Brian llegó a su casa cansado por todo lo ocurrido en la estación de policia. En un mejor estado, podría haber tomado una ducha e ir directo a la cama, pero prefirió dedicar una hora de su tiempo para revisar los pendientes que tenía en la escuela. No esperaría a que se llegasen a juntar con otras actividades y con ello postergar su tan apreciable siesta de veinte minutos, por lo que apresuró a realizar sus deberes.
Portafolios llenos de hojas sueltas, exámenes, reportes y de más oficios, provocaron un inevitable bostezo por parte del hombre de treinta y tres años, pero no le dio importancia, así que prosiguió con su cometido. Estaba en busca de esos tediosos libros de física que le ayudarían a marcar los errores de sus estudiantes. Brian anotaba la resolución de los mismos junto a un mensaje motivador, pues no podía dejar que sus alumnos se vieran en la necesidad de repetir el curso, por el contrario, siempre los motivaba a dar lo mejor de ellos para que estuviesen lo suficientemente confiados al momento de presentar un examen. El rizado siguió hojeando los libros página tras página, hasta dar con una pequeña lámina doblada por la mitad. Desplegó aquel pliego de papel y retiró un par de retratos observándolos con interés mientras se le dibujaba una sonrisa en el rostro.
El hombre dio vuelta la segunda fotografía que sostenía y observó la fecha en que había sido capturada:octubre de 1977.
—¡Gracias por venir, querido Roggie! Creí que no aceptarías mi invitación. A ver cuándo te das una vuelta por mi oficina—Comentó Freddie entregando al rubio una tarjeta para después encaminarlo hacia la puerta de entrada.
El muchacho asistió con la cabeza; aún sacudiendo sus fosas nasales con ayuda de un pañuelo desechable. Después abordó el auto celeste y se despidió de Freddie con un discreto movimiento de mano.
No pasó mucho tiempo para que el joven llegara a su domicilio. De inmediato descendió del automóvil y agradeció al chófer, quien asistió con la cabeza reanudado su marcha por las calles de Londres. Una vez dentro de su apreciable hogar, el blondo decidió darse una ducha e ir a su
recámara, no sin antes asegurarse que la puerta estuviese bien cerrada. Una vez que lo comprobó, se dispuso a subir las escaleras que lo conducían a su habitación; sentarse frente al escritorio y leer un poco, sin embargo, algo le estaba robando la concentración.«La chica que acompañaba a Brian. Está trabajando conmigo en el área de fotografía»
El británico se quedó pensando por un momento; buscando en alguna parte de su memoria si ese rostro tan fino y angelical lo había visto antes. No tuvo que hacer mucho esfuerzo,
pues efectivamente, no era la primera vez que veía a esa mujer; sin embargo, aquel primer encuentro no había sido del todo agradable. El muchacho de ojos claros descolgó el abrigo del perchero y sacó la tarjeta que Freddie le había entregado.Phoenix Design.
Westminster, City Hall, SW1E 6QP
Roger no lo sabía con certeza, pero había algo que le hacía querer averiguar quién era Linda Turner.
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—¡Dime que es una broma!—Se alertó Freddie después de escuchar lo que Brian le estaba contando respecto a lo ocurrido en la estación de policía.
—Pues tal parece que los oficiales no quieren apoyarnos reabriendo el caso y eso tiene a Linda muy preocupada.
El persa se levantó del asiento y caminó alrededor de la mesa, haciendo una que otra gesticulación cada que Brian pronunciaba algo al respecto.
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Oscuro Deseo
Fanfiction"El amor es fruto de la decadencia humana" Todo el mundo sabe que cualquier obsesión es peligrosa, pero para Roger podría ser la oportunidad perfecta de satisfacer su más oscuro deseo. ◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾◾ • OBRA 100% ORIGINAL. • CONTENIDO DELICADO (LEER B...