Después de ti...

7 2 0
                                    


 Capitulo 24

ÁNGEL

Abrí los ojos y me sorprendí cuando vi a Layla mirando hacia la ventana, estaba perdida en sus pensamientos así que me quede en silencio observando que había, vi como tocaba varias partes de su cuerpo, como sus brazos, sus piernas, vi como sus ojos se cristalizaron, vi cómo se le fruncía en ceño, observe cada detalle hasta que se detuvo en su hombro donde tenía aquella cicatriz entonces me di cuenta que estaba pensando en eso que le hacía tanto daño, espero no haberle hecho recordar nada con lo que paso anoche, estaba realmente hermosa, con el pelo alborotado, la camiseta negra que tenía puesta, hasta podía ver sus pechos a través de ella, sonreí, aunque ella no pareció notarlo. Seguía perdida pensando en ello, pero no quería molestarla, ella debía sanar esas heridas y yo iba ayudarla con ello, sus ojos estaban perdidos realmente parecía como si estuviera viajando al pasado, como si eso pudiera hacerse... ahora era yo quien se distrajo. _Hola buenos días. Dijo sonriéndome como si no le afectara lo que hace cinco minutos pensaba. _Buenos días ¿dónde estabas? Porque claramente aquí alado mío no. _Solo pensaba, estoy aburrida ¿podemos salir? Dijo y me dejo en claro que no quería hablar de ello y estaba bien, cuando ella quisiera podríamos hablar sobre eso, aunque con respecto a lo que había preguntado era un rotundo no. _Sabes que no, es peligroso. _Pero saldría contigo... Dijo mirándome como si fuera un perro mojado solo y triste en la calle, eso sí que no, no voy a caer en eso. _No me mires así Layla, quiero cuidarte y no sé si sea buena idea salir. _ ¡Que no va a pasar nada! ¡vamos! ¿por favor? Dijo con la misma mirada y la verdad es que ahora que me pongo a pensar tal vez le haga bien salir un rato a algún lado, podríamos ir tomar algo, no sé si esto era oficial o no, pero para mí ella ya era mía, ahora mismo me pertenecía, era mi novia y no iba a dejar que ningún inútil se le acercara ella era completamente mía. _Bueno... está bien, pero solo un rato y arréglate con lo que traigas en la maleta no quiero que vayamos otra vez a tu casa. _Está bien. Dijo saltando emocionada de la cama, me levante y comencé a ordenar un poco, hice la cama, pase la escoba por la habitación y limpie un poco los muebles, hoy había un poco de sol así que abrí las ventanas y sentí como por mi abdomen corría el ligero frio que entraba, se estaba sintiendo el otoño, mire hacia fuera y pude ver el hermoso color de los árboles y las calles, las vías del tren le daba un toque especial de otoño a las cosas, parecía un paisaje sacado de alguna película de amor, escuche ruidos en la cocina y fui a ver tal vez mi madre había vuelto.

Mis ojos se sorprendieron al ver aquella rubia con un delantal puesto, una coleta hecha y un poco transpirada. _ ¿Qué haces? _Pues que más... estoy limpiando. ¿qué creías que iba a ir a arreglarme mientras tu limpiabas? No señor primero dejo las cosas acomodadas y luego me arreglo tranquila. Me reí ante su comentario y me acerque a ella tomando con cuidado la coleta que sostenía su pelo para quitársela, ella me quedo mirando como no entendiendo lo que pasaba. _Tranquila... no voy a morderte. _No es eso lo que me preocupa. Levante la ceja y la mire. _ ¿Entonces? _Me preocupa que quieras venir a seducirme y luego te vayas sin más. _ ¿Dejándote con las ganas? ¿me crees capaz de eso? _Claro que si... lo has hecho antes. Dijo y las escenas volvieron a mi cabeza. _Bueno... pero eso era antes. _ ¿Antes? ¿Qué quieres decir? _Ahora puedo hacerlo todo el tiempo si quiero... Dije sin darme cuenta de lo que acababa de desatar en ella, se acercó a mis labios. _ ¿Tu realmente crees que puedes tenerme cuando quieras? Dijo provocando un calor en mi... _Por supuesto que sí. Dije seguro mientras le colocaba el pelo detrás del oído. _Muy valiente ¿Verdad? Ten cuidado, no vaya hacer que ni siquiera... dijo lento mientras se acercaba a mi hasta que sentí como respiraba sobre mis labios. Puedas darme un beso. Termino y se alejó de mí, la sujete por el brazo acercándola a mí. _ ¿A dónde crees que vas? _A arreglarme ya he terminado aquí. Dijo encogiéndose de hombros. _ ¿Tú tienes alguna duda? _ ¿Sobre qué? Me pregunto desafiante. _Si quisiera puedo tenerte ahora mismo en mi cama. Ella soltó una carcajada y volvió a mirarme, pero cuando lo hizo me lanzo una mirada como si me odiara, como si ese fuera el inicio de un juego que probablemente termine perdiendo, pero me estaba poniendo a prueba, esto va hacer divertido.

Después de ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora