Capítulo 0

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“¿Ahora les tendré que llamar papá y mamá?”

Una idea, un pensamiento… un recuerdo. Un recuerdo que siempre estará allí en tu mente, puede ser uno alegre o uno trágico, amor o dolor, de superación o resignación. La línea en la que se debate es tan delgada cómo un simple hilo de costura.

Lo primero que viene a mi mente es un recuerdo tan lleno de dolor, como tristeza y desesperación. Y aunque ya hayan pasado muchos años desde aquel entonces, seguirá ahí tan dentro de mí, como si fuera la primera vez.

Siempre me eh preguntado cómo es que vuelvo allí (aun si me fui hace mucho). Ha veces me pregunto ¿Qué es lo que hubiera hecho diferente para cambiar las cosas? ¿Qué es lo que hubiera cambiado?...

[Almacenes de la bahía de Bellwood City – Hace 10 años]

Como todo trágico relato, empieza con una oscura y fría noche, la hora para dormir para los niños ya había pasado y el contenido para adultos se hacía presente en los canales de televisión. Los que trabajan temprano ya estaban durmiendo, pero los únicos despiertos eran aquellos que cambiaron esta ciudad para mal. 

Me recuerdo corriendo, mi cuerpo no era humano, era una especie de velocirraptor alienígena en un traje estilo ‘superhéroe’. Estaba preocupado por no llegar tarde, por no decepcionar a nadie y en especial… no permitir que le hagan daño a alguien que me importaba tanto.

Sentía un increíble calor y dolor en mis piernas al forzarlas a moverse más rápido de lo normal, no podía parar… ¡NO AHORA! ¡NO DEBÍA LLEGAR TARDE!

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Sentía un increíble calor y dolor en mis piernas al forzarlas a moverse más rápido de lo normal, no podía parar… ¡NO AHORA! ¡NO DEBÍA LLEGAR TARDE!

El imaginar lo que le podría estar pasando, su rostro desesperado, su cabello pelirrojo dañado y su traje roto. Me hacía hervir en una furia descontrolable, no debí haberla dejado ir sola… ¿En qué diablos estaba pensando?, ¡¿En dónde mierda estaba cuando ella recibió ese llamado y se fue?!

¡Se trataba de Amalgam! ¡DEL JODIDO KEVIN LEVIN!, Gwen no debió ir sola, corro tan rápido como pueda hasta llegar a mi destino, todo está oscuro y de pronto la luz ilumina el lugar. La veo a ella tan aterrada como la imaginaba, sangraba, y su traje blanco y azul estaba fuertemente rasgado por casi todos lados, su cuerpo yacía en el suelo temblando como si tuviera frio o dolor.

Mi forma humana de 17 años vuelve a mí y suelto un fuerte grito – “¡GWEN!” – ella me escucha, veo como de sus ojos caen lágrimas. Sus hermosos ojos celestes llenos de horror me observan. Me quedo frio… como si fuera un trozo de hielo.

De sus rosados labios salen unas palabras sin sonido – “Corre” – trata de advertirme, pues detrás de mí recibo un golpe sin aviso. Soy arrojado contra unas cajas de madera y mi espalda arde como el infierno.

Con dificultad me vuelvo a poner de pie y por fin lo veo. “Amalgam” – antes lucia como un chico humano cualquiera, pero ahora es un aberrante monstruo mutado con 10 de los alienígenas del dispositivo que poseo en la muñeca. 

BEN10 BELLWOOD STRIKEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora