˚✩ Capítulo 2 ✩˚

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Felix estaba en la panadería, como casi todos los días, ordenando de un lado a otro. Habría continuado con su labor de no haber sido por el fuerte bullicio que, de repente, estalló afuera. Intrigado, salió a ver qué provocaba tantos gritos y maldiciones, sorprendiéndose al descubrir que un grupo de cazadores del pueblo perseguía a un unicornio.

La aparición de estas criaturas en público era extremadamente rara, lo que explicaba la euforia y la competencia entre los cazadores por capturarlo. Los unicornios eran muy codiciados; su pelaje, su brillante cuerno, e incluso la fama de su poder mágico atraían a nobles que querían exhibirlos en zoológicos privados y a coleccionistas obsesionados. Felix sintió temor y desagrado al ver cómo algunos cazadores disparaban flechas sin piedad hacia el animal indefenso, mientras otros lanzaban lazos para inmovilizarlo.

-¡Lo atrapé! ¡Es un verdadero unicornio! -exclamó uno de los cazadores, un hombre tosco, con los ojos brillando de codicia- ¡Voy a hacerme rico! -decía con emoción, tirando con fuerza de la cuerda para obligar al unicornio a moverse. Pero el animal, asustado, se resistía con todas sus fuerzas, luchando por recuperar su libertad.

-¡No! -gritó Felix, desesperado, sintiendo la impotencia de no saber cómo ayudar al unicornio.

El cazador pensó por un momento que había logrado someterlo, pero un descuido fue suficiente para que el unicornio recuperara el control. Con una ráfaga de fuerza, arrastró al cazador hacia un tronco donde había un hacha clavada. Aprovechando la oportunidad, el unicornio cortó la cuerda que lo mantenía prisionero y huyó.

Liberado, el unicornio corrió hacia el bosque. Antes de perderse entre los árboles, Felix creyó ver que el animal se detuvo por un instante para mirarlo. Desconcertado, trató de convencerse de que era solo una ilusión, una fantasía de su mente. Sin embargo, notó que el unicornio aún llevaba parte de la cuerda que había sido su prisión y que ésta se enredaba en las ramas a medida que avanzaba. Decidido, Felix decidió seguirlo, con la esperanza de ayudarlo a liberarse completamente.

Se adentró en el bosque, siguiendo las huellas del unicornio hasta que lo perdió de vista. Continuó caminando, guiado por el sonido de un relincho lastimero. Al acercarse, encontró al unicornio atrapado en el suelo, enredado entre las raíces de un árbol caído. Corrió hacia él y comenzó a desatarlo. Una vez que el unicornio estuvo completamente libre, Felix soltó un suspiro de alivio.

Aunque su instinto le decía que debía regresar a la panadería, la curiosidad fue más fuerte. Observó al unicornio avanzar con gracia hasta un tronco caído que conectaba ambos lados de un profundo arroyo. Felix lo siguió, cruzando el tronco con cautela. A mitad de camino, se detuvo, maravillado al ver como el unicornio se acercaba a una cascada en el otro extremo. Con un movimiento majestuoso, el unicornio tocó las rocas con su cuerno, que brilló intensamente al entrar en contacto con ellas. Ante los ojos de Felix, las rocas se abrieron lentamente, revelando un túnel escondido tras la cascada. El unicornio entró sin dudarlo.

Felix, sin pensarlo dos veces, cruzó rápidamente el tronco y logró colarse por el pasadizo justo antes de que se cerrara detrás de él. Avanzó por el túnel, su corazón latiendo con emoción y temor, hasta que finalmente llegó a un hermoso prado, más verde y vasto de lo que nunca hubiera imaginado. Flores de todos los colores cubrían el suelo, bañadas por la suave luz del sol, y una brisa fresca llenaba el aire. sonreía, hipnotizado por la belleza del lugar.

Sin que él lo notara, un grupo de animales pequeños y curiosos lo observaban desde las sombras de los árboles cercanos. A su lado, se encontraba una dama de extraordinaria belleza, cuya presencia irradiaba una luz suave y mágica. Los ojos de la dama, grandes y llenos de sabiduría antigua, seguían cada paso del recién llegado. Junto a ellos estaba el unicornio que había guiado a Felix hasta aquel prado escondido, mirándolo con la calma y la inteligencia propias de una criatura mágica. Los animales, embelesados por la escena, conscientes de que algo importante estaba a punto de suceder

Felix y el lago de los cisnes ❀ᴍɪɴʟɪxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora