Felix y el lago de los cisnes ❀ᴍɪɴʟɪx

˚✩ Capítulo 5 ✩˚

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—¡Aburrido! ¡Insípido! ¡Feo! —Minju canturreó con disgusto, mientras rebuscaba frenéticamente en su baúl de joyas. La frustración brotaba de ella como un manantial desbordado— ¡Aggh! ¡No tengo nada que ponerme! ¡Es humillante!

Su berrinche fue interrumpido por la entrada de su padre, Jinyoung, quien cruzó el umbral de la sala. Su rostro, reflejando un conflicto interno, hacía que su hija frunciera el ceño.

—Yo conozco esa mirada —dijo, alzando una ceja— Estás pensando en algo, ¿verdad, papi?

Jinyoung, inmerso en sus pensamientos, comenzó a caminar de un lado a otro, como si las palabras de su hija fueran ecos lejanos.

—Conseguiré ese cristal —murmuró para sí mismo— Así le tenga que arrancar la cabeza con la corona a ese humano.

—¿Corona? Yo no tengo ninguna corona —Minju le reclamó, cruzándose de brazos— ¡Quiero una corona! ¡Tráemela, papi! ¡Yo no tengo ninguna!

—Pronto la tendrás, mi pequeña estrellita —respondió el hechicero, cediendo a las exigencias de su hija mientras acariciaba suavemente su mejilla. Pero el gesto fue en vano; Minju lo apartó con un brusco manotazo.

—¡Pero no quiero esperar más! ¡La quiero ahora! ¡Soy la princesa de este maldito bosque! —gritó con su chillona voz, sus palabras resonando por la sala— ¿Por qué simplemente no lo matas, papá? —sugirió, refiriéndose a Felix, quien portaba la tiara con el cristal mágico— Cualquier humano podría hacerlo.

—¿Un humano? —Jinyoung frunció el ceño ante el comentario inocente de su hija— ¡Por supuesto! Ahora que Yongbok es una criatura encantada más del bosque, ni el cristal mágico podría protegerlo del ataque de un humano. ¡Brillante idea, mi estrellita! —La mente del hechicero empezó a tramar un plan en el que el conseguía el cristal que el joven poseía y de paso se deshacía de él.

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El príncipe Minho, ajeno a las maquinaciones del hechicero, decidió que era un buen día para salir a cazar. Montando su elegante caballo, se adentró en el bosque, admirando su belleza natural. Sin embargo, toda su atención fue capturada por una gran ave que volaba bajo. Con determinación, decidió que esa sería su primera caza del día.

Sin saberlo, aquella ave era Jinyoung en su forma animal, guiando al príncipe hacia el corazón del bosque, donde se hallaba aquel cisne. Su plan era claro; dirigir al humano hacia el cisne, y así deshacerse de su mayor amenaza y así el pudiera robar el cristal.

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El hermoso cisne blanco descansaba plácidamente en las aguas cristalinas del lago, situado en el prado tras las cascadas.

—Buscamos toooodo el día y tooooda la noche, y nada... —Seungmin comentaba a sus amigos, la frustración palpable en su voz.

—Shhh, lo despertarás... —Hyunjin lo calló, consciente de que Felix necesitaba descansar. Pero pronto ya no valdría la pena su intento de cuidar su sueño...

Jinyoung había llegado, como un oscuro presagio surcando el cielo. Con un aleteo de su manto, el hechicero descendió en picada, sus ojos destilando la determinación de un cazador en la noche. El cisne, sintió la sombra que se cernía sobre él y, con un súbito instinto de supervivencia, emprendió el vuelo, sus alas blancas brillando como la luna en la oscuridad del bosque.

Sin embargo, la magia de Jinyoung se extendía a su alrededor como un velo de sombras, impregnando cada rincón con una atmósfera tensa y electrizante.