitación un momento. Ella se puso nerviosa pero aún así se hizo a un lado y volvió a cerrar la puerta.— Quería contarte algo.— ella se sentó en su cama viéndolo desde su altura. 

—¿Que pasa? 

—Recibí una carta de mi buen amigo, dijo que va a venir desde Inglaterra de nuevo hasta aquí, pero de visita y también porque viene a ver su casa.— veía la emoción en su rostro, Bae sabía que su abuelo era el único de sus preciados amigos que se quedó para poder prosperar con este negocio mientras ellos, migraban a otro lugar. 

—Sí que son buenas noticias.—sonrió aún nerviosa.— ¿Cuando vienen? 

—En dos semanas, viene con su hijo mayor. ¿Te acuerdas de él?—ella se sonrojo un poco. 

—Sí.. por supuesto. 

Jimin quien estaba escondido escuchaba todo pegado a la puerta. Sintió cosquilleos en su herida y vió lo que había hecho ella, sonrió recordando como se puso nerviosa al verlo sin su camisa y como trataba de no tocarlo demasiado cuando lo curaba. Eran tan respetuosa, tímida, inocente que sus deseos se iban incrementando más, siguió escuchando, era lo único que podía hacer estando allí. 

—Podrías salir con él, enseñarle el lugar que seguro ya no recuerda mucho.—rió. Ella le sonrió tiernamente. 

—Lo haré. 

—De acuerdo, me voy ahora ya es tarde y se seguro quieres dormir.—caminó hacia la puerta.— Mañana, depende el día podrás tener otro libre también.—Bae asintió.— Buenas noches. 

—Duerme bien.—cuando se fue esperó unos segundos largos antes de levantarse de la cama y apresurarse en abrir el baño.— Lo siento tienes que irte esto fue demasiado riesgoso.—hablaba mientras se alejaba dejándolo salir.— Tu herida ya está mejor, espero tengas una buena sanación pero-

—Tranquila, nadie sabrá de esto.—lo vió acercarse hasta donde estaba ella. De nuevo, tenerlo a pocos pasos la hacía olvidar de todo, lo único que quería era mirarlo a él, mirar aquella belleza absurda que tenía el joven.—Si tienes libre mañana,  veamonos de nuevo.—cómo podía decirle que no a estas alturas, era demasiado tarde, ya sentía esas mariposas en su panza por verlo a él, temblaba cuando tenían un roce con sus cuerpos y cuando el se aproximaba a tocarla o dejar un inocente beso, era su muerte. Muchas sensaciones juntas. No logró articular palabras, solamente asintió, Jimin sonrió levemente una vez más y se acercó hasta agarrar su mano derecha y dejar un beso en ella con una Bae encantada frente suyo, él sabía que era así. 

—Me voy ahora. Nos vemos, preciosa.

Antes, se fijaron que nadie vea nada sospechoso para que él salga, al estar nuevamente sola se tocó las mjillals al sentirlas hervir.— Tengo que controlar esto.—se habló a sí misma. 

Una vez acostada y en la oscuridad se puso a pensar en Jimin y en lo que pasó. ¿Que le habría pasado para obtener una herida de ese estilo?, muchas preguntas sin respuestas. Por otro lado, se acordó lo que le contó su abuelo y de Joon, se acordaba de él perfectamente. 

Si cuando eran niños casi adolescentes ambos habían prometido casarse cuando tuvieran la mayoría de edad, y ella estaba cerca. Los dos se querían mucho y se gustaban en ese entonces. Si lo ve de nuevo.. ¿Volvería a sentir por él lo de antes?