Día 2: Criatura Sobrenatural

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Disclaimer: Los personajes de Naruto no son míos, son propiedad de Kishimoto.

Summary: Hinata sufre de una antigua y desconocida maldición.

Pairing: SasuHina RTN

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Criatura Sobrenatural

Desde que cumplió la mayoría de edad, a Hinata le encantaba subir a la cima de la Montaña Hokage para sentir el aire fresco y admirar la quietud de la aldea de Konoha durante las noches. Sentía que eso la tranquilizaba y la ayudaba a renovar algo de la poca energía que tenía.

Suspirando, la Hyūga se puso a pensar en su... Precaria situación. Y es que en el momento en que cumplió los dieciocho años, se activó en ella una antigua y extraña maldición que aquejaba solo a algunos miembros del clan Hyūga. Sinceramente, Hinata aún no podía entender por qué nadie de su familia le había contado sobre aquello. Vamos, que una pequeña advertencia no costaba nada, ¿verdad?

Cada día se sentía más cansada, estaba casi al borde del agotamiento y lo detestaba. Ella no podía ser débil, la heredera del clan Hyūga no debía ser una debilucha, eso era inaceptable, incluso se atrevería a decir que eso era inconcebible. Aunque, la realidad era que, ya no aguantaba más, necesitaba alimentarse y volver a sentir la energía y vitalidad recorrer su cuerpo. No quería, odiaría hacerlo, pero tendría que hacerlo. Ahora solo tenía que buscar al incauto que le serviría de alimento.

Se puso a analizar sus opciones. Probablemente, su pervertido primo Neji le serviría. En realidad, estaba segura de que, con un solo encuentro, sería más que suficiente para llenarla de energía de aquí a la eternidad, pero... No, Neji no. Él estaba descartado.

Tal vez Menma la ayudaría. No, él tampoco. Él estaba en una relación muy seria con Sakura Haruno, la hija del difunto cuarto Hokage.

Sus amigos, Kiba el amante de los gatos y Shino, también quedaban descartados, eran sus compañeros de equipo y no quería enredarse con ellos.

Sai el pintor fracasado igual estaba vetado. El muy subnormal tal vez haría alguna de esas horrendas pinturas solo para conmemorar o recordar en evento. Rock Lee... Ni, Dios no, Lee jamás. Ese era todavía más raro. Y no estaba tan desesperada como para involucrarse con él.

Shikamaru Nara era demasiado tonto y Chouji Akimichi muy serio. Ninguno de ellos serviría. Por lo que tacho esos nombres de su lista mental.

Por lo que solo quedaba una persona a la cual acudir. Y si lo analizaba bien, él no era un pervertido, tampoco estaba en una relación, no era un rarito y no era ni muy idiota ni muy serio. En definitiva, él serviría. Soltando un fuerte suspiro, Hinata se puso de pie y se fue a buscar a Uchiha Sasuke.

En completo silencio y amparada por la oscuridad de la noche, camino por las desiertas calles de Konoha hasta llegar a las puertas de los terrenos Uchiha. Activo su Byakugan para inspeccionar el lugar, y al no ver ningún guardia u obstáculo, se dirigió a la gran casa en la cual vivían Sasuke y su familia. Y con el mayor sigilo, entro en la habitación del menor de los Uchiha.

Él estaba acostado en su cama, aparentemente estaba durmiendo. Le costaba creer que Sasuke y todo su clan de orates no hubieran visto o sentido que ella se coló en sus terrenos. Y así se hacían llamar los más fuertes.

Lentamente, se acercó a la cama y volvió a comprobar que el Uchiha estuviese durmiendo. Al notar que el zopenco seguía ahí como si nada. Allí fue cuando pudo sentirlo, Uchiha Sasuke despedía una energía vital muy especial, se sentía casi celestial. Sin poder contenerse más, Hinata libero su maldición y poco a poco se fue transformando en un Súcubo. Le crecieron alas demoniacas en su espalda, le salió una cola de diablo, sus uñas se alargaron ligeramente y le aparecieron un pequeño par de cuernos púrpura en la cabeza. Justo después de finalizar la transformación, Hinata dejo que la magia de Súcubo fluyera e ingresó en el sueño de Sasuke.

Una vez dentro, se dedicó a admirar el mundo onírico de Uchiha Sasuke y... ¡Dios! Este tipo era más idiota y narcisista de lo que imaginó. El sueño era totalmente ridículo. Estaba él en medio de la aldea, rodeado de personas, que lo abucheaban, insultaban y lo llamaban "adefesio". Vaya que este chico estaba obsesionado con su aspecto físico.

Camino hasta él, con el ceño extremadamente fruncido, lo tomo de la mano y salieron corriendo hacia los campos de entrenamiento. Cuando estuvieron lejos de todos, Hinata soltó la mano de Sasuke y se paró frente a él con los brazos cruzados. La expresión del Uchiha era de total confusión, por lo que la Hyūga decidió que debía ser ella quien iniciara la conversación.

—Oye idiota, ¿qué se supone que estaba pasando allá en la aldea? —ella preguntó.

Sasuke seguía mirándola sin entender nada.

—¿No vas a responderme? —bufó—. ¿Acaso tu estupidez es tan severa que hasta olvidaste como hablar?

—Es solo que tu aspecto... —Sasuke medio balbuceó.

—¡Ehhh! —exclamó con fuerza. Ella no sabía que en los sueños la verían con su aspecto de Súcubo.

—¡Oh! Ya entiendo —comentó—. Estás usando un disfraz de heroína sexy —la miro con picardía—. Descuida que me gusta cómo te ves.

—¡Ja! Sí, claro, lo que digas —hizo un gesto despectivo con la mano.

—Por cierto, ¿por qué quieres hablar con alguien tan horrible como yo? ¿Es que acaso no te repugna mi apariencia? —el Uchiha se veía cada vez más cabizbajo y abatido.

—Pues yo te veo igual que siempre —ella admitió con una sonrisa irónica.

—Sabes, eres muy cruel —dijo Sasuke mientras hacía un puchero.

—Sí, me lo han dicho —ella se encogió de hombros.

—Neee, Koneko-chan, dime, ¿por qué me ayudaste allá en la aldea? —él preguntó con expresión curiosa.

—Por esto —lo empujo contra el tronco del árbol que estaba atrás de él y comenzó a besarlo apasionadamente.

Aunque confundido, Sasuke se dejó llevar por el candente beso. Poco a poco se deslizaron hasta sentarse entre las raíces del árbol. Hinata se separó de él, le dio una seductora sonrisa y con lentitud bajo una mano hasta adentrarla en el pantalón del Uchiha. Le agarro el miembro con fuerza y empezó a masturbarlo.

—Ahora quiero que te corras para mí —susurró con la voz cargada de lujuria—. Vamos, déjame saciar mi hambre.

Estuvieron así unos cuantos minutos, de vez en cuando volvían a besarse con pasión. Y cuando Sasuke finalmente llego al orgasmo, Hinata se puso de pie y se limpió la mano en la ropa de él.

—Eso fue divertido. Y como soy una persona muy generosa, te daré la oportunidad de repetir esto en la vida real —ofreció—. Así que, pequeño granuja, mañana, cuando despiertes, ve y búscame —con esa última orden, Hinata desapareció del sueño de Sasuke.

El Uchiha se quedó allí sentado, con expresión de completa felicidad.

De vuelta en la realidad, la Hyūga le dio una última mirada al Uchiha durmiente. Satisfecha y con su energía totalmente repuesta, Hinata volvió a su forma humana y se fue de la habitación del Uchiha.

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Notas: ¡Alaaaa! Este tema sí que me gusto escribirlo.

Naoko Ichigo

CharaHina Week 2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora