17

16 2 0
                                    

Un nuevo día empezaba, Jacob, leah y Seth se habían ido la noche anterior pues tenían clases, quisieron faltar y quedarse con Serene pero ella no se los permitió, le aterraba quedarse sola rodeada de vampiros pero no quería ser una carga para los que ella concideraba familia

Carlisle entro muy temprano a revisarla e intentó entablar una conversación pero ella no cooperaba, respondía solo a las preguntas médicas con un tono monótono, sus palabras eran muy limitadas

— Bueno, por ahora te colocaré un medicamento que te hará sentir un poco aturdida, no te preocupes es normal — le explicaba Carlisle

Serene ni siquiera asintio, solo escuchaba las indicaciones y se limitaba a responder con palabras cortas, Carlisle por otro lado seguía siendo amable a pesar de la frialdad de la muchacha

— Bien, por ahora tengo que irme, pero si necesitas algo Esme estará encantada de ayudarte — hablo Carlisle en su tono amable, para luego salir

A pesar de su silencio una duda había nacido en Serene, cómo era que un vampiro trabajaba en un hospital? Acaso ese hombre no tenía tentación por la sangre? Que clase de vampiro era Carlisle Cullen?

Pero de su boca nunca salieron esas preguntas, solo se quedaba en esa habitación sin hacer ruido, sin moverse, solo esperando a que el día acabará

El tiempo pasaba y Serene entraba en un estado de trance, aquel al que ella ya se había acostumbrado estando en el castillo volturi, dónde empezaba a olvidar todo para no sentir el tiempo. Un pequeño golpecito en la puerta la saco de su estado, y una voz la hizo entrar en alerta

— Pequeña es hora del almuerzo, espero te guste — se escuchó la voz maternal de Esme — perdone que entre con confianza pero en tu estado, creo que es complicado pararte, a si que te la dejaré cerca en la cama — dijo colocando la charola en una mesa corrediza junto a la cama — Ammm puedes sola? Quieres que te ayude? — pregunto pero Serene negó con la cabeza — Está bien, pero si necesitas algo no dudes en llamarme si? — le sonrió Esme para luego salir y dejarla sola

Serene se preguntó por qué cocinaba? Y como era que su comida sabía bien si era un vampiro y se supone que no tienen sentido del gusto, está familia era muy extraña al sentir de Serene

Le era algo complicado comer, por su falta de vista pero no quería depender de un vampiro, a demás su apetito no era mucho pues en su soledad parecía perderle el interés a todo

A hora que lo recordaba desde que conocí a seth fue que su apetito mejoró, le encantaba las historias que el joven le contaba y sus bromas que hacían, era tan cómodo y feliz la hora de la comida que sin darse cuenta ella también empezó a comer más que antes

Serene sonrió recordando a seth y luego de olfatear un poco la comida, sintio un olor dulce y conocido, las busco a tientas encontrando dos piezas grandes y quitar un pedazo para comerlas, estás sabían muy bien así que rápidamente las escondió en la cama para seth

Con cuidado tomo una cucharada y tocó la bandeja, había una masamorra, el olor era agradable pero debido a su falta de vista cuando intento comer está se le fue al piso con otro plato más, Esme al escuchar el ruido fue a ver qué suspendió, encontrando a Serene tratando de bajarse de la cama para limpiar

— Espera no te muevas — le llamo Esme preocupada — hay vidrios en el suelo, no quiero que te cortes — hablo Esme llegando a limpiar

Serene se dió cuenta de la estupidez que estaba apunto de hacer, si se hubiera cortado hubiera Sido peligroso y la vampira hubiera intentado atacarla, Serene pensó que la mujer estaba molesta por qué estaba apunto de hacerle perder el control pero lo que le dijo Esme la dejo confundida

ANHELÓ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora